Dormir. Regatear a la lluvia. Comer. Ver a Nouvelle Vague por la patilla en la FNAC, en un divertido concierto. Comprarme el libro de Nick Cave, y cruzar los dedos para que su concierto-recital literario no me coincida con el curro y pueda usar la entrada que me compré. Puede ser antológico. Hacer de investigador privado para detectar algún paso en falso del hijo de puta que echó a mis padres de casa hace algo más de un año. La venganza es un plato que se sirve frío. Disfrutar la sensacional nueva peli de Tarantino, y tomar ideas que me serían muy útiles con los cabronazos gabachos del restaurante con terraza ilegal de debajo de casa. Gozar de una tranquila noche en casa que culminará mi fin de semana, y un provechoso viernes de aquellos que me encanta vivir a mi aire
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