dijous, 30 de juny del 2016

uNa gRaNdE y FaSCistA




A 4 días de pillar vacaciones, he decidido que quiero cambiar muchas cosas de mi vida. Empezando por recuperar libertad. O lo que es lo mismo, tiempo para mi mismo y mi mismidez. Tiempo para perder el tiempo. Para procastinar. Para improvisar planes. Para no tener que decir que no cada vez que me proponen algo. Para descansar la mente y dejar de someterla a una presión constante de cosas por hacer con un cronómetro amenazándome con su maldito tic-tac. Para poder escribir nuevamente. He empezado por eliminar algunas de las muchas cosas que hacía. Colaboraciones y explotaciones varias que hacía por la patilla, y que habían mutado de la excitación inicial hasta convertirse en tediosas rutinas obligatorias. Quiero seguir por cambiar de día otras que me parten por completo mis dEsoRdeNadas semanas. Y culminarlo con un cambio de mentalidad que supondrá un esfuerzo titánico para alguien que no sabe hacer las cosas a medias. Como buen obsesivo tauro, cuando me pongo, me pongo a full. Y sé que me va a costar horrores adquirir esa dosis de pachorrismo que tanto funciona en este país de subnormales votantes de ladrones, conspiradores y corruptos (os advierto que si empezáis a ver el video enlazado vais a sentir furiosa rabia y vergüenza ajena muy fuertes, y probablemente os vengan ganas de lanzar el ordenador por la ventana). Pero tengo que intentarlo, si no quiero acabar con mi ya escasa salud mental.

Otra razón para recuperar tiempo son las dEsoRdeNadas. Estoy cansado de ver pasar las semanas y no poder quedar nunca con ninguna por incompatibilidades horarias. Harto de hacer lo más difícil y no poder disfrutarlo como se merece, y que luego se cansen al ver que no son ni mi primera, ni mi segunda, ni mi tercera, ni mi cuarta prioridad vital. A ver, seamos sinceros, tampoco creo que eso vaya a cambiar mucho de la noche a la mañana, porqué hace siglos que no conozco en diSoRdErLand a ninguna capaz de alterarme lo suficiente la quijotera. Pero añoro aquella sensación de tener una motivación con curvas. Alguien a quien quererle follar también el cerebro, y que no todo se reduzca a pura satisfacción física recíproca (que para salir del paso está bien, pero algo más también tendría su gracia). L de Lesbiana? Sí, pero no. La Chica Con Pelo de Chico? No acabo de verlo claro. La A-Perusina que conocí en la noche de Sant Joan? Habrá que explorar ese terreno... sea como sea, ahora lo que me apetece es disfrutar el verano, encontrar por fin planes vacacionales más allá del BBK de la próxima semana, y evadirme de la triste, patética, lamentable realidad que nos rodea. Celebré apasionadamente la derrota de La Roja, y cada vez tengo más prisa por enviar a tomar por culo este país de lerdos y fascistas sin disimulo que se jactan de destrozar un sistema sanitario y son premiados con el poder. Cuanto antes nos quitemos de encima toda esta mierda, antes podremos ponernos a limpiar nuestros propios excrementos (que también son muchos)...




dilluns, 27 de juny del 2016

eXiLiO, pOr fAVoR



Lo escribí el domingo por la mañana en twitter y conforme pasan las horas estoy más convencido: 

PUCHERAZO*



*Cosa que no quita que, seguro, un montón de cretinos les habrán votado

dilluns, 6 de juny del 2016

dimecres, 1 de juny del 2016

nUNcA SabRé La VeRdaD




No sé si gritar de euforia por lo bien que ha salido todo, llorar de impotencia o quemarlo todo de rabia máxima. La propia crueldad de la derrota no está en el resultado en sí, sino en la manera en que pasan las cosas. Cuando te estás 2 meses de preparativos, dolores de cabeza, mails, llamadas, coordinar esto y lo otro, meterte en fregaos y jardines que no son los tuyos, salirte de la zona de confort, sacrificar viajes y relaciones, y todo sale estupéndamente bien... no debería sentirme así de mal. Lo has hecho todo bien, con sus cosas por pulir y mejorar, pero ha quedado todo rodado. Estructura, dinamismo, sortear imprevistos sobre la marcha y reconducirlo todo, las bandas han sonado maravillosamente bien, la gente ha respondido y ha llenado la sala, hemos disfrutado como monos del primer minuto hasta el último, dejando de banda cuestiones personales pendientes de resolver... todo a pedir de boca, hasta que Murphy aparece en forma de desastre informático que lo envía todo al garete, claro. Y la excitación, la sonrisa eufórica, las conversaciones a 1000 por hora, el saludar a éste y aquella... saltan por los aires. Sale sangre de la pared, el techo se cae a cachos, ves reflejos de explosiones por los ventanales, y todo se desmorona como un edificio flan de vainilla. Aprietas los dientes, se te hincha la vena, los ojos se sonrojan, y te vienen ganas de patear y destrozar todo lo que haya a tu alrededor. La violencia tiene una parte positiva y curativa, por muy mala fama que tenga. El tema es aplicarla contra objetos, por muchas ganas que uno tenga a veces de apalizar homínidos con cerebro Falomir. No sé si en este caso ha sido culpa humana o simple desgracia informática, pero tampoco sería consuelo una respuesta u otra. Por muchos que nos encante buscar culpables sobre los que vomitar nuestras iras y frustraciones, el resultado sigue siendo el mismo: has hecho un gran partido, has jugado de puta madre, has visto brillo en los ojos de la gente... pero has perdido en los penaltis. Sí, ya sé que soy un gran antiresultadista que siempre defiendo la prioridad del CÓMO sobre el QUÉ, pero justo hoy me bastaba con el segundo ítem. Quería el producto. El recuerdo. La demostración. El fruto. Y eso ha volado. Ya no está. Ni volverá. Nos quedarán pequeños retazos audiovisuales, pero no el todo. Habrá sido todo un fugaz paraíso. Una pequeña utopía de una hora y media que ha pasado pero no ha querido dejarte su número de teléfono. Si antes hablo de espirales positivas, antes se giran radicalmente. Puto bocazas. Vaya semanita...