dimarts, 29 d’abril del 2014

LuNEs XxL





Cuando la muerte te deja sentir su aliento cercano (y últimamente ronda demasiado, sea en un entorno próximo, o en otro más mediático), todo parece cubrirse con un oscuro velo que lo tapa todo; podrás pasar por las mismas calles, ver a la misma gente, pensar en los mismos problemas, pero todo tendrá otra forma, otro color, otro peso más liviano. El mundo parece ralentizarse a tu alrededor y todo lo demás da lo mismo, porqué en realidad todo da lo mismo. Esa tendencia a dramatizar todas las cosas superficiales que nos pasan día a día es francamente patética, y dice my poco a nuestro favor. Y uno se da cuenta de lo mal que vivimos, lo mal que nos expresamos, lo mal que respetamos, lo mal que queremos... a veces no es fácil (cuestión de carácter, de hábitos...), pero supongo que el simple hecho de ir allí a estar a su lado y cogerla de la mano mientras lo pasa mal en un lunes de mañana es un intento de decir abiertamente lo que las palabras no consiguen expresar. Los pensamientos funestos que he tenido desde niño también han aparecido, claro, y he tenido que apretar los dientes muy fuerte para aguantar la imagen o la simple idea que mi dEsoRdeNada mente ha proyectado, como queriendo mentalizarme de que quizás un día me toque a mi estar en primer fila. Sé perfectamente que no podría aguantar ese dolor y sólo de imaginarlo, se me humedece la vista. Otra cosa que no entiendo es esa maldita tradición (de carácter eminentemente cristiano y su puta manía de fagocitarse de forma masoquista) de regocijarse en el dolor, como queriendo hacer un show exhibicionista y morboso de algo tan delicado como la pérdida de alguien que te importa. Que si violincito por aquí, que si sermón por allí, que si meter el dedo en la llaga con palabras o poemas que nadie consigue acabar sin romper a llorar y contagiar a los demás... una puta mierda que habría que erradicar de la faz de la tierra, como el 99% de las tradiciones cristianas. ¿Queréis hacerme un homenaje? Haced una fiesta con la música que me habría gustado escuchar si pudiera asistir a mi propio funeral*...






*Y quizás por eso, al salir del tanatorio y volver al mundo terrenal, me ha dado por gastarme un pastón en libros y CD's. Lo único bueno de estas cosas son las enormes ganas de vida con las que sales de allí


dimarts, 22 d’abril del 2014

pOr eL hUmo SabRáS dÓnDe eSTáN LaS chULetAs




Equilibrismos sobre cuerdas invisibles de Sí pero No, con La Chica del Novio Imaginario. Nadie le ha visto, pero se ve que existe, y hasta comparten hipoteca; y me pregunto si ellos mismos no serán su propia hipoteca. Llegué a creerme que se convertiría en La Chica del dEsoRdeN Fugaz en una mágica noche de final equivocado. La mayoría de noches suelen serlo, porqué se ve que me han tocado guionistas con ese talón de Aquiles. ¿O es tendón de Aquiles? Es de esas dudas eternas que uno tiene aunque se la expliquen 1000 veces. El hombre es el único animal que tropieza 1000 veces con el mismo tendón (o talón)...

...y ya que hablamos del hombre, compartamos nuevas pruebas irrefutables de que el Lerdismo Ilustrado continua expandiéndose como las plagas medievales. Antecedentes: durante años, delante de mi edificio, por la parte trasera (que es donde tengo el balcón), tuve un pequeño solar mal cuidado. Hará cosa de un par de años, algún vampiro especulador debió darse cuenta, y para mi desgracia, se pusieron a edificar. Dentro de la desgracia, el edificio son sólo 2 triplex que no me tapan la luz del sol. Y tras el largo proceso de obras y ruidos, recientemente el edificio se convirtió en real. Hará 2 o 3 semanas, en uno de los triplex, se instaló una pareja. Inicialmente, parecía gente normal, no ruidosa, con la que congratularse. Hasta esta tarde. Tras un día de lluvia, el cielo había dado una tregua, cosa que había aprovechado por la mañana para poner una lavadora. Porqué uno será muy dEsoRdeNado, pero también pone lavadoras. Y al ir a comprobar si la ropa ya estaba seca, me he encontrado con un dantesco panorama...


Sí, amiguitos: recordemos que NO vivo en mitad del campo, ni al lado de ningún merendero, ni en una casa unifamiliar, ni en un chalet en zona residencial, ni en un palacio en los jardines de Versalles... no, no, yo vivo en mitad de la ciudad, en un edificio rodeado de otros tantos, pero en el patio interior, a alguna brillante mente rumiante se le ha ocurrido ponerse a hacer... UNA BARBACOA!!! Sí, sí, lo habéis oído bien: UNA BARBACOA!!! Con su humo de barbacoa, su pestazo a barbacoa, y su fuego de barbacoa en un patio con suelo de madera. Allí, en mitad de edificios de vecinos, con sus tendederos, y sus ventanas abiertas. Con un par, sí señor. No hace falta decir que, ipso facto, todo ha empezado a quedar impregnado de humo y pestazo: puertas y ventanas, paredes y, por supuesto, ropas tendidas aquí o allí. Estaba flipando tanto que he entrado a mirar en internet si, por aquellas cosas de la vida, a la legislación vigente se le habría escapado la surrealista posibilidad de que a alguien se le ocurriera semejante idiotez. Y al ver que, ni que sea por una vez, la ley es previsora y hasta coincide con el sentido común, me he apresurado a salir para rescatar mi ropa y llamarles la atención a los nuevos premios Nobel de la Convivencia y la Armonía Universal, con toda la educación del mundo, e intentando disimular que por dentro la sangre alcanzaba temperaturas volcánicas y me pedía lanzarles una olla de aceite hirviendo. Dentro de todo, su respuesta ha sido relativamente cordial y han apagado el arma del delito, pero han dejado entrever que continuarán sodomizando el sentido común en el futuro. Y yo me pregunto, antes de comprarte una barbacoa, no sería mejor informarte primero de si es legal hacerlas en la ciudad? Y mucho más importante que la ley... tanto cuesta aplicar el sentido común, y aceptar que no estamos solos y que tenemos que intentar convivir lo mejor posible los unos con los otros? Y que si no respetas a los demás no te ganarás el propio respeto? De verdad que se puede ser tan cortito? Si hay próxima vez, me pongo a mearles balcón abajo para estar a la altura? Si ya lo digo yo, que el ser humano merece la extinción...



diumenge, 20 d’abril del 2014

cAncioNeS dEsoRdeNadas





Y si vinieras
cada vez que te pienso y te miro aunque tú ya no estés.

Y si quisieras
pensarme y mirarme y ponerme todo del revés.

Y si no fuera
por todas las camas vacías que a veces llené

con carne-nevera
almas congeladas unidas en acto de fe

Y mi vida real no sería tan fatal
y tus nos, tus silencios y ausencias
darían igual.
Y poder evitar
amargo despertar,
no quedarme otra vez a la puertas de la gran final.

Y si tuvieras
un tipo de instinto distinto para poder ver

lo que de veras
se esconde allí donde jamás nadie pudo acceder

Y si supiera
quitarme oscuros escudos de alma y de piel

Y si pudiera
ganar todo el tiempo contigo que he echado a perder

Y mi vida real no sería tan fatal
y tus nos, tus silencios y ausencias
darían igual.
Y poder evitar 
amargo despertar,
no quedarme otra vez a la puertas de la gran final.


(puzzle-puré a todas mis no-amantes que ya ni siquiera duelen)


divendres, 18 d’abril del 2014

dE fiNaLeS y pRiNCiPiOs





Madrugar no puede ser una buena manera de iniciar el día, y sólo puede provocar malas sensaciones. Pero la jornada que se presenta por delante ayuda a llevarlo de la manera más digna. Reuniones en un párquing, y carretera y manta. Bromas 1000 sobre los 6 que nos van a caer, porqué, al fin y al cabo, esto sólo debería un divertimento sin mayor transcendencia. Aunque muchos se lo tomen como algo más. O, mejor dicho, lo usen como excusa para mostrarse como lo que son: auténticos despojos miserables de mediocre carne y hueso que proyectan hacia los demás el odio y asco que sienten hacia ellos mismos y no quieren asumir ni reconocer. Hace sol y calorcito, y aparentemente, la crispación provocada por The Irresponsible One ha desaparecido. Pero, lamentablemente, ha sido reemplazada por la de la situación política: y así, que mientras paseas tranquilamente y en armonía con la gran mayoría de los aficionados rivales, te enseñen una estelada con los colores del arco iris y te griten "no sois españoles, sois hijos de puta" o algún "Viva España" cargado de odio o como si fuera a ofenderte, hasta puede tener su gracia, viniendo de quien viene. Lo que no la tiene en absoluto es que esos rapados de ultraderecha sobrehormonados golpeen a alguien en la cabeza por el simple hecho de llevar otra camiseta, y que, cuando el padre de ese alguien, septuagenario, les recrimine su comportamiento, le empujen, le encaren y le amenacen, ante el miedo y la desesperación de su pobre mujer histérica. Entre unos cuantos, intermediamos para intentar separar y llevarse cada uno a los de 'su lado', y que la cosa no pasara a mayores. Tampoco tiene ninguna gracia que la puerta de entrada a la carpa de una de las aficiones esté presidida por una esvástica y la policía no mueva ni un dedo para retirarla. Pero tampoco me extraña, porqué esa misma policía luego es la que agrede a un chaval indefenso camino del lavabo en el descanso del partido por el terrible delito de llevar una estelada colgada al cuello, gritándole "te vas a enterar, catalán de mierda". Libertad de expresión y pensamiento, le llaman. Ya tuve alguna experiencia personal con la policía en Valencia años atrás, y sé perfectamente lo que implica enseñarles el DNI y que vean tu lugar de nacimiento. Eh, pero todos esos guardianes de la raza y el orgullo patrio luego se extrañarán si silbamos con todas nuestras fuerzas un himno, por todo lo que representa como símbolo de un Estado que no me deja expresarme libremente en las urnas y da mil y una muestras de intolerancia y soberbia. Si no me dejan votar, lo menos que haré será silbar ese símbolo y ponerme de espaldas cuando suene. Y aún gracias que no hicimos un calvo multitudinario, que es lo que merecerían un Estado y un Gobierno que no quieren escuchar a la gente de la calle.


Cuando suena el silbato del árbitro, empiezan dos partidos: uno, en la hierba, básicamente futbolístico, en el que acaba ganando quien hace mejor las cosas, le pone más intensidad y hambre, y tiene ese puntito de suerte en los momentos cruciales. Y otro partido, en la grada, en el que proyectamos en los jugadores nuestras luchas y deseos internos, políticos y sociales. Y es curioso, porqué de lo que se trata es de mantener en la hierba el status quo de dominio inapelable de los últimos años, pero a la vez, de intentar cambiar totalmente las cosas en las calles y en las Cortes. Y en algo tan absurdo y superfluo como un balón de cuero de 450 gramos simbolizamos el destino de nuestras batallas. Porqué así son las batallas del siglo XXI en el mundo occidental: un estadio dividido en un fondo de color blanco y rojigualda, y en otro teñido de azulgrana y senyeres y esteladas. Y tanto en uno como en otro se grita a favor de los propios colores, pero casi tanto o más, se insulta a los colores del rival. Y es triste que sea así, es cierto, pero os aseguro que el odio que se respiraba ayer en Mestalla va mucho más allá del fútbol. Y os lo dice alguien que fue el primero que se dejó llevar por el ambiente y se dejó la voz, literalmente, para expresar delante de las presuntas autoridades y todos los que estuvieran viéndolo en vivo y por TV todo lo que no me dejan expresar en una simple y democrática papeleta metida en una urna. Obviamente, no va a servir de nada, pero nadie nos va a quitar el derecho al pataleo y a reclamar lo que es nuestro; el derecho más básico de todos lo que puedan haber: la libre elección de nuestro propio destino.

Al final del partido, el cóctel de sensaciones era extraño: la frustración meramente deportiva duró sólo un rato, porqué como decía al principio, esto no es más que un juego. Y también es una gran experiencia de valor didáctico el perder de vez en cuando. Tengo claro que aquí donde empezó su espectacular trayectoria, hace ya 6 años, este equipo maravilloso que tantas alegrías nos ha dado ha empezado a apagarse. Y toca guardarlo en la memoria, valorarlo y saber afrontar el tremendo reto de regenerarlo como hizo Guardiola con el Barça de Rijkaard. Y hacer la autocrítica que últimamente Xavi no es capaz de expresar públicamente, y felicitar deportivamente al Equipo del Mal por haber ganado. Lo que más me gustó fue la convivencia de las dos aficiones a la salida y en las horas posteriores por las calles, porqué me hizo tener esperanzas de que una gran mayoría de gente es normal y capaz de razonar, coexistir y aceptarse, por muchas diferencias de perspectiva que podamos tener. Y, sinceramente, lo que más preocupado me deja son las muchas cosas intolerables que se dan como normales y pude vivir de primera mano, y ese recíproco odio soterrado que pueda prender algún día en forma de cosas que de ninguna manera deberíamos permitir, pensemos como pensemos, y defendamos lo que defendamos.






dijous, 10 d’abril del 2014

hAgaN jUeGo




Y la vida gira, y el sol luce, y el calor suda, y el dEsoRdeN aflora. Visitas familiares, safaris fotográficos, miércoles al sol, terracitas, arroces orgásmicos, sobremesas deja vu, planes, reencuentros, partidos de mierda, escapadas imminentes, ojos rojos, antihistamínicos, conciertos lesbianos... y que el ritmo no pare.









dilluns, 7 d’abril del 2014

pLaNiciE MeNtAL





Agotado es poco. Hoy hacía un solazo espléndido, pero la gente me sigue cansando igual. Hay noticias tristes alrededor que me siguen despertando fantasmas y miedos, y aunque sea absurdo sufrir antes de tiempo, no puedo evitarlo. Me sigue indignando la injusticia, por muchos esfuerzos que haga para que no me afecte. Mi mente pide una tregua, y mi cuerpo pide otras cosas. Debería volver a correr, pero esta semana mi prioridad es reactivar la recuperación. Objetivo: volver a jugar a fútbol. Si sigue haciendo estos días, debería hacer también sesión de fotos. Y la gente... bueno, pues eso, que me cansa. Y me cansa esperar. Y la pasividad. Y las excusas. Y... tantas otras cosas, que ahora no tengo ganas de recordar.



divendres, 4 d’abril del 2014

hOy hE teNidO ViSitAs dEL sAHaRa








Resulta curioso que te digan que eso que tiñe tu balcón de marrón es polvo venido del Sahara, a unos tres o cuatro mil kilómetros de distancia. ¿Cuánto habrá tardado? ¿Qué ruta habrá cogido? ¿Habrá hecho escalas? Preguntas que uno se hace en uno de esos días protagonizados por algo que odio profundamente (la lluvia, que hoy ha sido tormentón), aunque hoy un poco menos. Básicamente, porqué no me he quitado el pijama en todo el día, y ése es uno de los grandes placeres de la vida. Y encima tenía a mano la cámara que le pedí prestada a mi padre el otro día, internet, y mis centenares de discos. Así que, para qué pedir más, si en el fondo yo soy un tipo sencillo...?

(y sí, ya sé que he puesto esta canción otras veces, pero sigue siendo igual de buena...)



dimarts, 1 d’abril del 2014

tODo eS cuEStióN dE aCtiTUd



 

Hoy se lo decía a L de Lesbiana. Me encanta descubrir joyitas ocultas. Mirar al rincón en el que nadie se fija. Rascar en superficies más por lo que desprenden que por lo que enseñan. Pisar las modas y nadar como un salmón. Quizás sea un mero gesto rebelde de autoexaltación de la propia individualidad. Aunque, en el fondo, haya otras que hagan lo mismo. Pero ésta es la mía, y es la que quiero vivir. Me ha extrañado la sala prácticamente vacía, en plena Fiesta del Cine. Pero supongo que es lo que tiene no comprar espacios al por mayor en medios de comunicación/propaganda masivos, o gritar en mamparas de bus o metro. Que pasas desapercibido. Y, sin embargo, quien viene a verte, es porqué realmente te encuentra interesante. Eso también me suena. Yo a veces también grito, porqué quizás todos lo hagamos, pero soy más de hacer la mía y pasar discretamente por un lado. Y que quien venga sea porqué me encuentre realmente interesante, y que haya un esfuerzo recíproco. Y es curioso, porqué cuando he gritado, he parecido llamar la atención. Y cuando he susurrado, nadie se fija en mi. Aunque lo de dentro sea exactamente lo mismo. Una demostración como cualquier otra de lo asquerosamente superficial, burguesa y vanidosa que es la gente a la hora de interrelacionarse con los demás. Y, mientras, el mundo se va llenando de millones de soledades y derivas vitales sin más rumbo que el de las urgencias de cada momento. Oh, boy. Oh, girl...