dijous, 29 de març del 2018

25 aÑoS



(el disco que he escuchado más veces en mi vida)


dimecres, 28 de març del 2018

hARtO




Cuanto más mientan, manipulen, prevariquen, inventen relatos y falsas realidades, repriman, impongan, recorten libertades, censuren, pisen derechos humanos básicos, alienten impunes 'a por ellos', golpeen con violencia salvaje, asalten nuestras instituciones democráticas, ataquen nuestra lengua y nuestra cultura, o pretendan humillarnos por el simple hecho de haber nacido en un lugar y no en otro, más razones y ganas nos dan para querer largarnos bien lejos de este Estado putrefacto, neofranquista y ultraconservador de reyes, duquesas de Franco y banderas a media asta por la muerte de Cristo. Podrán imponerme su ley a hostias, pero NUNCA me robarán el sentido común (infinitamente por encima de cualquier ley arbitraria) ni mis sentimientos, tan legítimos como los de cualquier otro. Los que de verdad queráis a España, es el momento de espabilar de una puta vez y salir a la calle, porque a vosotros también os están saqueando esta panda de ladrones, corruptos y reaccionarios. Y lo que nos están haciendo hoy en diSoRdErLand os lo harán a vosotros mañana en cualquier otro rincón de la península; no tengáis ninguna duda...





dimecres, 21 de març del 2018

gLaM mE Up



Desde hoy, oficialmente, dejo de ser presidente de la escalera hasta que me vuelva a tocar. La noticia del día, junto a la llegada de la primavera (aunque anoche nevara). Todo eso, y que el sábado cambie la hora y ganemos 60 minutos de sol, son suficientes motivos como para gozar de cierta serenidad y felicidad, hasta la próxima tormenta. En la reunión de vecinos en que se ha producido la buena nueva he vuelto a decirle lo del ruido, por tercera vez, a la mujer del vecino plasta de los bajos. Veremos si esta vez sí que hace caso, porque hoy me han dado el presupuesto de lo que me costaría cambiar los vidrios de la ventana de mi habitación por otros que aislaran más del ruido exterior y es una pasta gansa. Y ahora mismo prefiero gastarla en otras cosas más prioritarias del día a día, o en alguna escapada primaveral para cambiar de aires unos días. No me iría nada mal salir unos días de la ciudad y refrescar mi mente emocionalmente agotada.

Hoy he leído una charla deliciosa que mantuvieron Brett Anderson y Bowie hace 25 años. La semana que viene se cumplirán también 25 años del debut de Suede, el disco que más veces habré escuchado en mi vida, con permiso del 'Super 8' de Los Planetas. Es curioso, porque cuando me lo compré en cassette en aquella época no me gustó nada. Pero un tiempo después lo recuperé, y me empezó a atrapar como lo han hecho pocos de los muchos (miles de) discos que habré escuchado en mi vida. A veces intento reflexionar de una manera racional sobre el poder de la música en mi, pero no puedo encontrarle explicaciones lógicas. Sólo sé que me lleva a un estado mental más allá de la simple consciencia del día a día. Es algo intuitivo, visceral, emocional, sensorial... y realmente difícil de explicar con palabras, por mucho que a veces una canción te pueda atrapar también desde un punto de vista más cognitivo, puramente lírico o intelectual. Por muy tópico que suene, a veces tiene efectos similares a los de una droga, porque te transporta a otros estados mentales, y te embriaga y cambia tu estado de ánimo, intensificando euforias o dolores. Seguro que debe haber explicaciones científicas o químicas al respecto, pero yo soy de letras...



dilluns, 19 de març del 2018

sO MaNy FiSh iN thE SeA




Esta última semana hice varias compras para mi casa. Me suele pasar cuando llega la primavera y el buen tiempo que me da por comprar plantas, cambiar la cortina del balcón o lo que haya que cambiar, pensar en comprar una mesa, sillas y un armario para la terraza... este año quiero sacarle más partido a la azotea. Esta última semana he subido un par de días a leer y tomar el sol, y también puse cuerdas para poder improvisar un toldo y organizar alguna comida entre semana con la gente del curro. Mañana me vendrán a mirar la ventana de mi habitación para ver las opciones para mejorar el aislamiento acústico (básicamente, quiero dejar de escuchar al subnormal del vecino de los bajos que tiene problemas respiratorios y me despierta cada mañana al salir a fumar al patio y ponerse a toser escandalosamente como un perro sarnoso -sí, es tan mongolo que estando como está, fuma). Supongo que le veré el martes en la apasionante reunión de vecinos, y le volveré a decir por tercera vez que utilice el cerebro para darse cuenta de que no vive solo. Odio el egoísmo de la gente. De hecho, odio a mucha, mucha gente.

Estos días también he hablado con alguno de los raperos condenados a prisión por las letras de sus canciones (Españistán, 2018. Surrealismo es poco...). Fui a ver la exposición del fotógrafo Terry O'Neill en la Filmoteca, y también al concierto de Lee Ranaldo en diSoRdErLand. El viernes cené con La Chica Con Pelo De Chico, y la velada fue francamente genial. Tuvimos una charla pendiente y necesaria, y volví a sentir esa chispa y esa conexión que me hizo perder la cabeza por ella, pero esta vez sin perderla. Desde una serenidad inédita y disfrutable. Incluso cuando me explicó que había tenido una aventura con un riojano, y que le había venido a ver, y que estaba muy a gusto con él, aunque era una historia realmente complicada por la distancia y los dos hijos que lleva él en la mochila. No sé qué narices pasará en un futuro cercano o lejano, pero me sentí contento de estar recuperando el contacto y la proximidad con ella, y esas charlas inacabables que van desde el último concierto a nuestras experiencias y modus operandi con el sexo oral.

Al volver hacia casa me crucé en el metro con un amigo de R-Ojos-Claros y le escribí para decírselo. Estaba tomando algo con una amiga a 5 minutos y me dijo de unirme. Me sentía tan bien y tan vivo que para allí que me fui (poco me cuesta liarme la manta a la cabeza, es verdad...). Su amiga se fue a dormir, y nos fuimos ella y yo a hacer una copa. Sin darnos cuenta, se nos hicieron las 3h y el local cerraba, así que o acabábamos la noche allí, o seguíamos para bingo. No hace falta decir cuál fue la opción elegida, por mucho que trabajara 11 horas al día siguiente. Acabamos en mi adorado Sidecar hasta casi las 6h, entre conversaciones en que me pareció que me dejaba ir alguna chinita diciéndome que sabía que la prefería a ella que a Stones Song, quien llegaba al día siguiente de Londres para pasar unos días. A veces tengo la sensación de que, por mucho que me asegurase que no semanas atrás, ella querría que yo la mirase como algo más que una buena amiga. Yo a veces también dudo en cómo mirarla, pero lo cierto es que este fin de semana quería centrarme en la escapada de Stones Song, y verla por primera vez desde nuestro primer encuentro amoroso.

Llegó ayer sábado, pero yo estaba tan absolutamente destrozado tras la noche anterior y las 11 horas de curro que no tuve fuerzas para salir. Tras dormir 10 horas y trabajar otras 11, al salir esta noche le he dicho de quedar, pero hoy era ella la que estaba durmiéndose en el sofá. Tras una conversación de whatsapp que ha sido como un partido de tenis de risas e indirectas, no he logrado convencerla. Me ha dicho de ir a verla a Londres, y también de reservarse una noche para mi la próxima vez que venga, pero dudo de que nos veamos antes de que se vuelva para allí este martes. La verdad es que me apetecía bastante y le he insistido, pero tampoco quiero hacerme pesado, y menos si no pone un poco de su parte para vernos.

Y este miércoles nos veremos con La Chica Del Pelo Imaginario, que vendrá a grabarnos. En principio deberíamos hacer una cerveza posterior, pero a veces tiene días tan secos que se me quitan las ganas. Creo que le pasa como a mi, que no sabe disimular sus días malos o sus frustraciones, y acaba salpicando a los que están a su alrededor. Pero también me temo que, por mucho que quiera olvidarme de ella porque sé que no va a hacer nada por destrozar el muro que ha construido, me va a costar mucho. Verla al menos 3 veces por semana es una dificultad añadida. Y si se corta el pelo y brilla con luz propia como lo hace ella, es todavía más difícil. Es algo irracional y me resulta muy difícil de controlar. Como me decía el viernes La Chica Con Pelo De Chico, siento una necesidad (y yo añadiría una urgencia histórica) de sentirme querido. Y esa realidad innegable unida a mi impaciencia natural acaban jugando en mi contra. El pez que se muerde la cola...



*Muy diferentes entre sí, pero son dos temazos...


dimecres, 14 de març del 2018

cONfuSiOn iS MeSs



"Una vez más volvía a empezar de cero. Resulta tedioso, aburrido y sobre todo doloroso tener una vida así, en la que estás recomenzando una y otra vez. Siempre he oído decir que hay que empezar de cero. Que hay que caerse, luchar y levantarse. Cuando uno lleva así tanto tiempo, lo cierto es que las únicas ganas que tienes son las de quedarte en el suelo y no hacer nada. Sobre todo cuando me veía totalmente solo y con mil preguntas que nadie podía responderme...". No sé si hacen falta cuatro millones de golpes como los de Éric, pero es verdad que llega un punto en que parece que no duelan. Y que todo se vuelve tedioso. Y te preguntas qué narices estás haciendo con tu vida. Es una especie de estado de insatisfacción perenne, y tiene el peligro que incluso las cosas disfrutables se conviertan en rutinas que no eres capaz de disfrutar. Te dejas llevar por impulsos que te traicionan, y ya casi ni te importa, porque casi nada te preocupa lo más mínimo. La sensación de aislamiento te da ganas de aislarte todavía más. Es un bucle de dependencia de lo que no tienes. Como una sala de espera de la depresión, pero en que nunca llega el momento de pasar adentro. Desconozco si por resistencia, por cobardía, por orgullo o por dignidad. O quizás sea pura actitud rebelde de decir que por muchos esfuerzos que hagáis por hundirme en el pozo, no me voy a dejar tan fácil. A veces me gusto, y a veces me disgusto. Pero sé que eso le pasa a todo el mundo. Incluso a los que parecen intocables, y aparentan plenitud y máxima felicidad. Sé que todo sería más sencillo con menos sensibilidad y menos complejidad mental. Quizás también haya exceso de sentido crítico, que es algo muy recomendable, pero mejor dosificado. No sé lo que es, pero tanto dEsoRdeN resulta francamente agotador.




dilluns, 12 de març del 2018

FiLL iN tHe gAPs




Las semanas siguen pasando con bastante actividad, y ya se huele la primavera. Estos dos últimos días en el curro, al bajar a hacer el café post-comida (café los que beben café; no es mi caso), se estaba de muerte en la terracita al sol. Un día de esta semana pasada, fui a comer con unos amigos a un japonés con cierto encanto, y al volver a casa opté por subir a la azotea a leer y echar una cabezadita al sol. Se estaba muy bien. El sol, el calor y la luz son vida, y estamos a las puertas de la época más excitante del año: esa en que suben las temperaturas y recuperamos horas de luz (en un par de semanitas cambian la hora!!), y la ropa empieza a caer y se empinan las ganas de VIVIR. Mientras estaba en la azotea ese día pensaba en sacarle más provecho, y en montar un pica-pica de bienvenida de la primavera un mediodía entre semana en un par de semanitas, con mis compañeros de curro más afines. La Chica Del Ex Novio Imaginario incluida, claro...

...el viernes fue un día tenso con final feliz (o, al menos, satisfactorio) con ella. Yo acumulaba en la mochila su distancia de las últimas semanas y la sensación de que me estaba esquivando, y el hecho de que no me preguntara por cómo me había ido un evento que monté y al que no vino fue la gota que colmó el vaso. Mi rallada era importante, y como mi quijotera se retroalimenta a sí misma en sus cavilaciones, llegó el viernes a flor de piel. Al llegar al trabajo ella vino hacia mi sitio a saludarme y preguntarme cómo me había ido la semana, y mi cara y mi tono seco hicieron evidente que estaba molesto. Ella se quedó un poco cortada y preocupada y me preguntó si estaba bien, y le dije que deberíamos hacer una cerveza un día para charlar con calma. Se quedó tan preocupada que me dijo de hacerla al salir, ese mismo día. El día se nos hizo largo y tenso a ambos, y cuando por fin llegó la hora de marchar, nos fuimos hacia un bar cerca del trabajo.

Le expliqué que estaba rallado porque la veía muy distante las últimas semanas. Le dije también que tenía la sensación de que me estaba esquivando, que me había dicho que no a quedar todas las últimas veces que le había propuesto algún plan, que ella ya no me proponía de hacer nada, que ya no me explicaba nada y que me tenía que enterar por terceras personas de cosas que le habían pasado en el curro, y que tampoco se interesaba por mis cosas y me había flipado negativamente que ni me hubiera preguntado por el evento susodicho al que la había invitado previamente. Aunque me admitió que quizás sí podía estar más distante en general (no específicamente conmigo) y que últimamente no había hecho gran cosa y le daba algo de pereza bajar hasta la ciudad (tiene 1 hora de camino en coche), me aseguró que no me estaba esquivando. Que quizás simplemente había coincidido que mis últimas propuestas no le iban bien, pero que no había ninguna intención esquiva suya al respecto. Que las cosas que no me había contado eran simples cuestiones de trabajo y no le había dado importancia (aunque acabó llorando dos días en el curro y yo me enteré por otras personas), y que pensó en preguntarme por el evento en cuestión pero se le había ido completamente de la cabeza. Y también me aseguró que sí que confía en mi, cuando le dije que tenía la sensación de que no era así.

Sus explicaciones me dejaron algo más tranquilo porque me parecieron sinceras, aunque no deje de generarme cierta insatisfacción la constatación de que no me tiene tan presente en su vida como la tengo yo a ella. Pero la cerveza y la charla me dejaron bastante aliviado, más que nada por el hecho de haberme quitado de encima y compartido mi preocupación, y haber podido hablar con calma del tema como dos personas adultas. Sea 100% cierto o no todo lo que me dijo (que quiero creer que sí), la verdad es que me sirvió para quitarme la sensación de mierda de la cabeza, y recuperar cierto sentimiento de proximidad con ella. El abrazo y los besos reconciliadores me provocaron también un alivio y calma interior (me habría quedado así abrazado un par de vidas), si bien sigue quedando ese poso amargo de historia que no es como uno quisiera. Poesía imperfecta. "That's not a way to say goodbye..." dijo ella. "...cause I don't wanna say you goodbye, but just until tomorrow", repliqué yo.

Durante la semana también hubo tiempo para cenar en un venezolano en triple buena compañía, ir a hacer fotos a la mani feminista y alguna cerveza posterior, cenar en casa de mis padres, o cagarme en los pulmones del vecino subnormal egoísta que me despierta cada puta mañana cuando sale a fumar y toser como un perro al patio bajo mi dormitorio (a pesar de haberles pedido ya un par de veces muy educadamente que no hagan ruido por la mañana, cuando ejerzo mi derecho al descanso). Este tema me tiene muy encendido, y en la próxima reunión de vecinos que tenemos que hacer en las próximas semanas quiero volver a sacarle el tema. Y si siguen sin hacer caso, pasaré a la acción, y me importará bien poco tocar las narices tanto como haga falta. Soy encantador cuando me tratan bien, pero como me toquen mucho los cojones me puedo convertir en un tipo obstinadamente tocahuevos y vengativo.

Mañana tengo previsto ir con R-Ojos-Claros a una fiesta privada de aniversario de una conocida sala de la ciudad a la que me han invitado. Ya es mala folla que coincida con el concierto de Lee Ranaldo que se ha anunciado en las últimas horas y al que me habría apetecido ir. El viernes he quedado con La Chica Con Pelo De Chico para cenar y, si la engaño, a una fiesta de los 90s que hacen en otra conocida sala de la ciudad. El sábado llega Stones Song de Londres para pasar 4 días por diSoRdErLand, y ya hemos dicho de vernos. Y la cosa estrambóticamente dEsoRdeNada de los últimos días me ha pasado con Tired Nurse. Tras semanas escribiéndonos y también ir a cenar alguna noche, el otro día la invité al mismo evento que decía al hablar de La Chica Del Exnovio Imaginario. Pero el whatsapp no le llegó. Le escribí días después para saber cómo estaba... y el whatsapp tampoco le llegó. Mi primera intuición fue que el móvil se le había estropeado o se lo habían robado. Y esta teoría ha ganado cuerpo esta noche cuando me he dado cuenta de que ambos whatsapps le han llegado al fin, pero no los ha visto y su foto de perfil de whatsapp ha desaparecido... ¿¿?? Se admiten apuestas...




dijous, 8 de març del 2018

giRLs tO tHe fRoNT !!!



Vuestra lucha es nuestra lucha. Que se pare el mundo!



dissabte, 3 de març del 2018

LluEVe sObRe MoJAdO



El cumpleaños de La Chica Del Ex-Novio Imaginario ha marcado mi semana, para bien y para mal. Era el lunes, así que el domingo, antes de salir ambos del curro, me la llevé al comedor del curro para darle discretamente su regalo bajo la promesa de que no lo abriera antes de la medianoche. Se le iluminó el rostro, como siempre que le he regalado algo antes, pero el abrazo y los besos amistosos fueron discretos, porque había una compañera en la sala de al lado lavando su taza. Me envió un mensaje sobre la 1h de la madrugada, pero yo tenía el móvil en reposo y no lo vi hasta casi las 3h, cuando acabé de ver 'Catastrophe' (me está encantando esta serie!) y me fui a dormir. Estaba emocionadísima por el 'regalazo', y me agradecía el tiempo, los sentimientos y las palabras, a pesar de que ella "a veces no pueda reflejar lo mismo" que yo. Era una edición especial de 'The Queen Is Dead', con triple CD y un DVD, pero el valor añadido era el texto que le escribí jugando con los títulos de las canciones y las letras. Quería que fuera algo especial, más allá del simple detalle físico y material. Haber conseguido emocionarla y su efusividad me pusieron de muy buen humor. No hace tanto se la veía muy triste y solitaria.

Por la noche, quedamos con la gente de curro para celebrar su cumpleaños y el de otro chico. Hicimos las cervezas previas en el Polaroid, cenamos Ramen, fuimos al Manchester (donde todo se aceleró etilícamente...), y acabamos en Apolo. Bebí mucho y muy rápido, y tengo lagunas de la noche. Me pasé de frenada, está claro. Acabé acompañándola a la estación, y la mezcla de emociones a flor de piel y alcohol hizo que le insistiera con venirse a mi casa. Como siempre, me dijo que no. Como siempre, con una sonrisa apacible. Pero como nunca hasta ahora, reaccioné mal y me salió un golpe de genio, girándome de golpe, levantando mi brazo impetuosamente en gesto de frustración,  y marchando sin decirle ni adiós. Fatal, lo sé, pero fue una reacción completamente incontrolable en ese momento. También contrariamente a todas las veces anteriores, no le dije que me enviara un mensaje al llegar a su casa. Y admito que lloré de rabia e impotencia por los pasillos del metro de vuelta a casa. Al día siguiente me levanté mareadísimo, vomité alcohol, y cuando me escribió a media tarde para ver cómo estaba, me disculpé por mi huída. Como no podía ser de otra manera en ella, me dijo que no pasaba absolutamente nada.

El miércoles la invité a una historia que hacía yo el jueves, y en la que nos ha ayudado en ocasiones anteriores. No contestó a mi invitación, y me rallé un montón. Ya hace semanas que noto que ha cambiado su actitud hacia mi. Está distante y esquiva, cuando le digo de quedar me dice siempre que no con cualquier excusa, y ya nunca me propone ella de quedar. Ya no me cuenta casi nada. Ya no se interesa por mi. Y me jode un montón, porque hemos estado 2 o 3 meses llevándolo todo súper bien, de manera natural, madura y para nada incómoda, ni para ella ni para mi. Y tengo la intuición que pueda haber sido su amiga la que le haya comido la cabeza desde que nos vimos en Fin de Año, porque fue justo ahí cuando empezó a ignorarme. Y este cambio de trato me incomoda y me inhibe, porque no me deja ser espontáneo.

El mismo jueves al mediodía, me escribió diciéndome que no vendría. Y puedo entenderlo perfectamente, porque bajar 1 hora de coche y luego otra de volver cuando al día siguiente tienes que volver a hacer esa ruta para trabajar tiene que dar pereza. Y más lloviendo. Pero era otra negativa más en la mochila de las últimas semanas, así que opté por la prudencia y preferí no contestar antes que decirle una burrada. Suficientemente de culo iba ya con los preparativos de última hora como para encima añadirle una carga emocional extra.

Hoy nos hemos visto en el trabajo, y bajo una aparente normalidad, podía notarse un trasfondo de cierta tensión o disfuncionalidad. Ni siquiera me ha preguntado cómo me fue ayer. Cuatro palabras frías sobre el día después de la fiesta del lunes noche, devolverme los cascos que le dejé para el viaje de vuelta, y poco más. Ni tan siquiera hemos coincidido en el balcón donde salen a fumar. Creo poder afirmar sin temor a equivocarme que estamos en el peor momento desde que nos conocimos, hará unos 4 años. Y me jode un montón, y seguro que si lo hablamos se arreglaría. Pero me niego a volver a decirle de quedar y que me vuelva a decir que no. Si le importa algo esta amistad, o lo que narices sea esto, que se lo curre un poco también. Estoy harto de ser siempre el que tira del carro con todo el mundo.

Otras cosas me han salido mal estos días, y vuelvo a tener esa sensación de desgana, hastío y ganas de largarme bien lejos y que le den a todo y a todos. Y encima no para de llover...