dijous, 21 de febrer del 2008

dE CaÑaS CoN MogWai





Mogwais, desórdenes y tocayos...


Tercera visita a la ciudad donde debería haberme echado novia hace 9 meses (¿Quizás la camarera Joanna?), cuando inicié el hat-trick de idas y venidas a la capital gris-lluvia por excelencia. Sorprendente sol y temperatura relativamente agradable. Trabajo. Mucho trabajo. Hasta el punto de comer cheeseburger guarro de emergencia a la hora de la cena escocesa. La cena, mucho mejor, en ya todo un clásico de mi ciudad europea de adopción: La Lanterna, donde nos citamos con el carpaccio, los tagliatelle, JN y sus dos colegas. Casualmente, a uno lo conocía. No podemos repetir en el bar heaviata Solid Rock porqué están a punto de cerrar (volvemos a los extraños horarios extranjeros... ¿o los raros seremos nosotros?), y subimos por Hope Street hacia Saucheehall, donde Joanna me recomendó un par de bares rockeros. Por el camino una nativa rubia extrañamente guapa nos dice que nos van a ganar 2-1; contraataco con conversación y aparente pasotismo, ella sale a la contra y se me coge al brazo mientras los demás especulan sobre la situación, pero yo hace rato que he clichado a un posible novio (o no) que va despreocupado unos pasos por delante. "Barcelona es preciosa, pero las chicas son muy delgadas y no beben nada". Claro, en comparación con vosotros (y, en este caso, también vosotras). Separamos nuestros caminos con sonrisas y la hospitalidad habitual en almenos el 50% de los escoceses. ¿O debería decir irlandeses? Nos metemos en el Firewater, y disfruto al ritmo de Blur o Interpol el dedal de whisky con cola taaaaaaan británico. Cruzamos la calle hacia el Campus Bar para encontrarnos con los demás. Sorteamos la sólida defensa de la puerta, pero me hacen una entrada por detrás cuando la camarera me dice que no tienen whisky!!!!!!! ¿Esto es Escocia o Marte? Salgo al paso con ron, mientras empieza la función de orcos, trolls y lolitas calientapollas que no deberían ver tantos videos de Cristina Aguilera. El surrealista espectáculo sólo lo salvan la exhuberante prima hermana de Nakamura y una hermosa catalana a la que decidimos hacerle el pasillo. De gélida vuelta al hotel, una chica en finísimo vestidito verde de pleno verano hace eses y no choca con las columnas de milagro. Tarda un buen rato en abrir la puerta de su escalera, y no cae rodando por las escaleras de milagro. Será para pasar el frío o la deprimente realidad, pero está claro que mi amiga rubita de Hope Street tenía razón...

Miércoles de vuelta a la normalidad, con lluvia, frío preártico y el eterno gris de Glasgow. Más trabajo, previa visita a la tienda del santuario verdiblanco católico, donde aprovecho el remate final de las rebajas para comprarme la camiseta que se me había resistido en las dos visitas anteriores. Colores míticos para un místico del fútbol en tierra santa de pioneros balonpédicos. Más trabajo, más italiano, un poco de descanso, y primera cita clave del viaje. Celtic Park es un templo, y sus aficionados, unos santos admirables. Por hospitalidad, amabilidad, y coincidencia de valores identitarios. 20.000 voces de más hacen de este 'You'll Never Walk Alone' algo todavía más intenso que el de Anfield de hace menos de un año, y uno ya no sabe si es persona o pollo, puesto que ya no hay diferencia de piel.


La orgía emocional se completa con éxtasis futbolero, y medio billete para cuartos en el bolsillo. Mientras las dos aficiones se intercambian cánticos, bufandas y camisetas, un trocito desordenado se tiñe de verde y blanco, y sabe que Celtic Park ya es, para siempre jamás, su casa. Tras el breve paso por el hotel, JG, mi tocayo y un servidor desafiamos al despertador que ya marcha contrarreloj, y nos largamos al Mono de Kent Street, donde tocayo ha quedado con los Mogwai, a quien entrevistó hace un par de semanas, aprovechando su pasión por el Celtic. El bar está vacío, y ya sólo quedan 3 personajes que han venido directamente de Celtic Park para ahogar la derrota con agua dorada: un granadino fánático de la banda que, de pura casualidad, se fue a vivir con su novia al piso de encima del batería; el de las baquetas, Martin, es pequeño, lleva marcapasos, gafas de Lennon, gorra militar caqui, y bufanda verdiblanca. Pero no del Celtic, sino del Panathinaikos, que juega al día siguiente contra el Rangers (claro!). Y John luce la camiseta de los Hoops (orgullosa edición sin publicidad), chaquetilla de chándal también verdiblanca, barba desaliñada, pelo alborotado y un alegre punto de exceso etílico combinado con una mezcla de bondad y picardía. Nos llevan al pub más antiguo de Glasgow (The Scottia), a un par más, pero todos están cerrando, y aunque John ofrece su casa, acabamos en el bar del hall de nuestro hotel, que queda más cerca. Cervezas mediante, la conversación con este par de freakies entrañables del post-rock fluye y hace avanzar el reloj a cámara rápida. Hay tiempo para hablar del partido, de que rajen de Nacho Novo y todo el Rangers en general, de que nos recomienden a bandas como Clinic o Converge, que alaben las excelencias de las drogas barcelonesas, o de que recuerden desde un impactante concierto en Hiroshima, el primer aniversario de un triste funeral por culpa de las drogas y las malas compañías, o hasta de la barbacoa en el balcón de un hotel en Tarragona interrumpida por la policía y un director de hotel que seguro que debía ser fan de Bisbal o demás vómitos sonoros. En noches como éstas, no me importa no dormir una mierda, y estar echo polvo todo un día siguiente de colas, viajes y estress laboral. Ahora, destrozado por el sueño, puedo decir que anoche les pagué una ronda y disfruté de la agradable compañía de los que ya me habían hecho disfrutar montones de veces antes con tormentas sónicas y masajes atmosféricos...




11 comentaris:

profe ha dit...

me encantan! o me encantaban, porque ahora mismo les he perdido un poco la pista... que guay. pero... cuál eres tú de la foto? XD

Anònim ha dit...

en aquest moment t'envejo molt jejejjeeeee

ALOMA69 ha dit...

Qué es eso de que las chicas en Barcelona no beben nada? Las mejores bebedoras de cerveza las conocí justo en esa ciudad.

Saludos!!!

mujeres ha dit...

Guau!!
Merx

dEsoRdeN ha dit...

Pues mi desorden es taaan difuminado que ya ni me reconozco, luz... ;D

Per Mogwai? Per Celtic Park? Per les escoceses borratxes? Aclareix-m'ho, hoichi! :P

En Barcelona tenemos grandes bebedoras, aloma69, pero si has estado alguna vez en Escocia habrás comprobado que la frase de la rubita de Hope Street tiene su razón de ser...

Miau!!! ¿¿¿???? Merx?

irene ha dit...

¿En qué quedamos?, Trabajo, mucho trabajo, o copitas, juerga, mucha juerga y fútbol. Vale, vale... también pueden ser las dos cosas.
Al final, ¿trajiste o no trajiste novia?. Estoy que no me entero.
Besos.

dEsoRdeN ha dit...

Trabajo y fútbol van juntos. Juerga y yo también. Y las novias se las dejo a los ingenuos, irene...
un beso

mujeres ha dit...

No sabía cómo expresar mi envidia por lo bien que lo pasas noi...

Merx

dEsoRdeN ha dit...

Es solo a ratos, merx. También hay malos momentos en los que sufrir un montón

ALOMA69 ha dit...

No, la verdad, no he estado nunca en Escocia.

Abrazo!

dEsoRdeN ha dit...

Pues allí corre MacCallan por las venas de las escocesas, aloma69...