dimarts, 24 d’agost del 2021

cONtRaSeÑAs

 

No sé por qué, pero me ha dado por pensar en el blog, y me he venido hasta aquí para ver si todavía existía, o si Blogger lo había aniquilado (como me pasó con la primera versión de dEsoRdeN, hace 1000 años. Lo recuerdo como un torpedo atravesándome el alma. Como si me hubieran robado una parte de mi vida). Esta vez estaba intacto, pero no me acordaba de la contraseña, y por un momento he pensado que no la recordaría y que tropezaría de nuevo con la misma piedra, como la canción del casposo Iglesias. Bueno, de Julio, que si no especifico podrías confundirlo con el hijo (¿tiene más de uno...? Ni lo sé ni me importa lo más mínimo). Volviendo a la contraseña, efectivamente la había olvidado, porque no recuerdo ni qué he comido hoy. Benditos métodos de recuperación de contraseñas y de cuentas, porque si no estaría abriendo nuevos perfiles de todo cada semana. He podido recuperarla y cambiarla, y para celebrarlo, escribo unas lineas que no tienen ningún fin ni objetivo claro. Simplemente, acabar con este silencio, dar señales de vida en este mundo miserable y... poco más. 

Tras unos meses de ostracismo voluntario y una buscada vida ermitaña y asocial, el verano me está sirviendo para sacar un poquillo la cabeza ahí afuera. Todo sigue igual de gris y desalentador, pero como mínimo he recuperado algo de vida social e incluso algunas noches de diversión. Morenita Amelie me despertó la líbido muerta la otra noche, y hasta me ha pasado por la cabeza abrirme Tinder (algo que siempre me ha horrorizado). Pura respuesta al aburrimiento, a esta vida cada vez más aislada por las circunstancias y el miedo que nos quieren imponer los de las americanas y corbatas, y al pasotismo absoluto (a veces hasta diría que rozando el desprecio) hacia el sexo opuesto, tras La Gran Decepción (ya no se merece otro nombre, así que he decidido hacer como con la contraseña: cambiarla). 

De aquí a 4 días se acabará el verano y el oasis de las vacaciones, y volverán las asquerosas rutinas y el ritmo vertiginoso, así que dudo que vaya a darle a esto ninguna continuidad. Pero nada, espero que la vida os haya tratado bien en todos estos tiempos distópicos, y más aún en los que vienen. Y como sería imposible resumir todos estos meses en una canción, cojo alguna de las más nuevas. Nunca acabarán las novedades, y eso es lo que me mantiene vivo, mínimamente feliz, y con unas ganas enormes de que nos dejen volver a ir a bailar las noches...