dissabte, 13 de gener del 2018

cuEStiÓn dE Fe




Hoy he pedido casa. Me he puesto mis elegantes zapatos nuevos, mis elegantes pantalones nuevos, y un jersey a rayas que ya tenía. 'Wrong Creatures' sonando en mis orejas, y paso firme. En parte, por la prisa habitual; en parte, por el frío. Aunque hacía sol y la luz era agradable y cálida. Llegaba muy tarde, pero me daba igual. He aprovechado el trayecto en bus para escribir 4 whatsapps y mirar 4 tuits, y he bajado al trote con la coraza de mi escepticismo. Saludos en la puerta, reconocimiento digital, y picar al ascensor. Alguien lo había cogido y había subido hasta el segundo piso, y me he cagado un poco en el susodicho anónimo, porque ya iba tarde. En ningún momento me he planteado subir por la escalera. Al instante, se ha abierto la puerta automática de la calle y he escuchado un "bon dia" muy familiar. Me he girado, y era La Chica Del Ex Novio Imaginario, que también llegaba tarde. Me ha sonreído y se ha dirigido hacia mi para darme un abrazo, al que he respondido con un beso espontáneo. Creo que nunca soy lo suficiente cálido o intenso cuando la abrazo, y no sé por qué. Mi lenguaje gestual dice justo todo lo contrario de lo que siento por dentro. Ese abrazo y esa breve charla en el ascensor han desafiado todo mi ayer oscuro y mi desánimo. No es que haya cambiado nada, pero su sola presencia me ilumina. Y me siento incapaz de sentir algo malo hacia ella. Al menos, hasta el día de hoy. Soy incapaz de explicar el por qué me genera todo lo que me genera. Pero me lo genera. Intento llevarlo todo lo bien que puedo, e incluso a veces lo consigo. Pero el ardor me supera en otros momentos. Is this desire?, que cantaba la musa. Una pregunta retórica, porque sé perfectamente la respuesta. Lucho con todas mis fuerzas contra mis demonios pasados para no repetir errores pretéritos. Y me agarro a la carta de la naturalidad, aunque admito que a veces me puede el ansia. No es el camino, lo sé. Sé perfectamente que cuando más seduzco es cuando menos me preocupo por hacerlo. Es curioso como a veces da miedo perder lo que todavía no tienes. Y por si la que me ejerzo yo mismo fuera poca, supongo que las esperanzas de algún amigo común por vernos juntos, añaden todavía más presión al asunto. Las escasas posibilidades de que esto acabe bien pasan por mi autocontrol y la mayor de las paciencias. Dos puntos débiles, ciertamente. Las ganas y la esperanza siempre le pueden al cerebro. Esto es un combate de pesos pesados entre deseo y razón. Y yo lo apuesto todo al primero, aunque sepa perfectamente que tengo todas las de perder.






4 comentaris:

Nosu ha dit...

Yo apostaría pues a lo primero, y que pase lo que tenga que pasar!

Espérame en Siberia ha dit...

Querido Desorden, que sea lo que tenga que ser.
Me aferro a tener esperanza en que esta historia que nos narras desde hace tiempo tenga un lindo final. (Incluso me gusta pensar que no tiene porqué acabar).

Te abrazo fuerte con mis mejores deseos para el 2018.

hiro ha dit...

Jo també apostaria pel primer, amb un polsim del segon ;)

Pd: pantalons i sabates elegants?? vull veure foto ;p

dEsoRdeN ha dit...

El miedo es que no pase, Nosu. Estoy harto y desgastado de ir de hostia en hostia...

Yo me aferro a tu esperanza también, siberiana, y soy terco, tozudo y luchador; pero sinceramente, no tengo buenas sensaciones...

Jo el que voldria és que lla apostés per mi tan fort com aposto jo per ella; però no tinc la sensació que això hagi de passar... (jaja! Feia como 20 anys que no tenia unes sabates! XD)