dOMiNgo dE cíNiCo dEsoRdeN

Estoy que me caigo de sueño, así que no aguantaré mucho. Anoche, después de trabajar, quedé con la M Sidecar después de varias semanas de darle plantón. Bueno, para ser más preciso, semanas de no llamarla, porqué no me apetecía. Me parece que lo mejor de esta relación es que los dos vamos a lo mismo y lo sabemos, porqué no hay malas caras, ni reproches, ni explicaciones innecesarias... quedamos, tomamos unas copas, unos bailoteos, y pa'l catre, que es básicamente el objetivo final de este intercambio de tiempo libre. Por la mañana, polvete matutino, dormir un poco más, y llegado el momento, el que juegue de visitante se viste y se va para su casita. A ver, no es mi ideal de relación, pero como entretenimiento, está bien.

Anoche fuimos al Mond Bar, hablamos de las 4 cosas superficiales de nuestras respectivas vidas cotidianas, y bajamos al Karma. Extrañamente, a las 2 y media de un sábado todavía no había gran cola, y pudimos entrar rápido. Ya estaba bastante lleno, y al poco de entrar, me parece ver a la A lombarda. No era ella, sino una chica muy mona que se le parecía bastante. De hecho, había unas cuantas chicas monas, y me estuve un buen rato contemplándolas mientras bailábamos. Como yo estaba algo pasotilla, fue M Sidecar la que tomó la iniciativa, hasta que consiguió encenderme lo suficiente como para despertar a la bestia: sexo en la discoteca, sexo en la calle, sexo en casa... lo bueno del sexo es que incluso no es necesario que la persona que tienes delante sea realmente especial para poder disfrutarlo.

Y tengo que admitirlo: ya en casa, y con ella cabalgando encima, por un momento cerré los ojos y miré con las yemas de mis dedos, imaginando que la que estaba allí era la becaria con aire Scarlett. No sé por qué lo hice (que yo recuerde, debe de ser la primera vez que me pasa), pero así fue. Me la imaginaba allí, en pleno éxtasis, con esa mezcla de inocencia y perversión, y me resultó excitante. Y hoy pensaba: "¿Y por qué no?", mientras mi Pepito Grillo me daba una colleja, y yo le devolvía un crochet de derecha. Me concentré para no decir el nombre de la becaria y protagonizar uno de esos capítulos que no sólo pasan en películas o chistes malos. Y lo conseguí con éxito.

Y también confieso que esta mañana (bueno, entendiendo 'mañana' en una concepción generosa de la palabra) estaba deseando que se largara. Tampoco recuerdo que me hubiera pasado nunca antes, y no sé si será que con los años la gente se hace más cínica, o que todo depende del momento, las circunstancias... en el fondo, todo este ultraescepticismo no debe de ser más que la frustración por no encontrar a alguien con quien conseguir esa mágica conexión intergaláctica a prueba de rutinas, familias y demás alimañas. ¿Quizás Canadian J, que hoy me ha enviado un sms desde San Francisco para quedar por Skype? No lo sé. Ya hace tiempo que dejé de creer en el amor, porqué no puedo creer en algo que no cree en mí. Y por eso hace mucho que sólo me interesa el placer y el hedonismo. Dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces...