dimecres, 30 d’agost del 2017

iNdiViduALiSta ConVenCidO




Hoy ha sido unos de esos días de lobo solitario. Me ha faltado poco para cerrarlo sin haber hablado con nadie. Lo han impedido la cajera del súper, un par de dependientas de otras tantas tiendas, y el vendedor de las entradas del cine de barrio al que he ido a ver una peli de Woody Allen que ni tan siquiera sabía que había hecho ('The Irrational Man', de hace un par de años). Y 3 o 4 whatsapps en un grupo con el que nos vamos mañana de cena, si a whatsappear se le puede considerar técnicamente 'hablar'. Pero ha sido un día muy individualista, o más de lo ya de por sí habitual en mi. Me encantan este tipo de días, y los necesito. Soy convencidamente individualista, y el mundo sería un lugar mejor si todo el mundo fuera capaz de serlo. El problema es que la gente confunde individualismo con términos que no tienen nada que ver, como egoísmo, egocentrismo, narcisismo, autismo, asocialismo... yo entiendo el individualismo como la capacidad de ser autosuficiente e independiente, y de ser tú mismo y mostrarte como tal, actuar según tus principios, y no dejarte influír o persuadir por los que te quieren arrastrar hacia una masa aborregada y acrítica. Y a partir de ahí, sería mucho más fácil establecer relaciones entre individuos completos, reales, y honestos con ellos mismos. Me parece increíble que haya gente que no quiera ser individualista.

Volviendo a mi necesidad de vivir días para mi mismo, puede ser necesidad de reafirmación de la propia autosuficiencia. O necesidad de un descanso de socialización con los demás, sus problemas, o los conflictos que comporta la relación con otras personas. Y también la necesidad de comprobar que marco los tempos de mi propia vida, y que decido si quiero estar o no con los demás, si contesto a un whatsapp ahora, más tarde o mañana, o si ceno en este momento o después de ver dos capítulos de 'Penny Dreadful', por muy tarde que sea para los horarios convencionales que nos quieren imponer desde fuera. "Te amaré por lo que eres, no por lo que los demás quieren que seas", dicen en uno de los capítulos que he visto hoy, antes de acabar la tercera y última temporada de la serie. Me ha gustado esa frase. Me ha hecho pensar en la cantidad de presiones que recibimos a diario para moldearnos, domesticarnos, persuadirnos u obligarnos a hacer cosas que realmente no queremos o que nos llevarán a ser personas distintas a las que realmente somos o aspiramos a ser. Es una batalla diaria intentar ser tú mismo. Luchar por hacer tu propia vida, a tu manera, por mucho que choque con las convenciones sociales de esa clase media mayoritaria que siempre se burla e intenta menospreciar o extinguir a las minorías o a los que se atreven a vivir diferente. A ser individualistas, vaya. Puro miedo e ignorancia. Siempre me he sentido parte de ese grupo de personas que nada a contracorriente, por muchos sacrificios que comporte. Me gusta sentir que hago lo que quiero, si bien no es del todo cierto. La libertad es un concepto muy relativo, y que daría para muchas horas de charlas y discusiones.

Tras toda la vorágine emocional y sexual desde que volví de vacaciones, parece que últimamente me he instalado en una relativa serenidad. Sí, es muy atrevido usar esa palabra en el dEsoRdeN, pero me tomo la libertad de hacerlo ni que sea por comparación con periodos anteriores. Parece que con el paso del tiempo haya aprendido a gestionar mejor situaciones, oportunidades, ausencias o urgencias históricas. Supongo que la edad te va acorazando con capas y capas de escepticismo y prudencia, y aprendes a relativizar lo que antes eran grandes dramas personales. No creo que pierda nunca esa parte de mi esencia romántica y apasionada, pero por momentos parezco más capacitado para domesticar a los caballos furiosos y desatados. Acabarán por galopar descontrolados otra vez, antes o después, pero al menos logro contenerlos durante más tiempo. Parezco abocado a amores imposibles, terribles, malditos, mutilados, incompletos... y aunque eso provoque dolores y vacíos, uno hasta acaba acostumbrándose. El hábito acaba amortiguando las consecuencias. Si hubiera nacido antes, quizás podría haber salido en una novela de Wilde o en un disco de los Smiths. Pensarlo me ayuda a darle cierto misticismo romántico y transcendental a mi insignificante tragedia personal. A mi, como al personaje de la serie antes referida (y que es mi personaje preferido de la historia de la literatura), también me han atraído siempre los seres rotos, extraños o incompletos. Pura empatía, supongo...



3 comentaris:

Desbordamientos Puntuales ha dit...

Me resulta muy sugerente tu manera de interpretar el término "individualismo". Asociarlo a ser uno mismo de manera auténtica me parece un gran acierto y creo que tienes toda la razón cuando afirmas que ser individualista es la base para luego establecer relaciones honestas y auténticas con los demás. Bajo esta óptica, coincido contigo en que no tiene sentido que alguien no quiera ser individualista. Es como negarse a ser lo que eres. Pero bueno, también es verdad que existen personas a las que esto pueda darles algo de vértigo y prefieran diluirse en la masa. ¡Un fuerte abrazo!

hiro ha dit...

Sempre he pensat que primer hem d'aprendre a estar sols abans d'establir una relació de parella. La soledat o l'"individualisme" com tu el defineixes (hi estic molt d'acord) ens ensenya quins són els contorns y arestes de la nostra personalitat, i saber-ho ajuda molt a gestionar una relació de parella.

Fa massa temps que tinc pendent la sèrie de "Penny Dreadful". Ara que s'he acabat la darrera temporada de GOT m'hi posaré :)

Pd: Saps que l'Eva Green farà de Virginia Woolf en un biopic sobre la seva relació amb una altra dona ^^

dEsoRdeN ha dit...

Es que normalmente se suele a confundir el término con egoísmo o cosas similares. Me atrevería a decir que es algo que se hace con mala folla y de manera perversa, porqué el sistema prefiere a la masa aborregada que a individuos críticos y con un criterio propio. Y, como bien dices, yo no quiero negarme a ser lo que soy ni a relacionarme con los demás en mi máximo exponente (el famoso 'Superyo' de mi adorado Nietzsche), para bien y para mal. Siempre serán mejores 100 errores propios que un acierto provocado por otro.

Totalment, hiro, perquè els nostres conflictes interns els acabem traslladant a les nostres relacions amb els altres. A vegades el camí pot ser llarg i feréstec (dono fe...), però també crec que si mai arriba el dia que trobi a algú amb qui connectem de manera recíproca, serà una experiència més completa, real i intensa. L'has de veure! Eva Green està esplèndida! (com sempre). Què dius ara? mrs. Green amb una altra dona? Si volies posar-me tonto, ho has aconseguit... XD