dimarts, 1 de desembre del 2015

LoS eXtReMoS sE tOCaN




Que el ser humano es miserable es algo tan obvio que, como frase, es casi insultante expresarla; no hace falta, ofende dudarlo. Pero admito que, ingenuo de mi, nunca dejarán de sorprenderme los niveles de miserabilidad que puede alcanzar la raza humana. Haciendo un resumen rápido del tema: pongamos que en un lugar imaginario de cualquier rincón del planeta con historia, lengua y cultura propias desde hace más de un milenio, aflora con fuerza un sentimiento identitario que siempre ha estado allí, más o menos aletargado según el contexto político y social de cada momento. Un sentimiento legítimo como cualquier otro, para crear un nuevo estado y organizarte y distribuir tus propios recursos a tu manera, sin tener que depender de un gobierno estatal con mucho tufo a reciente pasado dictatorial. Algunos, además, le añaden un componente más emocional y nacional, mientras que a otros de los simpatizantes de esas ideas, esas cuestiones les provocan más bien escepticismo y pereza. Pongamos que el partido autonómico que gobierna en ese lugar imaginario siempre le ha dado la espalda a ese movimiento, y ni tan siquiera se atreven a pronunciar una palabra como 'independencia'... hasta que un día, una cantidad enorme de gente se lanza a la calle a reclamarla. Unos dicen que fueron dos millones, otros que uno y medio... pero sea como sea, al presidente y a su gobierno autonómico en cuestión (en un momento de clara impopularidad por sus drásticos recortes sociales y diversos casos de corrupción) se les enciende la bombilla, y deciden envolverse en la bandera que simboliza la idea de la independencia y, ahora sí, empezar a defenderla públicamente. Pongamos que el tema va creciendo, y que lo que en un primer momento provocaba sarna prepotente del gobierno estatal, se convierte en preocupación al ver que aquello va en serio. Pongamos que tanto un gobierno (el autonómico) como el otro (el estatal) ponen en marcha sus respectivos mecanismos de persuasión masiva para que el mensaje de buenos y malos vaya calando en la población. Y que todo eso vaya crispando el ambiente, y que se pregone el discurso del miedo y las amenazas por parte del intransigente gobierno estatal, mientras el gobierno autonómico tire bastante del discurso victimista, en un gran circo de demagogia que arrastra a grandes masas y corrientes de opinión bastante simplistas. Imaginemos que todo esto provoque también graves insultos y amenazas en determinados sectores del nacionalismo estatal hacia los simpatizantes del independentismo autonómico, en clara demostración de intolerancia y nula cultura democrática. Y eso, claro, provoca estupefacción e indignación entre los que reciben ese trato ofensivo, amenazante y vejatorio...

...y ahora pongamos que, tras mil y un líos, elecciones, escándalos de corrupción nada casuales sacados a la luz pública, total negación al diálogo por parte del gobierno estatal, etc., el gobierno autonómico decide realizar unas elecciones y las enfoca como plebiscitarias para poder tirar adelante el proceso de independencia, si así lo deciden los votantes. Y sí, consiguen ganar las elecciones y tener mayoría parlamentaria los 2 partidos abiertamente independentistas, pero con un pequeño problema: el candidato del partido que saca más votos es el que presidía durante los recortes, y es del partido que simboliza por excelencia la corrupción en esa autonomía (curiosamente, el gobierno estatal es del partido que simboliza por excelencia la corrupción a nivel de todo el país, cosa que dice muy poco a favor de los votantes mayoritarios de una y otra banda...). Pero este personaje necesita del apoyo del otro partido pro-independencia, mucho más pequeño, popular y sin el apoyo de grandes grupos mediáticos ni holdings empresariales potentes. Un partido que ha prometido una y otra vez a los votantes que les han dado sus mejores resultados electorales de la historia que no investirán presidente a ese tipo. Y se abre un periodo de negociaciones para deshacer el embrollo, pero el candidato de la discordia se niega a dar un paso atrás para dejar paso a otro alternativo de consenso, a pesar de que había dicho en más de una ocasión que él no sería un obstáculo para el proceso. Y a pesar de que se le empieza a ver el plumero de la poltrona y de que no le importa una mierda que todo ese proceso de independencia culmine o no, sus tertulianos a sueldo y todo el potente aparato mediático que come de su mano se encargan de que vaya calando el mensaje de que la culpa de que todo esté encallado es del partido pequeño y su negativa a investirle presidente. Y difunden también el discurso del miedo y la presión camorrista (¿de qué os suena todo eso en esta historia, amiguitos...?), y todo esto provoca graves insultos y amenazas desde determinados sectores del nacionalismo autonómico, en clara demostración de intolerancia y nula cultura democrática (¿esto no lo habíamos dicho ya antes también...? De hecho, estos que ahora insultan y amenazan, ¿no eran los que se quejaban cuando les insultaban y amenazaban a ellos?). ¿Moraleja? Si ésta es la nueva república que quieren fundar algunos, con 0 nivel de autocrítica, memoria ni valores democráticos ni sociales, y siguiendo el precepto fascista de 'el fin justifica los medios', conmigo que no sigan contando; por mi les pueden dar por culo a todos; ésta no es mi revolución...





3 comentaris:

hiro ha dit...

Ja començo a estar farta d'aquest estira i afluixa entre JXSí i la CUP... estan aconseguint que la gent es desencanti i perdi la il·lusió per fer un país nou. Mas hauria de fer un pas enrera, si tan li importa el procés... Com hagim de repetir noves eleccions ja podem considerar el procés mort. Al final tindrà raó l'Aznar i serem els propis catalans qui trencarem Catalunya.

Amapola Domingo ha dit...

Somos humanos, somos molestos.
Es molt trist i pesat tot plegat.
Gran tema, has triat :)

dEsoRdeN ha dit...

Sóc ultrafan de la posició de la CUP, actuant amb total convicció i coherència i sense trair els seus votants, però m'està decebent i cabrejant molt la pressió camorrista de nens rabiosos incapaços d'acceptar la realitat per part de JxS i gran part dels seus seguidors. Tot el discurs de la por, les amenaces, els insults (o fins i tot les comparacions amb els nazis! No t'ho perdis!) que ens indignaven quan arribaven des de les 'Espanyes' les estan fent ara els fills del pujolisme atacant la CUP. Em té molt calent aquest tema, i m'estan venint moltes ganes d'engegar-los a la merda i que es confitin amb sanfaina aquesta merda de nova república sense valors que volen els salvapàtries que reparteixen carnets de bons catalans... au, a cagar, home! Si m'han de governar les dretes, se me'n fot que sigui a Catalunya o a Espanya, que ens encularan a tots igual...

Muy cierto, Amapola. Em té molt calentet el tema, per la intolerància de la massa de borregos aduladors del Mesies. Porto un parell de dies reescoltant els Surfing Sirles! Eren molt grans! :)

carícies