dimarts, 3 de juny del 2008

ViVe La FètE!! pRimAveRa bELgA






VIERNES
Me despierto tarde, quedo para comer tarde, compro tarde, hago de marujo tarde... y llego tarde para ver a los Right Ons. Me conformo empezando la jornada con los muy recomendables Felice Brothers, donde me junto con R. Damos un garbeo por el mercadillo, donde me encuentro (justo ante la parada donde me compré la chapa de Los Planetas el día anterior) a una P madrileña con la que coincidí en Londres cuando fui a entrevistar a Black Rebel Motorcycle Club. Man Man dan un alocado concierto acústico en la carpa Myspace, y me compro una camiseta de los dioses de Tacoma. Cualquier tributo es poco, aunque algún plumilla miserable ahogado en su propio papel de ogro sea incapaz de juzgar las cosas con equilibrio. Los abuelos del garaje van de menos a más y se marcan un dignísimo concierto lleno de perlas memorables de la historia del rock, incluido el “himno nacional del r’n’r”: ‘Louie, Louie’, claro. Satán salve a los Sonics! Comemos algo escuchando de fondo a Bob Mould, y nos vamos a ver a otros abuelos, pero mucho más freakies: Devo son una grata sorpresa, y una de esas bandas necesarias para la salud mental del rock. Igual que la cálida voz de Chan Marshall es necesaria para ponerle elegancia y seducción a la noche, en un repertorio lleno de versiones gatunas de mucho poder. Cat Power.

Y no es la única gata con poder que depara la noche del viernes. Cuando R se va cansado para casa, quedo con la A belga que conocí la noche anterior. Su primer mensaje empieza con un “yes sir, I can boggie”, y ahí ya me ha ganado el corazón, sector freak. Creo que está incluso más borracha, y también irresistiblemente más punk. Primero intenta sacarle dos cervezas gratis al de la barra. Luego le intenta timar dándole tickets rotos. Y al final, menos de los que tocan. Me dice que la noche anterior escaló un enorme muro y intenta demostrármelo repitiendo una ascensión que no culmina ni por asomo. Sus piernas son un poema de rasguños y heridas. Tira una cerveza de una patada involuntaria por torpeza alcohólica. Arranca una enorme rama de una palmera y empieza a agitarla en las cabezas de los transeúntes, sorprendidos y sonrientes a la vez. Todos menos un imbécil que estira de la rama con fuerza y arrastra a la A belga por el suelo, provocando la reacción de su amiga I belga, un servidor, y la propia punk girl de Amberes que le dice de todo en la cara al imbécil, que se queda como un corderito pidiendo perdón, perdón y más perdón. Todavía cruzada, la A belga le pone una pequeña trabanqueta a una indie que se le rebota, y tengo que llevarme a la Nancy Spungen flamenca del brazo para evitar pelea de mujeres en el barro (sin barro). Se mete en un tenderete cerrado y me empieza a vender cosas absurdas que se encuentra por allí. Le acabo comprando una bolsa de plástico usada por 50 céntimos, aunque le timo pagándole con el asa de una cremallera rota. Nos vamos del festival, yo hablando con la I belga, y la A belga con el B belga. Sus amigos son mucho más agradables de lo que me habían parecido la noche anterior, en que estaban mucho más serios. Nos vamos para el Sidecar, y en el camino, la A belga me mete mano y le hace fotografías a mis dientes en primer plano. Luego también se las hará a dos vagabundos borrachos de Plaça Reial. Por el camino, claro, pierde las gafas de sol y una chaqueta. Al final de la noche, pienso en qué poder tengo para atraer personajes adorablemente caóticos como esta locuela. Me encantan. Me encanta.

SÁBADO
Le regalo a mi amigo A la entrada que me dio R el día anterior, y nos vamos bajo la odiosa lluvia para el Auditori del Forum. Allí, Scout Niblett nos regala uno de los mejores conciertos del festival, y me acuerdo de las recomendaciones de R y de hoichi. Guitarra eléctrica, batería y una voz potenciada por la sobrecogedora acústica del Auditori generan una atmósfera de una intensidad brutal, y que me hace acordarme, y mucho, de la diosa Harvey de ‘Rid Of Me’. Enorme. La oscuridad de Devastations se ve un tanto mermada por la luz diurna, y me vuelvo rápidamente al Auditori a ver a historia viva de mis adoradas girl bands sesenteras: Mary Weiss, de las Shangri-las, aporta nostalgia y clásicos pop, a pesar de su castigada voz sexagenaria. El nerd de Lightspeed Champion desprende encanto y sencillez, en un entretenido concierto que cuenta incluso con la marcha imperial de Star Wars como pieza invitada. Los Dirty Projectors me decepcionan, y me voy a ver a Stephen Malkmus, que no hace ninguna concesión a su etapa Pavement. Las había hecho previamente en acústico en la carpa Myspace, ‘Range Life’ incluída. Mierda, porqué me lo perdí. Pasamos por delante de Rufus Wainwright, pero como ya lo vi en el Summercase y tampoco me fascina, nos vamos a cenar.

Ya con los dos colegas de A, vemos un rato a Morente y Lagartija Nick, y me acuerdo que un día de estos me gustaría meterme en el flamenco, porqué me parece el blues de estas tierras. La A belga me envía un sms para quedar en Dinosaur Jr., pero como hay bastante gente, le digo de dejarlo para 10 cervezas más tarde. J Mascis, Lou Barlow y compañía se salen, en una apoteósico show que tiene en ‘Freak Scene’ y en la versión de The Cure sus puntos culminantes. Excitación, alcohol, porros... y nos relajamos con la increíble voz de Stuart Staples y sus Tindersticks, que me siguen gustando tanto como una década atrás, a pesar de que su propuesta sea un tanto repetitiva. Cuando estoy mejor, llega el ninja que matará la noche (un día explicaré la teoría del ninja) en forma de Animal Collective, que me resultan insufribles y tremendamente aburridos. Le envío un sms a la A belga para que me rescate del suplicio, pero no responde. Aguanto como un jabato, y cuando al fin acaba, como algo y nos vamos a bailar con Simian Mobile Disco. Cuando recupero el ritmo y me siento feliz bailando a mi aire, empieza a llover, y en cuestión de minutos está cayendo un chaparrón descomunal. Curiosamente, la otra vez que había visto a Dinosaur Jr. fue en Benicassim en el 97, justo antes que una tormenta devastadora hiciera caer el escenario sobre los Urusei Yatsura, provocando la histeria colectiva, la suspensión del festival, la inundación de la zona de acampada, y nuestra huída en calzoncillos y bragas dentro del coche. La noche muere bailando bajo el único escenario cubierto, donde la multitud se agolpa huyendo del agua y nadando en alcohol. El festival se ha acabado, y no me he podido despedir de la A belga... todavía.

DOMINGO
Duermo con alevosía y premeditación hasta las 4 de la tarde. Tras comer algo, invito a mis padres, pero sólo viene mi madre. A mi padre le daba pereza. Disfruto de mi madre como hacía tiempo que (burro de mí) no hacía. Le pongo el super recopilatorio ye-ye que me bajé hace unas semanas, y nos lo pasamos de muerte haciendo de marujos fregando, limpiando y poniendo lavadoras mientras bailamos twist y nos reímos de todo y de todos. Con su poder de bruja, consigue atraer buenas ondas para que el ordenador se me encienda bien, y está un rato navegando.

Cuando se va, casi a las 9 de la noche, recibo un sms de los belgas: van a salir en su última noche en Barcelona, y me invitan a que me una a su combo belga. A mí que no me gusta salir, digo que no hay 3 sin 4, y después de cenar, me bajo para el centro y me reencuentro con ellos en el Pangea. Cervezas, mojitos, conversación agradable y divertida, y disfrutando de su locura y del inglés que tanto me gusta hablar y escuchar. Nos vamos para Escudellers, y caen un par de copas más y acercamientos con la punk girl de gustos pop. Cuando llega una despedida de soltera de inglesas, huímos imitando a Vicky Pollard, a ‘Compuer Says No’, y por extensión a Lou y Andy, que es mi especialidad ‘Little Britain’. Se descojonan. Me descojono. Nos metemos en el Karma, casi absolutamente vacío, en una imagen imposible en viernes o sábado. Con los dos últimos cubatas, y tras haberme metido mano otra vez, la A belga me tira los trastos con todo el desparpajo que siempre he encontrado a faltar en el 99% de las mujeres del planeta. Y cuando me sugiere que deberíamos besarnos ya, no puedo hacer otra cosa que hacerle caso. Era obvio, necesario, y un gustazo que no podíamos dejar de permitirnos. Me explica que tras romper con su novio, estuvo durmiendo con dos chicas y le gustó. Y que la gente española es muy guapa en comparación con la belga, y que se pone cardíaca mirando a un lado y otro cuando pasea por la Rambla. Me seduce su transparencia, sus constantes bromas y sus tonterías llenas de ironía. Al salir, un australiano se une a la fiesta y nos ayuda a inmortalizar el momento. Ya de día, nos vamos a su pensión, apuramos los últimos momentos de charla, y comparto los auriculares de mi mp3 con la punk girl para escuchar la canción de Vampire Weekend que no nos han puesto en el Karma. Con ellos nos conocimos, y con ellos nos diremos adiós, cerrando el círculo vampírico. Al menos, por el momento...

PD: A pesar de dormir 2 horas y de ir zombie todo el día, me siento tan vivo que no puedo evitar pensar que la felicidad debe ser algo parecido a esto. Será por eso que, a pesar de 4 noches seguidas yendo a dormir con la luz del día, esta noche he metido 4 de los 5 goles de mi equipo. Tendré que repetir dinámicas...

11 comentaris:

ALOMA69 ha dit...

Me ha encantado tu relato , está claro que en la zona Plaça Reial-Escudellers todo es posible, me encanta tener notícias de que el Karma sigue vivito y coleando,...ay! es que a mi todo esto ya me pilla muy lejos, por distancia y por la vida que llevo!

Abrazos!!!

dEsoRdeN ha dit...

Pues quizás deberías acercarte un poquito... o cambiar de vida!! :P
petons

ALOMA69 ha dit...

Estoy contenta con la vida que llevo, lo que pasa es que a veces echo de menos aquello, pero no creo que me divirtiera como entonces, nada, que soy una nostálgica, nada más.


Un abrazo!

dEsoRdeN ha dit...

Pues entonces a disfrutar de tu vida actual... y de vez en cuando, a hacer alguna escapadita nocturna nostálgica, no?

L o s t ha dit...

Es lo que tienen los buenos goleadores, que siempre marcan para el equipo....

Ha sido divertidísimo leerte... con buena música de fondo!!!

elpalabarista ha dit...

Una crónica de puta madre.

dEsoRdeN ha dit...

Pues sí, lost, jeje. Y por cierto, no fueron 4 goles sobre 5, sino 5 sobre 6. Me desconté en plena orgía goleadora... :P

Jeje, gracias palabarista. pero el mérito y lo mejor de todo es que es real como la vida misma, y ahí está la gracia

saludos!

Anònim ha dit...

así me gusta, rock y miseria

dEsoRdeN ha dit...

¿hay algo más en la vida que valga la pena, hoichi?

yo, la reina roja ha dit...

No sé si vale la pena o no; es lo que hay, y nos sube la adrenaline.

Por cierto, hay una canción del nuevo de Portis. que no me gusta, me pone muy nerviosa, ¿el corte 8? Además, hay un arreglo por el disco ochentero algo indigesto (¿sabes que te digo?). Por lo demás, muy digno.

dEsoRdeN ha dit...

En general, me gusta muy mucho el disco, reina roja. Aunque estoy de acuerdo que hay uno o dos temas más electrónicos que me sobran. ¿te has bajado el concierto que colgué? Muy grande! ¿Qué tal la presentación por mis tierras?
bss