dissabte, 29 d’abril del 2017

TeLegRaMA dEsoRdeNado




Día de súper mierda en el curro. STOP. PJ Harvey ha estrenado dos canciones nuevas. STOP. Una de ellas la grabó el día que fui al estudio en Londres y me erizó la piel. STOP. Valerie June ha confirmado concierto en la ciudad. STOP. Me han confirmado vacaciones y me voy al Vida, con apartamento incluído. STOP. La Chica Con Pelo De Chico parece que ha reaparecido. STOP. Me he podido pedir horas para escaparme este sábado a ver a los Jesus And Mary Chain. STOP. Balance del día: la miel supera a la mierda. STOP. Viva la vida. STOP.




dijous, 27 d’abril del 2017

sLoW dOWn





Llueve. Odio la lluvia, aunque sea una buena excusa para no salir de casa en todo el día, y abandonar únicamente el pijama para meterme en la ducha. Quería aprovechar para hacer un montón de faena, pero la puta informática me ha hecho perder un montón de tiempo. Sí, ya sabéis que la informática es otra de las muchísimas cosas que odio. La informática consiste en gente aburrida que hace actualizaciones constantes de cosas que ya funcionan, con la finalidad de que dejen de funcionar. Así tienes que reclamar su ayuda, y mantienen su trabajo. Serían existencias paralelas a los políticos, y aquella famosa definición de Groucho. Hace unos días actualicé el sistema operativo y, evidentemente, eso es lo peor que puedes hacer en la vida. Siempre. Sin excepción. Tras ese supuesto pequeño paso adelante, se esconde una gran catástrofe. Siempre. Sin excepción. En este caso, ya no puedo usar algunas aplicaciones que funcionaban perfectamente bien y ya tenía por la mano, y ahora he tenido que reemplazar por otras que son una puta mierda y funcionan la mitad de bien. O, en el caso de la grabadora de sonido que tenía instalada, directamente ya no funciona. Ni tampoco las otras 3 que he probado estos días. Como pasa siempre en estos casos, he tenido que echar mano de colegas que entienden de estas cosas. Siempre hay uno o varios en tu entorno, afortunadamente. Supongo que luego deben reunirse entre cervezas para reírse de todos nosotros. En este caso me ha solucionado el problema... pero a medias. Ahora la grabadora funciona, pero cuando la utilizo, pierdo el control de volumen del ordenador, y no puedo ni subirlo ni bajarlo. Todo muy normal, sí. Como mi odio profundo a la informática, claro...

Parece que últimamente le he vuelto a pillar el gustillo y el ritmillo a esto de volver a escribir. Me estoy despreocupando bastante de otras cosas que me tenían ultraocupado, y eso me permite bajar el ritmo y tener más tiempo para mi, que es lo que quería hace bastante. A ver cuanto dura. Por ahora lo estoy invirtiendo en mi. En escuchar los vinilos que me estoy comprando últimamente, en ver pelis, en leer... en tareas domésticas no, curiosamente. Me aburren sobremanera, y las suelo dejar como última prioridad en mi actividad diaria. Son 0 productivas, y al día siguiente tienes que volver a hacerlas. Es como un pozo sin fondo. Esa es una de las grandes razones para adorar el hecho de vivir solo. Hay otras, pero esta es una de las importantes. Sólo de pensar en tener a alguien histérico alrededor dando por saco todo el día me sale espuma por la boca. Y esta impagable libertad de hacer los horarios que me de la gana... no lo cambio por nada del mundo. Realmente me gustan muchas cosas de mi vida, aunque haya otras que no tanto. Siempre va a haber cosas que no nos gusten, pero el tema es centrar la atención en el disfrute de lo propio, y no en las frustraciones por no tener lo ajeno...



dimecres, 26 d’abril del 2017

mE dUeLe La bArRigA, y Me VoY a CoMeR uN TigRetÓn



Acabo de ver una peli que me he comprado esta tarde por 2 euros y por casualidad en la tienda de ofertas de c/ Tallers, y me ha encantado: 'The Sessions' explica la historia real de Mark O'Brien, periodista y poeta paralizado por la polio desde niño que se niega a que eso sea una traba para satisfacer sus deseos más íntimos. Me ha parecido preciosa. Es curioso, porqué así como no soporto las historias azucaradas de Hollywood (me hacen vomitar, básicamente...), siempre empatizo con las historias de amor diferentes, extrañas, complejas o fuera de lo considerado 'normal' (como si la 'normalidad' existiera). Ya había hablado por aquí de una de mis películas preferidas, la maravillosa 'Harold & Maude'. Supongo que hay dos motivos para sentirme atraído y empatizar por este tipo de historias: uno, no entiendo ni soporto los estúpidos límites que se pone el ser humano por tradición, prejuicios morales y religiosos, o directamente, por lerdismo psicológico. Y dos, nunca escondo que siempre me he sentido diferente, raro, extraño o fuera de lo común, para bien y para mal. Supongo que por eso también otra de mis películas favoritas es 'Freaks'. Bueno, y habría una tercera razón quizás más obvia: y es que el 99% de las películas azucaradas de Hollywood son una puta mierda, pero creo que eso ya lo había insinuado unas lineas más arriba con fina sutileza y mi habitual gracejo...

...ya que estaba en Tallers, he sucumbido a la tentación de meterme en las tiendas de discos, y he vuelto a casa acompañado por 4 más. No puedo (ni quiero) controlarme. Para eso curro, y soporto a tantos imbéciles por metro cuadrado en el día a día, en todos los ámbitos de la vida. Supongo que llegará el día en que me tendré que plantear el tirar algún mueble por el balcón para hacerle sitio a mis discos, pero no soy mucho de preocuparme de las cosas por adelantado. Tras un día con un pollo de curro que me ha calentado un montón (a pesar de estar en mi fin de semana), al llegar a casa por la noche he escrito a M-Valenciana. Curiosamente, ella también estaba enferma. O hay pasa, o nos intoxicaron el viernes, porqué ya somos al menos 4 personas que hemos caído en los días siguientes a la noche de autos del post anterior. He pensado en escribir a La Chica Con Pelo De Chico, pero no me apetecía. Lástima no tener tf. de Punk-Pop Blonde, porqué me habría apetecido saber de ella. Me he alegrado de que Ego me escribiera después de un tiempo sin saber el uno del otro. Había pensado en ella el viernes o el sábado, en el bus de camino al trabajo. Es increíble cómo estas cosas de pensar en alguien y que reaparezca pasan. La vida tiene montones de cosas increíbles* sepultadas entra tanta (y tantos) mierda(s)...




*...y Frankie Cosmos es una de ellas (bueno, quizás increíble sería exagerado, pero muy agradable de escuchar, sí). Descubierta por azar en Youtube. Este otro video es bastante freak...



dimarts, 25 d’abril del 2017

giRLs & ReCOrdS




Estoy haciendo deberes pendientes, escuchando a Chet Baker. La música es tan maravillosa como inabarcable. Por temas lúdico-profesionales, hoy he descubierto, de rebote, a Marc Jonson. Muy recomendable también el nuevo disco de pop primaveral de Ramirez Exposure... y así todos los días. Necesitaría 8 vidas para llegar a todo. A veces da como pena pensar en todos los discos increíbles que no llegaré a escuchar nunca. Discos que quizás podrían cambiar mi vida de manera decisiva, como lo han hecho otros muchos. Y con las infinitas opciones de conocimiento musical que dan las nuevas tecnologías, yo no doy al abasto. Y en parte también es injusto, porqué acabas por no darle el tiempo que merecerían grandes discos, enterrados entre toneladas de oferta musical. Pasa lo mismo que con la sobreinformación: acaba siendo inasumible, y genera casi más ruido que servicio...

Me sorprendió gratamente el concierto de Los Planetas. Me esperaba un bolo oscuro, atmosférico, y con escasa bola a discos antiguos, pero cayeron unas cuantas canciones clásicas o incluso algunas que hacía tiempo que no tocaban: volver a escuchar 'Rey Sombra' o 'Jose Y Yo' fue algo totalmente inesperado, nostálgico y placentero. Aquello fue un karaoke masivo de generaciones distintas cantando sus desamores. La noche tuvo algo de todo eso y mucho de dEsoRdeNada. Nos estuvimos intercambiando mensajes con La Chica Con Pelo De Chico, pero íbamos con grupos distintos, y ella se pasó de frenada con la bebida (cosa que no entenderé nunca: ir a un concierto a emborracharte y no enterarte de nada??? WTF???). Por mucho que insistí, no se quedó a cenar y tomar algo después del concierto, y se fue a casa a dormir la mona. Cansado de su cambio radical de actitud hacia mi y ese esquivarme con la historia de que es lo peor y me merezco algo mejor, opté por la mejor solución: esta noche me lo voy a pasar MUY BIEN, aunque mañana trabaje. Y lo hice, vaya que si lo hice...

Nos fuimos junto a L de Lesbiana, A-Cocinero y otra gente al Psycho, a bebernos la noche con conversaciones, risas y, sí, 'algo' de alcohol. Sin saber muy bien de dónde, cuando estábamos en plena ronda del terror con los malditos chupitos de Jagger que tanto odio, apareció Punk-Pop Blonde con su piercing, su tejana con parches y su desparpajo. Y no tengo ninguna duda de que apareció porqué tenía que aparecer esa noche. Seguramente de manera inconsciente puse en marcha toda mi maquinaria mental para invocarla y, CHAS!, de repente allí estaba. Sin conocerla de nada, nos pusimos a hablar: había estado en el concierto de Los Planetas, y ese fue un perfecto hilo para ir tejiendo una conversación sobre grupos que iban desde el rock radical al indie de los 90. Era de estas chicas que te toca mucho, te coge la mano, y es súper efusiva cuando encuentras elementos de empatía como pueda ser que alguien (yo) conozca (y recuerde) a las Undershakers, entre muchos otros grupos que aparecieron en ese diálogo de motivados. Me enseñó su tattoo feminista, me contó que organizaba conciertos en su pueblo, que echaba en falta tener pareja, y de la manera más natural, fruto de la exaltación emotiva y etílica, y casi sin darnos cuenta, pasamos a la siguiente fase. La música los cría y ellos se juntan...

...al salir del Psycho, sentada ella en una persiana reposando su cabeza sobre mi hombro, me dijo que iba tocada. Llegó su amigo que le tenía que llevar de vuelta al pueblo, y todos decidimos prolongar la noche en una discoteca cercana. Mientras ellos hablaban, L de Lesbiana me vino a preguntar qué había pasado con esa rubia, y nos encaminamos hacia la siguiente parada. Al llegar, Punk-Pop Blonde se fue al baño, unos cuantos fuimos a dejar la chaqueta, y luego nos metimos para adentro. Como tardaba en venir, dejé al resto del grupo y me fui a dar una vuelta por la discoteca a ver si la veía. Y dos. Y tres. Y salí a la calle, y di la vuelta a la manzana dos veces por si se encontraba mal y había salido a tomar el aire. Pero había desaparecido con el mismo misterio con el que había aparecido. Con la segunda decepción de la noche (aunque bastante más dulce e inesperada que la primera, eso es cierto...), me volví para adentro. Y tampoco sabría decir bien cómo, diría que fue a partir de un choque fortuíto, conocí y me puse a hablar con M-Valenciana. La charla llevó al baile; el baile al roce y al juego; y así estuvimos toda la noche. Ella dejó a sus amigos, yo pasé de los míos, y venga a dar vueltas arriba y abajo, a bailar como condenados, excursiones a la barra... todo sin dejar pasar el aire, pero con el freno de mano que imponía la existencia de un supuesto novio a cientos de kilómetros. Llegado un punto de la noche, me dijo que se quería ir y me fui con ella, que la contrarreloj para la hora de entrada en el curro había comenzado. La acompañé hasta su casa, pero con un punto de lucidez que yo no habría tenido ya a esas temperaturas nocturnas, prefirió que no subiera. En frío tengo claro que fue mejor así, no tengo ninguna duda. En caliente no es tan fácil tomar ese tipo de decisiones. Me pidió el teléfono y nos lo intercambiamos, así que supongo que un día de estos le escribiré... o quizás sea mejor dejarlo como un bonito recuerdo. Ya veremos.

Tras todo un fin de semana de curro culminado con una noche de domingo horrible, hoy le he dicho a L de Lesbiana que le preguntara a su amigo común por Punk-Pop Blonde. Me dejó preocupado, y también inquieto por saber qué narices le había pasado. Y resulta que tal como entró al baño nada más entrar, allí se quedó toda la noche porqué se encontraba fatal. Ya podía yo buscarla. Me he cagado en todo por no haber caído en aquél momento en decirle a L de Lesbiana que fuera a mirar allí, el último lugar al que vi dirigirse a la rubia punk-pop. Su amigo se la encontró cuando salían temblando de frío y la llevó en coche a su pueblo, tal y como habían previsto horas atrás. No sé si le habrá dicho que he preguntado por ella, pero me sabe súper mal que lo estuviera pasando mal sin nadie saberlo y estando todos de fiesta; y también que nuestra fugaz historia acabara así, claro. Y seguramente quedándole a ella un mal recuerdo de una noche agridulce. Sin ni tan siquiera intercambiarnos teléfonos para poder seguir tirando del hilo. Quizás también sea mejor así, no lo sé. El sabroso fatalismo dEsoRdeNado da para una amplia colección de grandes historias... pero breves. Y aunque digan que eso es dos veces bueno, no acabo de tenerlo yo muy claro en algunos casos...



dijous, 20 d’abril del 2017

eL eSPíRitU dE WaRreN




Hoy parece que el día ha sido un poco más sereno. Sí, no hace falta decir que anoche cambié el fondo de escritorio. He esquivado un marrón de curro que no me apetecía nada, y me han confirmado que finalmente sí podré ir el viernes al concierto de Los Planetas. Me apetece bastante volverles a ver en sala pequeña. Me he descontado sobre si será la tercera o la cuarta vez que les veo en Apolo. En total, debo andar ya entre la docena y quincena de veces...? Son la banda que he visto más veces en mi vida. Y con ellos ya se sabe que los conciertos pueden ser geniales, o una puta mierda. No me espero gran cosa este viernes, ni tampoco grandes concesiones a clásicos, pero tengo curiosidad por ver cómo sonarán las nuevas canciones. El último disco es irregular, pero tiene 4 o 5 canciones que me gustan bastante. No soy imparcial con los granadinos, ni pretendo serlo. Demasiado me han acompañado en la vida. Y a ver cómo respira La Chica Con Pelo De Chico en el bolo, porqué me tiene francamente descolocado...


Hoy me he pillado tres vinilos más: un par de Sonic Youth, y uno de Billie Holiday. Últimamente a mi personalidad obsesiva-compulsiva le ha dado por ahí. En los últimos 2 meses pueden haber caído... entre 15 y 20? Lo que no puedo gastarme en otros vicios, me está saliendo por ahí. Y el sábado es el Record Store Day, aunque por suerte trabajo. Digo por suerte porqué, si no, me dejo la mitad del sueldo en un día así. Pero me la suda bastante. Para eso trabajo. Aunque sigo teniendo varios libros a medias, creo que estos días me empezaré otro que me compré a principios de año: 'Las Chicas', basado en la historia del sector femenino de la Familia Manson. Tengo burocracias pendientes que hacer. Odio estos temas de papeleos y tratos con bancos y demás ladrones. Hoy han pillado a Ignacio González y a Marhuenda. Oh, qué sorpresa... puto país de mierda. Por los chorizos, y por los subnormales que les permitimos todo este saqueo sin mover un dedo. Casi somos peores que ellos...

*Acabo de descubrir la preciosa canción original griega que Dirty Three acabaron transformando en locura desbordada de desamor desesperado...




dimecres, 19 d’abril del 2017

eN Mi pRóXimA VidA qUieRO SeR chUbASquErO





Cuando escucho a Sonic Youth, tengo la impresión de que el 99% de bandas actuales son una puta mierda. Es una percepción falsa, pero aunque me encantan muchísimas bandas actuales y mi percepción instintiva de la música hace que me exciten de manera inmediata muchos y variopintos artistas, también tengo claro que son artistas menores. En comparación a... sí, ya sé que las comparaciones son injustas, pero también humanas. Hace un rato me he acabado 'Estragos de Una Juventud Sónica', la biografía de Ignacio Julià sobre la banda neoyorquina. Sí, ya sé que el 80-90% de libros que me leo son biografías musicales. Es un género que me encanta. Ponerle contexto a canciones y discos que has escuchado decenas, o centenares de veces, te puede cambiar la percepción que tengas de ellos, o completarla. En este caso, ya había leído meses atrás la biografía de Kim Gordon, y es interesante ver esa doble versión de una banda tan monumental como ellos. Presiden mi sala de estar, junto a PJ Harvey, y también otros pósters enmarcados de los Sonics, Suede o Mando Diao. La música es lo más parecido a un dogma de fe en mi vida. Ateo convencido, beligerantemente antireligioso, y misántropo ultraescéptico en todo lo referente al ser humano, yo sólo creo en el poder de la música. Suena tópico, pero es real. Realmente es un refugio ante la hostilidad exterior. Un escudo ante las decepciones diarias, y la insatisfacción general. Hoy pensaba en lo tremendamente aburrida e insatisfactoria que me resulta mi vida a veces, por muchos momentos de excitación que sienta de manera puntual. Quizás sólo sea un maldito miniburgués de vacío eterno, por mucha alma rebelde que sienta, y por muy a contracorriente que vaya en muchos aspectos y maneras de funcionar y de pensar. Al final acabamos siendo nuestra mayor mentira. Como para tener un salvoconducto que nos proteja de nuestras propias miserias y vulgaridades. Quizás no seamos tan únicos como pensamos. O quizás sí, y no sabemos manejarlo. Ha habido momentos de mi vida reciente en que he creído haber llegado a cierto equilibrio y paz interior, pero al final siempre acaba volviendo el conflicto interno. Sí que hay muchas cosas de mi mismo que me gustan. Mucho, incluso. Pero sigue habiendo tantas otras que no. Y sigo sin entenderme muchas veces. Con los demás, ya ni lo intento. Suficiente tengo con lo mío, y al fin y al cabo, el 95% de los demás me importa tres pitos. Así, como sentimiento de reciprocidad, vaya. Muchas veces tengo la sensación de que podría morirme hoy mismo y se darían cuenta bien pocos. Sí, estoy algo negativo. Quizás sea la vuelta de la rutina, y el haber perdido ilusión por lo que me mantenía excitado en el último año. O insatisfacciones en loop en el terreno emocional. O ese eterno sentimiento de soledad que acaba volviendo periódicamente. O la poca conexión con la realidad exterior. Tiene que ser la polla llegar a ser tan estúpido como para creer en la opción de una felicidad real y armoniosa. Tiene que ser la polla ser insensible e impermeable. En mi próxima vida quiero ser chubasquero...



dimarts, 18 d’abril del 2017

eN óRbitA




Llevo unos días de deja vus y azares. Por casualidad, he pillado un interesante documental sobre el azar (mi adorado azar...) cuando me iba a poner a escribir, y de ahí he dio empalmando con documentales sobre el mítico programa musical 'Sputnik', que nos abrió tantísimas puertas a los que en los 90 éramos adolescentes o post-adolescentes. Es absolutamente increíble la capacidad evocadora de recuerdos que tiene la música, y el poder de remover emociones y sentimientos que tenemos por ahí enterrados. No recuerdo cosas que me han pasado hoy, pero sí 1000 detalles de aquél concierto, de aquél disco, de aquella actuación televisiva... de hace 20 años. He vuelto a sentir la rabia y el odio más profundos hacia Special Olympics, el ejército y el estado español, que me tuvieron secuestrado y no me dejaron ir a aquella mítica primera edición del Doctor Music Festival con Bowie, Patti, Iggy, Lou, Suede, Blur y tantísimas otras bandas y artistas. Es una de las mayores estafas vitales de la que he sido víctima, y un flagrante robo a mi derecho a tener mis propias experiencias, y nunca perdonaré a las citadas organizaciones e instituciones el haberme robado ese capítulo de mi vida. Os odiaré eternamente por ello, hijos de la grandísima puta...


El puente me ha servido para gozar de un fin de semana libre (el primero del año?), y he aprovechado para quemar la noche. Tres noches de cuatro, concretamente. Lo necesitaba com el aire. Antes le decía a La Chica Con Pelo De Chico que no cambiaría mi actuales horarios laborales por nada del mundo, pero son una gran putada para mi vida social. Y hasta que no puedes disfrutar de un fin de semana libre, no recuerdas lo que te estás perdiendo. Es uno de mis mayores puntos de conflicto o insatisfacción vital ahora mismo. Entre semana me cuesta horrores encontrar cómplices para vivir, y eso limita y condiciona un montón. Y te hace sentirte atrapado, o asfixiado por momentos. Y más a mi, que me encanta bailar, o las conversaciones nocturnas, o los personajes que te encuentras y van apareciendo y desapareciendo, las historias inciertas, o los giros de guión de una noche que empieza de una manera o con unas expectativas y acaba de manera totalmente inesperada.

La de anoche es de las de recordar. Bueno, de hecho empezó a media tarde, porqué Bailarina de Burlesque nos había insistido desde hacía tiempo con el 'Ven Tú', una fiesta gratuíta que hacen en Apolo en domingo tarde, rememorando las discotecas de preadolescencia (a las que, por cierto, nunca llegué a ir). Eso de quedar con sol y calor se hizo extrañísimo, y me sentí bastante descolocado. La fiesta en sí fue una mierda en los... 20 minutos que aguantamos? Cuatro de nosotros nos escapamos para cenar algo, y al volver había tal cola que ya fue imposible volver a entrar. Cosa que, dicho sea de paso, tampoco nos provocó ninguna gran pena. Empezamos a pasear hacia el Raval, y como dos de ellos no habían estado nunca, nos fuimos al encantador Marsella a beber absenta. La más fuerte está prohibida, y la que te sirven aquí está rebajada con el ritual del azúcar, el agua y el fuego. Recuerdo haberla bebido hace años en el London con E-Platónica, en nuestra época de máxima efervescencia. Un vaso fue suficiente para comprobar por qué tantos poetas y artistas usaban la absenta para encontrar a las musas...


...por si fuera poco, seguimos nuestra ruta bohemia hacia otro mítico bar: el Pastís. Entrar allí es como coger la máquina del tiempo y aparecer un siglo antes. La estampa nada más entrar ya nos preparaba para los momentos de encantador surrealismo decadente que nos esperaban: en la barra, ese dueño que se gasta una mala hostia considerable. Al otro lado, un señor mayor bebiendo un gin-tonic, que luego nos enteramos que era un doctor de la zona alta de pastón considerable. En el otro extremo de la barra, una mujer de unos cincuenta y largos teñida de rubio, minifalda y medias a la que se iluminó la cara al vernos entrar, y no paraba de mirarnos y sonreírnos. Todavía no tengo claro si era una solterona en busca de carne fresca, una prostituta, o la mujer de alguno de los dos músicos que amenizaban la velada de este tugurio lleno de mil y un detalles en los que fijarte: recortes, fotos, discos, mensajes de tono libertario y cortante (me encantó el 'Refugees Welcome, Erasmus Go Home'), referencias a París, un retrato de Marlene Dietricht... las canciones, el speech que se marcó el señor mayor, sus sollozos cuando le tocaron 'Strangers In The Night', la música francesa que sonó al acabar la actuación... todo ese momento fue como caer por un embudo espacio-temporal donde la vida adquirió un seductor tono decadente, pero genuínamente auténtico. Me sentí enormemente feliz de habernos quedado sin poder volver a entrar al Apolo y estar viviendo aquello...

...aunque lo de acabar es un decir, porqué habíamos empezado todo tan pronto, que no era ni la una, y aparecieron refuerzos del Apolo, mientras perdimos a algún primer desertor. Quisimos completar el hat-trick de bares con solera yendo al Kentucky, pero estaba cerrado. Así que optamos por volver a nuestra normalidad musical dirigiéndonos al Manchester. Allí volvió a haber cambio de cromos, con tres tránsfugas y la reaparición de R-Ojos-Claros y su exhuberante y loquísima amiga con nombre de canción de los Stones. Eran los ingredientes que le faltaban a esa noche surrealista para seguir escribiendo párrafos a su historia. A falta de la Chica Con Pelo De Chico, que tras el Apolo se fue directamente para casa, en esta extraña fase de cierta actitud esquiva provocada por su guerra civil interna que me tiene que explicar un día de estos. Me temo que pueda tener que ver con la hipotética reaparición de un capítulo sentimental que se suponía cerrado. Es pura suposición intuitiva, pero es que no logro encontrar otra explicación a su cambio de actitud tan radical hacia mi en estos últimos 10 días en que nos hemos visto varias veces y la he sentido tan distante.


Sea como sea, con el fluír de las musas y los licores nocturnos, del Manchester nos encaminamos hacia Plaça Reial, y una vez allí ya veríamos hacia qué local decantarnos. Y supongo que el karma nos dirigió hacia el ídem, porqué no podía ser de otra manera en una noche así. Hacía tiempo que una chica no me despertaba deseos tan animales como la exhuberante Stones Song, y aunque nos dejó caer mil y una veces durante la noche que tenía novio, nos llevábamos un juego tan evidentemente pícaro que le dije claramente que ¡ay si no lo tuviera...!, tras ella explicarme su dieta de verduras y gimnasio y perfilar con sus manos su escultural silueta. Me invitó a una copa pero a cambio me hizo compartir el maldito jarabe de las lagunas mentales. Y no uno, sino dos. Bailamos los 5 supervivientes como si ni hubiera mañana, y también estuve flirteando con una joven morena que acabó con un tremendo chichón cuando, rato después, un borracho descontrolado la aupó a las espalda y la empotró contra la pared, desequilibrado y descontrolado. Pobrecilla... ya en les Rambles, apareció de no sé donde una sudamericana que quiso darle un beso a Stones Song diciendo lo guapa que era; y ante nuestras risas, esta secundaria por sorpresa remarcó una y mil veces que no era lesbiana, y que tenía un novio que la dejaba satisfecha 15 veces seguidas... conversaciones surrealistas de una noche surrealista que estaba a punto de llegar a su fin, con una última foto de recuerdo. Ya en casa, sólo faltaba deshacerse de los restos del jarabe de las lagunas mentales, y también de recuerdos y deseos libidinosos, y dormir plácidamente.

Las noche de jueves y viernes también habían dado de sí, y el cuerpo pedía tregua y bandera blanca. Pero las pilas estaban recargadas. Aunque volver a visitar las noches dEsoRdeNadas tenga ese punto agridulce por volver a echar de menos toda esa vida sacrificada a cambio de otros privilegios. La situación perfecta no existe, y supongo que será cuestión de meter mano a todo lo que te presente la vida en cada momento y disfrutarlo al máximo. Siempre será más provechoso que perder el tiempo llorando y lamentando las magníficas cosas y momentos que no podemos disfrutar...





dissabte, 15 d’abril del 2017

wE'rE gONnA KiLL ThE cALifORniA giRlS




Había olvidado por completo estas tardes de sábado o domingo al ralentí. En muchas de esas tardes acababa escuchando a Los Planetas para saborear toda la mierda emocional derivada de la noche anterior. Hoy no. Hoy entraba mejor Sonic Youth. Hay cosas que no han cambiado tanto desde entonces. El sabor agridulce de las decepciones, provocadas por expectativas demasiado altas. Todos sabemos perfectamente que la vida es mejor sin expectativas, pero es inevitable caer en ellas. Supongo que por la eterna insatisfacción de un mundo que te empuja a que aspires a máximos, cuando eso es casi imposible. Todos tenemos que ser el mejor, el más guapo, el más rico, el más inteligente, el más exitoso, el más seductor... y todos esos conceptos absurdos del capitalismo más agresivo. Todos tenemos que ser felices, como si sólo la felicidad formara parte de la naturaleza humana y tuviera que imponerse de manera despótica sobre todas las otras emociones. Como si la tristeza fuera algo malo que hubiera que desterrar. Lo natural no se lleva, mejor humillarlo o denostarlo. Y si no eres feliz, al menos hazlo ver en tu muro o en tu Timeline. Hace un rato estaba mirando el mío, y daba asco. Todo ese exhibicionismo gratuíto, y esa especie de competición por ver quién es el que tiene una vida más excitante y envidiable. He pensado en empezar a ejecutar una tarea pendiente desde hace tiempo, como es empezar a borrar 'amistades' superfluas de mis redes sociales. De hecho, más de una vez he pensado en eliminar directamente mi perfil, pero lo cierto es que me resulta útil por temas profesionales. Y también me gusta compartir música o vómitos sobre lo mucho que no me gusta de todo lo que me rodea. Me gusta ser desagradable en las redes, recordar cosas malas o apuntar a las cosas miserables del ser humano para equilibrar tanto exceso de azúcar. Me consta que por eso hay gente que me empieza a ver como un ogro o un pitufo gruñón, pero esa es una buena manera también de hacer la criba entre la gente que te juzga de una manera superficial y la que realmente te conoce o se interesa por hacerlo en más profundidad. Me gusta la gente que piensa o se cuestiona las cosas.

Por ahora he empezado con otra tarea pendiente: hacer limpieza en mi ordenador para intentar conseguir que no vaya tan terriblemente mal. Esta semana actualicé el sistema operativo. Se ve que el que tenía era de 2009, que es cuando me compré este portátil. De momento he hecho un paso intermedio, y ahora debería poder actualizarme a otro sistema operativo todavía más reciente, pero el otro día probé y no me dejaba. Odio la informática con todas mis fuerzas. Todo son problemas, incompatibilidades, e información que se acaba perdiendo, y nos provoca traumas. Ahora parece que la vida que no tienes en fotos, videos o, nuevamente, que está reflejada en redes sociales, ya no existe. Es como antes pasaba con la TV: la verdad era lo que se veía y se decía en la TV. O en Google: si no está en Google, no existe. Yo hace tiempo que no cuelgo fotos de vacaciones, ni cenas, ni salidas, ni nada que tenga que ver con mi vida privada. Mi vida privada es mía y de la gente con quien la comparto. Y no va en el escaparate. Pasa dentro, donde sólo tienen accesos unos pocos. Y se la explico a quien yo elijo. O aquí, de manera anónima y desligada a una identidad y todos los prejuicios que comporta. Me cansa tanto la gente. Me cansa tanto la estupidez. Me cansa tanto este mundo. Yo mismo me canso muchas veces. Y que todo acabe saliendo mal. O distinto a como yo quería. Las putas expectativas, otra vez. Algún día aprenderé a no esperar nada de nada ni de nadie. Algún día...



dimecres, 12 d’abril del 2017

dEsoRdeN pReSidENte




Aunque pueda parecer contradictorio, soy una persona tremendamente responsable que huye de las responsabilidades. Tengo demasiadas cosas interesantes a las que prestar atención en la vida como para perder el tiempo en marrones, burocracias, o dolores de cabeza por aburridísimos temas que no me importan en absoluto. Cuando recibo facturas del banco o la luz en el buzón, muchas veces ni las abro (tengo decenas de sobres cerrados guardados). Hace años que no actualizo la libreta de ahorros y casi no paso nunca por el banco (esta semana fue la excepción) porqué todo lo hago por internet. No suelo fijarme ni controlar la nómina que me envían mensualmente. Hace poco descubrí que tenía decenas de mensajes en el contestador del teléfono acumulados en los últimos 7-8 años. He estado semanas dejando para el día siguiente una reclamación de una pasta que me debería devolver el banco, por la enorme pereza que me despiertan estos temas. Y cuando en el trabajo me ofrecen según qué puestos que impliquen mandar a los demás, los rehuyo por completo. Me gusta ir a la mía, que no me controlen ni me pidan explicaciones, y centrarme en las cosas realmente importantes e interesantes de la vida: música, escribir, leer, salir, charlar, follar... actividades que me aporten cosas desde un punto de vista humano, y que me alejen de todos esos grises robots que pierden el tiempo con esas cosas que tanto detesto...

...en estas circunstancias, no os podéis imaginar la gigantesca pereza que me dan las reuniones de vecinos. Como la que tenía hoy. Me empiezan a hablar de obras, permisos, derramas, fondos de provisión, y números que no entiendo en absoluto (ni me importan una mierda, todo sea dicho...), y se me aparece en la mente el mono con platillos de Homer Simpson. En esas estaba, y no podía ni sospechar la terrible noticia que llevaba tiempo temiendo: el presidente de la escalera que lleva toda la vida siéndolo lo deja por motivos de salud... 


Quizás no podáis llegar a apreciar la magnitud de la tragedia si no os doy un pequeño detalle: en la escalera somos 5 vecinos. Si descartamos al presidente que se va, quedamos 4. Otro, lo tiene alquilado y no vive aquí: 3. Los franceses de abajo, viven en París y este piso lo tienen como segunda residencia y sólo vienen de tanto en cuanto: 2. Y los de los bajos, me he enterado hoy que se van a ir, y van a venderse la casa... en ese momento en que la administradora ha preguntado quién vivía en la escalera, la realidad ha parecido congelarse en super slow motion, mientras todas las miradas se clavaban en mi. Y me he visto venir el marrón como un enorme alud de mierda cubriendo todo mi ser...


Encerrado en un callejón sin salida, mi rostro debe haber mostrado sin disimulo posible el rechazo y la impotencia que me provocaba la situación. Dentro de mi, una terrible batalla entre la resignación y comprensión por la renuncia del presidente actual, y el "Me cago en la puta! ¿Por qué narices me tiene que pasar esto a mi?". La administradora ha intentado tranquilizarme diciendo que me lo pondrá muy fácil porqué ella se encarga de casi todo... pero ese CASI es como un vacío legal donde se esconden marrones, gestiones y percales que no me apetecen en absoluto. Si es que, de hecho, me convertí en propietario accidental y totalmente involuntario (y contra mi voluntad y principios). ¿Por qué cojones me tengo que ver metido en este fregao? Cagonlaputa, qué mala suerte, joder...

...y que esto me venga precisamente el día después de la historia del disco no cobrado y que me ofrecí a pagar, parece que sea un mensaje como para decirme: "so gilipollas, ¿te pensabas que por ir de buenas la suerte te iba a hacer un masaje, y todo te iba a sonreír? Pues te jodes!" Cagondios... si tenía ganas este viernes de salir y quemarlo todo, ahora mismo no os lo podéis ni imaginar... por cierto, debo cambiar urgentemente mi fondo de escritorio. 



dimarts, 11 d’abril del 2017

ViNiLOs biZaRroS




He empezado vacaciones de 11 días, pero no haré nada especial. La verdad es que me he plantado hasta aquí en tal espiral de estrés que no he tenido tiempo ni para pensar en buscarme alguna escapada. También me he plantado en el proyecto a 3, y llevo una semana de vivir mucho más tranquilo, con tiempo para otras cosas, como leer o irme a comprar vinilos tranquilamente. Hoy he ido a una tienda cerca de casa y me he comprado cuatro. Han tenido un problema con el datáfono, y al llegar a casa y comprobar por internet que me hubieran cobrado correctamente, me he dado cuenta de que me habían cobrado sólo 3 discos. Tras un breve momento de duda, le he escrito a una chica que conozco y que trabaja con ellos para decírselo. Si esto me hubiera pasado en la FNAC, no me habrían vuelto a ver el pelo. Pero en una tienda pequeña (pocas que quedan...), y pensando que quizás le tocaría pagarlo de su bolsillo al chaval que me ha cobrado, me ha sabido mal aprovecharme de la situación. Total, no voy a salir de pobre por 20 euros.

El fin de semana ha sido durísimo en cuanto a curro y actividades paralelas. El viernes fui a la fiesta 'Disorder' que hacían en Apolo (sí, soy tan famoso e influyente que me dedican fiestas...). Era una fiesta organizada por el bar Manchester (por el que pasamos previamente), donde pincharon música británica (y especialmente, de Manchester): Smiths, Oasis, Joy Division, New Order, Stone Roses... mi idea era bajar simplemente a hacer una copilla e intentar olvidar mis conflictos externos, pero estuvo tan cojonuda que me acabé liando hasta las 4h. Al día siguiente, quería morir en el curro. Y en el concierto de Los Punsetes que tenía al salir. Y el domingo cuando me tuve que levantar a las 7h para cascarme una jornada laboral de 15 horas con viaje de ida y vuelta a La Jonquera. Pero lo volvería a hacer, no tengo ninguna duda. Sólo se vive una vez, y no me importa demasiado mi empresa (acción-reacción; es el fruto de sus gestos miserables hacia los trabajadores). Necesitaba tanto salir el viernes que tenía el brillo subido. Tengo la sensación de que podía haber seducido a cualquiera, y más de una lo habría querido (de hecho, creo que lo hice casi sin buscarlo, de los despreocupado que iba). No me habría importado en algún caso, pero mi centro de atención era La Chica Con Pelo De Chico. La verdad es que me sorprendió. Receptiva como hasta ahora al principio, pero luego reacia. Pensé que era por mi actitud un tanto fría que comenté en el post anterior y se lo dije, pero me rompió la cintura diciéndome que quizás era ella la que estaba dando mensajes contradictorios, y que estaba en un periodo de reflexión. Nunca acabaré de pillar las reacciones femeninas, por mucha intuición que tenga. Quedó una conversación pendiente, que supongo que tendremos este viernes en algún momento de desmarque en una cena comunitaria. Ya le dije que tengo ganas de dejarme llevar, disfrutar y de aventuras simples para evadirme de mis conflictos externos. A ver por donde me sale, pero no tengo cabeza ni ánimo para gilipolleces. Tampoco creo que sea de esas niñas mimadas egocéntricas. Pero tengo claro que yo voy a hacer la mía, porqué es lo que me apetece y necesito ahora mismo. Veremos qué necesita y le apetece a ella, y si logramos cuadrar el círculo, o si me busco un triángulo de amor bizarro...




divendres, 7 d’abril del 2017

gREeN gUAu




Soy raro, lo sé. En gran parte me gusta ser distinto, o salirme de muchos patrones, o llevar mis propios horarios, o actuar diferente. No es algo buscado, sino que intento actuar siempre a mi manera, por mucho que contradiga hábitos, normas o estúpidos vicios adquiridos generalizados. Soy ultraindividualista, y me gusta hacer las cosas a mi manera, para cometer mis propios errores y disfrutar mis propios aciertos. Y cuando lo hago, suelo tener argumentos ultra racionales para hacerlo. Si mi lógica no encaja con la de los demás, no es mi problema. En muchos casos, son ellos los que están equivocados haciendo cosas automáticamente, sin reflexionar ni plantearse el por qué, o el por qué no hacerlo de otra forma.

Pero a veces esa rareza también tiene cosas más difíciles de llevar. Sobretodo en comportamientos que no acabo de controlar o entender de mi mismo. Como si hubiera algún cable entre deseo, cerebro y acción que no acaba de hacer buena conexión. Después de un día un tanto mierdoso (la verdad es que últimamente tengo bastantes así; vivo una época rodeado de conflictos, y me agobia un poco el tema...), he quedado con La Chica Con Pelo De Chico para ir a un concierto. Me resulta una compañía realmente agradable, porqué desprende pureza, honestidad, transparencia... de aquellas personas con la que te sientes a gusto, puedes hablar de cualquier cosa, y te hace sentir lo suficientemente cómodo como para abrirte como no lo haces con casi nadie, y bucear un poco más más allá de la superficie en que convives el 90% de tu tiempo. Me atrevería a decir que me gusta, y también que me despierta deseo, pero hay días que lo exteriorizo, y otros que no me sale y soy más frío. Ella es receptiva, y ya me hizo saber en su día de manera muy clara cómo vive esta extraña relación nuestra, al dedicarme esta canción que me dijo que le recordaba a mi. Y la verdad es que me gustaría que me salieran de dentro emociones más impetuosas, porqué es una chica interesante, divertida, y nos entendemos bien, pero tengo la sensación de ir con el freno de mano puesto. Quizás porqué ya me he acostumbrado a estar solo, ir a la mía, y hacer y deshacer con quien quiero. O quizás, simplemente, es que me despierta un sentimiento insuficiente. O tal vez que mi inconsciente es plenamente consciente de la incompatibilidad de nuestros horarios tan distintos, y prefiere evitar liarse más de lo necesario en una relación que sería tan complicada.O quizás es que pienso demasiado, cuando en estos temas me ha ido siempre mejor cuando he desconectado al vecino de arriba y he tirado de entrañas. Soy raro, lo sé. Pero no más que tú...



PD: Ya tengo entrada para el concierto de PJ Harvey. He madrugado para pillarla. Después, evidentemente, me he vuelto a la cama...

dimecres, 5 d’abril del 2017

eL díA qUe PettEr bAgGe Me diBuJó




Respira, dEsoRdeN, respira. Cómo tienes que estar, que anuncian un concierto de PJ Harvey en Poble Espanyol, no te enteras hasta horas más tarde, y casi te quedas igual. Deja el bate de béisbol en casa, no vayas a cometer una tontería. Justa quizás, pero tontería a ojos de los demás y de la justicia, que de justa tiene poco. Que se lo digan a mi compañero de curro que me sustituyó durante mi baja de hace unos meses, y a quien la empresa de ratas en la que trabajo no le quiere pagar la parte proporcional de un plus que a mi me descontaron (y que yo había pedido expresamente a mi jefa que le dieran a él mientras yo no volviera). No me extraña nada, porqué a mi me ratearon todo un año de trabajo, pero me vuelve a despertar el enorme odio que tengo a esos hijos de la grandísima perra. No entiendo cómo se puede ser tan cabrón y no tener escrúpulo alguno. Tampoco entiendo que a algunos les cueste tanto hacer las cosas un poco bien. Ya no pido ni notable. Con un simple bien me conformaría. Es imposible confiar en los demás, siempre decepcionan. Estoy llegando a un punto de conflicto con mi entorno que empieza a hacerse agobiante. Mi padre me ha preguntado por teléfono si me pasaba algo, que ayer me notó raro. Respira, dEsoRdeN, respira. He decidido que paso del proyecto a tres. Bueno, que me centraré sólo en una pata del proyecto, y pasaré de la otra. Total, era la que no vi clara en ningún momento porqué sabía perfectamente que era un capricho ajeno que me iba a acabar comiendo yo. No me da la gana. Se acabó. Quiero cuidarme más, y dejar de regalar tanto a los demás. Ya no sólo voy a ser un individualista convencido, sino que además voy a empezar a practicar más el egoísmo. A la mierda los demás y sus mierdas. Viva yo y las mías. Mañana voy a ir a comprarme vinilos. Porqué yo lo valgo...





dimarts, 4 d’abril del 2017

vACíOs





Hace tiempo que reflexiono sobre cosas que no me gustan de mi vida y quizás debería cambiar. Hoy hablaba de ello con un colega de trabajo (bueno, para ser riguroso, nos enviábamos mensajes de whatsapp; hoy en día las personas hablamos más bien poco...). Él me decía que está planteándose un cambio radical de vida, harto de hacer cosas que nadie valora y que le comportan un estrés absurdo. Y me he sentido bastante identificado. Llevo gran parte de mi vida dedicándole un montón de tiempo a tareas al margen de mi trabajo que hago por amor al arte en mi tiempo libre. Siempre me ha estado bien así, porqué en ningún caso las hago por dinero, sino por pasión o amor hacia actividades como la música, o un equipo de fútbol modesto. Cuando me dedico a algo, me vuelco en ello y no sé hacer las cosas a medias. Tengo un punto obsesivo, no sé si lo habréis notado. Y soy muy exigente conmigo mismo, y lo acabo siendo con los demás. No soporto la desidia ajena, ni la despreocupación, ni la irresponsabilidad, ni la dejadez cuando te has comprometido a algo (y no tiene nada que ver con que algo esté pagado o no; yo hablo de compromiso y respeto a dar tu palabra y no cumplir). Como me ha pasado hoy, si me dices que me vas a enviar unas fotos el domingo, no entiendo (y me revienta) que el lunes por la noche no me las hayas enviado todavía. Si te comprometes a algo, cumple tu puta palabra y no me seas impresentable. Y si no la vas a cumplir, hazme el maldito favor de decirme directamente de buen inicio que no vas a poder hacer eso que te pido, y yo ya me buscaré la vida por otro lado. Estoy encantado de cometer mis propios errores, porqué eso forma parte del proceso vital de aprendizaje. Pero no soporto comerme los de los demás, y mucho menos que por culpa de otros no pueda hacer algo, o no pueda cumplir la palabra que le he dado a una tercera persona, confiando en que tú cumplirías la palabra que me has dado a mi. Todo esto, en un país de impresentables como el nuestro, es un problema.

Relacionado con todo esto, me siento anímicamente bastante cansado y harto de un proyecto a tres en el que últimamente vivimos instalados en una atmósfera de tensión y conflicto constante. Básicamente, porqué yo no soporto a La Rémora ni su actitud irresponsable e infantil, y estoy convencido que ella no debe soportarme a mi, porqué no me callo y dejo en evidencia su dejadez. Me importa bien poco, pero me jode sobremanera que no me esté dejando disfrutar como antes del proyecto en sí. Y siempre hay trabas, y problemas, y retrasos, que me están desgastando bastante. Hasta L de Lesbiana, que se supone que es amiga suya, está cansada de ella. Y yo, que meses atrás había dejado otros proyectos para tener más tiempo libre y dejar atrás esta eterna sensación de espiral de estrés y sobreactivdad, me estoy empezando a sentir agobiado y atrapado otra vez. Me paro a pensar fríamente, y desde hace un tiempo casi no quedo con nadie más allá de conciertos y este proyecto en sí. Las semanas pasan volando, una detrás de otra, y con repeticiones monótonas de escenarios y dinámicas, y a veces me pregunto si no estoy tirando mi tiempo, o si no lo podría estar aprovechando de otra manera. Me siento cada vez más aislado, y con esa extraña (y contemporánea) sensación de estar solo en el mundo (ironías y contradicciones de la era Facebook/Twitter. ¿Con cuántos de esos chorropocientos 'amigos' o 'seguidores' podrías irte a hacer una cerveza? ¿O cuántos de ellos saben algo acerca de ti o de lo que sientes? Qué asco de mundo, de verdad...).

Me siento en ese punto de duda en que algo te llena y te vacía a la vez, y no sabes si luchar por lo primero, o enviarlo todo a tomar por culo por lo segundo...