Son las 7 de la mañana pasadas. Acabo de regresar a casa. Un día más, con un precioso amanecer, y han sido unos cuantos estos últimos días. Exhausto. Sin voz. Con el cuerpo pidiendo a gritos una tregua de sueño memorable, justo cuando suena 'Fillmore Jive' en mi itunes (prometo que es cierto y casual, pero el épico 'I need to sleep' está sonando justo ahora). Pero por mucho que me cante Malkmus, estoy con el espíritu cantando a los 4 vientos VIDA, en mayúsculas, negrita, y el cuerpo que haga falta. Será por cuerpos... sintiendo a flor de piel cada segundo, y con la imperiosa necesidad de capturar el momento para siempre. Todavía oliendo el perfume de una semana sensacional y reconstituyente. Una semana que necesitaba desde hacía tiempo. Días de idas y venidas, de recargar baterías por simbiosis con muchísima gente de mi entorno, de música, de fotos digitales y con Holga, de practicar inglés sin parar, de preciosa luna llena naranja, de caos... adoro el caos! Me hace sentir como pez en el agua. De las locuras del combo belga, a encuentros casuales o buscados; de hacerme plannings, a saltármelos 5 minutos después porqué sí; de ver pasar a mujeres pasadas de mi vida, a conocer a otra que pudiera ser algo todavía indefinido en el futuro. De vivir de noche y dormir de día, ignorando por completo al mundo cotidiano que tan poco me interesa. De vivir en un paraíso artificial, a afrontar de otra manera las montañas de basura que queden por venir. De sentirme feliz por haber escogido esta manera de vivir, que tiene sus pros y sus contras, pero que es la mía. Esto soy yo, para bien y para mal, y mis aciertos y mis errores son sólo míos, y me hacen sentir orgulloso. De reivindicar al niño rebelde que sigue sin entender ni aceptar nada de cómo funciona este mundo, y de exhibir al cínico resentido que le quiere devolver a la humanidad toda la hostilidad con la máxima mala baba posible. Pero con la sonrisa por delante, porqué la venganza es selectiva y con dedicatoria. Y hay mucha gente que merece la pena. Y mientras haya música en este mundo, valdrá la pena levantarse cada día para seguir viendo amaneceres como éste que tengo delante de los morros. La primavera ha venido, y ya no hay vuelta atrás. La función dEsoRdeNada puede volver a empezar...
Sábado de madrugada
Fa 3 hores