mÁs PeRRo qUe GoOFy

Creo que me he imbuído absolutamente del ritmo vacacional: estoy de un perezoso que asusta. Me despierto cada día no antes de las 13:30h. Tengo 1000 planes que voy descartando poco a poco por una razón o por otra. Y los que quedan en pie, caen porqué dependen de otras personas que no pueden. La mierda de tiempo de los últimos días tampoco ayuda (quiero ir a la playa!!), aunque no es nada nuevo. Siempre llueve para les Festes. Hoy ha sido el pregón, y mañana empieza la vorágine. Bueno, como mínimo, que me sirva para activarme. Y el lunes, el concierto de los Pains. Mañana iré a hacer fotos de las calles, que colgaré en el blog, como cada año. ¿O no voy a presumir acaso de las mejores Festes de todo el planeta y parte de la Vía Láctea? Pobre del que se atreva a ponerlo en duda. Yo ya he colgado mi bandera de bienvenida en el balcón, aunque también tengo a punto el bate de béisbol para los que se meen en la calle o destrocen la decoración de las calles. Imbéciles hay en todos los lados. He ordenado los cajones de ropa, algo de lo que estoy muy orgulloso, porqué no suelo hacerlo. Igual que comprarme ropa, renovar sábanas, o ir al mercado a comprar ingredientes para hacer alguna cosica un poco más elaborada, estos días que tengo tiempo. No es que me fascine cocinar, pero bueno. Ando indignado porqué no hay manera de encontrar las deliciosas Pim's de chocolate y naranja, y me temo que las hayan retirado del mercado, por alguna estúpida decisión de algún estúpido listillo de márqueting. Fui a casa de mis padres a regar las plantas y recogerles el correo (incluídas mis postales croatas), y no pude evitar chafardear por allí. No porqué quisiera encontrar nada, pero simplemente por lo inédito de la situación de estar solo en su casa. Envidio lo ordenado que lo tiene todo. Igualico que mi casa. Y estuve leyendo un buen rato. No sé qué me pasa en verano que leo como un poseso todo lo que no leo durante el año. Me encanta hacerlo en mi balconcito, entrada la tarde, cuando ya empieza a caer la temperatura y se está de muerte. Qué gusto vivir sin horarios y sin más preocupaciones que buscar maneras de combatir el aburrimiento de no tener obligaciones que cumplir...