dijous, 20 de març del 2025

NunCa digAs nuNcA

 


Esta noche he estado a punto de no ir a un concierto al que finalmente he ido. Y celebro haberlo hecho. Esta es un poco la historia de mi vida actual. Pocos planes que al final cancelo porque en los pocos momentos de libertad que tengo no me apetece más que aprovechar para irme a mi casa a estar conmigo. Me echo mucho de menos. Y a mi vida. Y a mi espacio. Renunciar a 21 años viviendo solo no es fácil. Renunciar a la libertad total. De horarios. De gustos. De hacer lo que quiera en cada momento. De viajar dónde y cuándo me dé la gana. De estar con quien quiera en cada ocasión. Renunciar al YO de manera obligada e involuntaria es realmente duro. Y más en estas circunstancias forzadas, por temas de salud, y absolutamente solo ante el peligro. Y a veces pienso que no es para tanto, y que podría ser mucho peor. Un pensamiento injusto y de menosprecio a una realidad de la que tengo derecho a quejarme, porque me liga de pies y manos, y porque mis padres ya no son ellos mismos al 100%. Sí es para tanto, y sólo hace falta un poco de perspectiva para verlo. La perspectiva que no tienes cuando estás en el ojo del huracán. O cuando te autoengañas con más o menos consciencia como escudo autoprotector. Porque a nadie le gusta el dolor, y hay realidades realmente hirientes. Y angustiosas. Realidades que dan pánico. Y te hacen sentir pequeño, aunque pudieras llegar a pensarte que eso nunca te pasaría. 'Nunca' es una palabra muy atrevida. Y la vida es demasiado caprichosa como para retarla así. Te cambia de un día para otro y te deja con cara de gilipollas. Aún más.


2 comentaris:

Beauséant ha dit...

Me echo mucho de menos.. qué frase tan sencilla y todo lo que encierra en su interior... No, claro, no podemos quejarnos, seguro que siempre hay alguien peor, pero no, eso no es un consuelo, nos duele lo que nos duele, y ya.

dEsoRdeN ha dit...

Pues sí, pero a veces nos cuesta aceptarnos. De hecho, hay alguna vez que no nos cuesta...