dijous, 17 d’agost del 2023

eL bUCLe dEL BucLe



Siempre acabo volviendo al blog en momentos bajos, de tedio vital, soledad más o menos voluntaria y necesidad de vomitar descontentos. He visto en el mail que me han borrado un par de entradas y desconozco el motivo, pero con lo puritanos que suelen ser en todas las plataformas y redes sociales, quizás debí poner alguna foto de alguna teta (femenina, claro, el pecho masculino nunca les ofende ni escandaliza), o desear la muerte de alguien, o cosas así espontáneas. La sociedad está cada vez más gilipollas, se acumulan cretinos y fascistas (redundante, lo sé...), y convierten en heroínas a las que traicionaron a sus compañeras por supuestos 'éxitos' egoístas y en pringadas perdedoras a las que fueron consecuentes e íntegras hasta el final. Una de las muchas razones para desear que pierdan el domingo. 

El panorama es desolador y no sé cómo salir del atasco. Algo dentro de mí quiere, pero otra parte está tremendamente cómoda en el confort de mi propia compañía. Alrededor pasan muchas cosas negativas y el conflicto vuelve a merodear en partes sensibles de mi vida. Y duele. Y genera impotencia, y miedo de volver a pasar por episodios negros de una historia que creía que había quedado atrás. Sin empatía ni respeto no nos queda nada, y esas deberían ser nuestras lineas rojas. Como mínimo estos días ha habido calma alrededor, y ojalá el subnormal de abajo no volviera nunca de vacaciones. Me da exactamente igual el motivo, porque hace mucho tiempo que le perdí el respeto que no merecen los que no respetan a los demás sin venir a cuento. Por puto egoísmo, incivismo o por pura irresponsabilidad. Abrí un proceso de mediación en el que confío cero, pero si tampoco responde a algo oficial, quizás llegue el momento de pasar a otro nivel. 

Y a todo esto, me han pegado una buena hostia con la revisión de la hipoteca, y se me junta con el trastero que me pillé hace un par de meses. Aún así no me he estado de irme de vacaciones bien lejos, y la semana que viene lo remataré con otra escapadita más cercana. Y en septiembre me voy a Glasgow a ver a la diosa PJ, porque todo me la trae floja y si no me cuido yo, nadie lo va a hacer por mí. La música sigue siendo la vía de escape, y dudo de que eso pueda cambiar alguna vez.


3 comentaris:

Nosu ha dit...

Cuidarnos a nosotros mismos, no nos queda otra.

Pues si los blogs se están volviendo puritanos, las redes "sociales" ya ni te cuento... Yo he descubierto que parte de mi panorama desolador era por su culpa y me he apartado un poco de ellas.

ya tenemos bastante con las mierdas propias y de la vida física como el subnormal de abajo, como para meter mierdas virtuales.

Disfruta lo que te queda de escapadas aunque te pique un poco el bolsillo, yo he hecho lo mismo y luego vendrá el sufrimiento, pero como decían unos, estaremos muertos toda la eternidad.

He puesto algo de musiquilla también en mi blog que me está devolviendo a la vida.

ALOMA69 ha dit...

El abandonado mundo de los blogs, me alegra leer tu entrada, bastante reciente.
El tiempo pasa demasiado deprisa, la vida avanza a nuestro alrededor a un ritmo inhumanamente veloz, yo estoy pensando en un retiro permanente, a eso le llaman depresión? Y lo demás es pura locura!

Contenta de pasarme por aquí!

Saludos!!!!!

Tania ha dit...

Muy contenta de leerte, querido Desorden, normalmente paso cada seis meses o por allá, casi siempre para enterarme de la música nueva que dejas (ay! cómo extraño tus compilaciones anuales desde 2019 que fue la última).
Te mando un abrazo con cariño desde México
Tani