divendres, 8 de gener del 2016

dEsoRdeN BaM bOOm!




Canta Billie, se haga el silencio. Los ojos pesan, consecuencia lógica de noches largas y camas cortas. El fin del Balam Bam Boom es un ataque a la linea de flotación del dEsoRdeN, pero resistiremos. El anuncio final ha sido tan precipitado, que ya no importa que a la mañana siguiente tenga que madrugar: la última noche hay que estar allí, sea con o sin compañía. No deja de ser parte de la historia contemporanea dEsoRdeNada, y hay que ponerle un broche a la altura. Dadas las circunstancias, bajo algo antes de lo habitual, pero ya hay bastante gente. Hace un calor horrible, y tampoco hay guardarropa. Parece como si la misma sala fuera la que les hiciera el boicot, por motivos que desconozco. El último cocktail d bienvenida tiene un punto amargo, porqué sólo puede ser así. Saludo a Fotógrafo Enrollao, y me doy cuenta que vengo con el chip sociable y melasudista. Bailo desde el minuto 1, y siento cada canción como si tuviera que impregnarlas bien adentro, para retener víveres espirituales sonoros, como las hormigas que llenan de comida sus guaridas en previsión del crudo invierno por llegar. Dudo con la morena pulpfictionesca, y me pongo a hablar y bailar con L-Porteña, que está 4 o 5 días de visita en la ciudad. Sus amigos han subido a fumar y ya no vuelven, así que aprovechamos el regalo del azar para pasar un buen rato juntos. Se mueve de maravilla y súper sexy, pero como ha ido a clases de baile, me cuesta mucho seguirla porqué hace pasos automáticos, que no concuerdan con mi free-style 100% intuitivo. Prefiero 1000 veces mi manera de hacer. El contacto con sus pechos tersos me pone a 100 y me hace sentir maravillosamente vivo. Un rato después, se va a buscar a sus amigos y su puerta abierta a volver se diluye como la cola en mi vaso de whisky que la camarera rubio pibón ya me pone sin que haga falta decirle qué quiero. Saco a bailar a la catalana morenita de peinado y camiseta irresistiblemente indies, que está un poco p'allá. Eso me encanta, sobra decirlo. Flipa con mis pasos improvisados que vienen del negro que fui en otra vida, y me lleva a la barra a invitarme a una copa. No sueño, me está invitando ella, mandando a tomar por culo todos los roles y tópicos de genero. Eso también me encanta, sobra decirlo. Volvemos a bailar y tengo que proteger a su amiga de un tipo borrachísimo que la acosa, literalmente. Morenita Indie me dice de ir al Jamboree a bailar hip-hop, y quizás otra noche la habría seguido, pero hoy es la última noche del Balam, y tengo que completar mi homenaje. Un capítulo más de mi encantadora e interminable lista de dESoRDeNadas que pudieron ser y no fueron. El día que tenga un killer que remate la cantidad interminable de ocasiones de gol que genero, me hincho a follar como un sátiro.


Bailo con 3 o 4 o 5 o no sé cuántas chicas más, nos medio besamos con una lolita que debe rozar la veintena, nos hacemos fotos con Fotógrafo Enrollao, y a pesar de mi intención de irme a las 4h con una sola copilla de tributo final, sin casi darme cuenta encienden las luces rojas del final, mientras la chica que baila junto a un chico que no parece su novio continúa mirándome de reojo, como si quisiera enviarme pensamientos telepáticos diciéndome: "quiero bailar contigo pero no me atrevo a decirlo". Tristeza y euforia entablan una dura lucha en ese momento, pero hago trampas para que gane la alegría por todo lo vivido allí, hasta el último minuto de todo este tiempo que ha pasado ya. Estar allí era imaginarse británico en los 60s-70s peregrinando al Wigan Casino o al Blackpool Mecca para dejarse piel y sudor bailando Northern Soul toda la noche. Me despido de Fotógrafo Enrollao, y me encamino de vuelta a casa con una sonrisa. Mientras espero sentado en el andén, una chica con una maleta enorme está a mi derecha, y no puedo evitar preguntarme de dónde viene o adónde va a esas horas tan cargada. La respuesta me la da ella misma cuando la ayudo a subir las escaleras de salida a la calle, ya que bajamos en la misma parada. Sí, admito que habría podido bajar también en la siguiente, pero cuando la curiosidad aprieta, vale todo. Le Petite Bordelaise llega de vuelta de su ciudad, en un larguísimo trayecto en autocar. Como vamos en la misma dirección, caminamos juntos mientras nos explicamos rápidamente nuestras vidas, y descubrimos afición común por mrs. Holiday. La dejo en su portal, y nos emplazamos a vernos en bares o conciertos por el barrio. Sí, ya sé que podría haberle pedido un contacto, o haberla invitado a la fiesta de la semana que viene como excusa, pero también tiene su encanto dejar las cosas en manos del azar. En el fondo, era algo joven, aunque nunca se es lo suficiente como para no poder darle color a la vida...


...el madrugón ha sido menos terrorífico de lo que pensaba, al menos en ese momento. Admito que al mediodía he necesitado una coca-cola para darle azúcar al cuerpo y sacarme al zombie de dentro. No sé qué cara debía hacer cuando he ido a ver a mi oftalmóloga preferida. Es encantadora. Desde la sonrisa que me ha dedicado al cruzarnos en la sala de espera, al momento en que ha sacado la cabecita por la puerta para avisarme de que pasara, o cuando se me ha puesto a un palmo de la cara apuntándome con la linterna a las pupilas. He tenido que hacer esfuerzos titánicos por no abalanzarme sobre sus labios y decirle que la adoro, y es posible que me haya visto el deseo a través de la córnea. Su forma de hablar es tan dulce, hipnótica y lisérgica que me relaja ipso-facto, y me hace olvidar incluso de que, en el fondo, si estoy allí es porqué algo de mi salud visual no chuta. Pero al salir de allí, con ese solecito templado asomando, y Tom Waits sonando aleatoriamente en mi Ipod, llevaba una felicidad encima que no me la podía (ni quería) quitar de encima. Por todo lo de anoche, por lo de esta mañana, y porqué en el fondo, me gusto cada vez más y me siento afortunado de ser quién soy. Con todas mis miserias y defectos, que son muchos. Pero dentro de todo, y con los 1000 'peros' que le pueda poner a mi vida, y las 1000 cosas que podrían ser mejores, tampoco he salido tan mal. Podría ser votante del PP o Convergència, o escuchar reguetón y Pablo Alborán, o ser del Madrid, o asesino psicópata (bueno, esto no descarto que lo acabe siendo algún día, cuando extreme todavía más mi misantropía radical). Que sé yo, quizás mañana me pase algo que me haga cagarme en todo, pero hoy me voy a dormir sereno y con hambre voraz por la vida.



2 comentaris:

hiro ha dit...

És genial quan et sents així; amb sintonia i harmonia amb la vida. Jo últimament vaig tan de cul que no sé ni com em dic...
A veure si tens sort i coincideixes amb la noia de la maleta ;)

Pd: m'hauràs de donar el nom d'aquesta oftalmòloga tan suggerent... no m'aniria malament que em fes un repàs, de la vista, és clar ;P

dEsoRdeN ha dit...

I tant, hiro! Sí, jo últimament també vaig força de cul, i porto una setmana que no estic molt fi, amb tant de canvi de temps. A veure, a veure, jeje...

PD: No, no, la oftalmòlga me la guardo tota per a mi solet!! ;D