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Sant Joan de frío y lluvia. La humanidad está llegando a tal punto de absurdidad, que ya no respeta ni lo que parecía de cumplimiento universal. Y provoca oxímorons que se parecen a tu extraña semana. Una semana de sabor de restaurante chino. Echan a casi el 10% de la plantilla pero a ti te mejoran las condiciones económicas y sociales. Y no sabes si te puede más la rabia colectiva o la alegría individual (que también es en gran parte colectiva, porqué la mejora es bastante generalizada); el sentimiento de injusticia ante compañeros que ni se merecían ni se esperaban (ni nos esperábamos) esta sangría sin venir a cuento, o el de justicia porqué tras 13 años de pringar con agravios comparativos, por fin te equiparan condiciones que te han estado robando durante todo este tiempo. Y no deja de ser curioso que la conclusión final a este debate interno sea que quien ha hecho justicia contigo (y muchos otros) es un auténtico hijo de puta sin escrúpulos. Y no me sirve la definición de 'daños colaterales', porqué uno de los pocos refranes que detesto y no comparto en absoluto es el de 'el fin justifica los medios'. Y aunque parece que mi bolsillo va a engordar en tiempos de crisis (puro dESoRdeN, no hace falta decirlo...), os aseguro que trabajar para este tipo de gente no me provoca ninguna alegría ni estímulo...

El jueves vi a los lesbianos por enésima vez, y sigo sin conocer un mal concierto suyo. Joder, qué energía, qué química con el público... y qué puta calor hacía en la sala! Si no perdimos 4 kilos por cabeza, no perdimos ninguno. A un día de huir de DiSoRdErLand, se me ha girado el estómago como si se me hubieran metido dentro los putos críos (y no tan críos) que dan por culo a esta hora con los putos petardos. Nunca me han gustado (de hecho, los detesto), y no entiendo que a la gente le diviertan, ni que quemen de una manera tan estúpida su dinero. Y para rematarlo, parece que los grifos de la ducha vuelven a perder agua. Qué pereza me dan estos problemas domésticos, los papeleos de seguros, y quedar con paletas, fontaneros y demás, que parece que sólo puedan trabajar a horas que deberían estar penadas por el Tribunal de La Haya (el jueves me dieron por culo los que están cambiando la instalación eléctrica de la escalera... a las putas 10 de la mañana!! ¿Pero quién narices se han creído que son para tratar a la gente con semejante crueldad inhumana? Joder, preferiría que vinieran a las 3 de la mañana, que me pillan despierto seguro! La maldita dictadura de los horarios estándard...). Maldita sea, ¿dónde estaba yo cuándo daban clases de bricolaje casero en la escuela...?

*¿Alguien se apunta conmigo a grabar una versión de este video?