dilluns, 16 de febrer del 2015

eL díA QuE mE MoRReÉ cOn Pj hARveY (y 2)



La vida es pura casualidad, y quien no quiera creerlo, posiblemente padezca una peligrosa sobredosis de ultraracionalismo y amargura vital de consecuencias funestas. Casualidad es que a tu artista/musa preferida le dé por grabar un álbum en público, que se agoten las entradas en menos de un día, que en ese momento pienses que quizás podías haber intentado comprar una, que semanas después te dé por ponerte delante del ordenador justo en el momento en que anuncia nuevas sesiones, que te dé el venazo de comprar una y en menos de una hora se agoten, y todo lo que viene después. Como por ejemplo, que cambies de planes para las horas previas a la cita, que tengas la opción de visitar la casa de Amy Winehouse pero renuncies por miedo a llegar tarde al leit motiv de tu viaje, que llegues una hora antes al sitio de la cita, o que te dé por entrar por la puerta que no debías. Y que, entre que miras aquí y allí, vuelves a preguntar al guarda de la entrada, y encuentras el camino adecuado, vas a ir a parar a una pesada doble puerta de vidrio justo en el momento en que sale alguien. Y que, entre el momento que aguantas la puerta amablemente mirando atrás para la gente que sale, y el que vuelves a girar la cabeza para volver a mirar al frente, de un pasillo a tu izquierda bajando el doble escalón aparezca ELLA y os topéis de morros, como en una peli azucarada hollywoodiense de esas que cuando pasa una cosa así tú piensas que eso sólo puede pasar en una peli azucarada hollywoodiense. Y en esa microcentésima de segundo que tu dEsoRdeNada quijotera necesita para reconocer que esa chica bajita es ELLA, se produce un cortocircuito cerebral que te lleve a llamarla "PJ!" como si la conocieras de toda la vida, y a estirar la mano izquierda y situarla delicada y cariñosamente en su brazo derecho en un gesto inconsciente que cualquier estudiante de psicología sabría descifrar como expresión impulsiva de deseo físico, psíquico y cualquier otro ámbito de relación humana posible o por inventar. Y ella se gira, te mira con curiosidad, mientras tú intentas elaborar un discurso mínimamente coherente con la catarata de ideas, imágenes, recuerdos, deseos y palabras que se te vienen encima completamente descontrolados por ese encuentro completamente inesperado y que ha despertado todas tus fantasías y excitaciones. Un discurso en inglés, claro. Al final todo se reduce a un decirle que has venido expresamente hasta aquí para verla grabar el disco en sus sesiones de 'Recording in Progress', y a un pedirle una foto, porqué quieres eternizar ese momento sublime más allá de los límites que tu maltrecha memoria pueda poner en un futuro. Y (hasta para eso es seductora) con total delicadeza, educación y dulzura, te pide que mejor que no, que prefiere no hacerse fotos, pero es que te lo dice de una manera, que a ti te sabe a gloria igual. Quizás le haya dado la sensación de groupie estúpido sin personalidad, y luego con la cabeza fría se me ocurren otras 1000 maneras de haber afrontado la situación, pero en ese momento concreto en que su aparición te cae como si fuera una presencia divina, como si hubieras traspasado la frontera prohibida entre tus deseos y la realidad, la capacidad de reacción es completamente incontrolable.


Ella sigue su camino flanqueada por los dos músicos que la acompañan (uno a cada lado), y tras un momento de duda, tu afán curioso y tu instinto de adoración del azar hacen que la sigas a distancia, para ver hacia adonde va, y como queriendo rebelarte ante la posibilidad de que vuestro cruce de caminos vital haya acabado allí. La realidad es tan mundana que simplemente se dirigen a la cafetería del enorme Somerset House para comer algo antes de continuar con la grabación, ignorando tu presencia paparazzi (mejor que sea así; no quiero que se quede con la imagen de que soy un psicópata acosador de famosos. Yo no soy así; esto es amor puro, y nada más...). Al final, en un ataque de cordura, o de prudencia, o de cobardía, opto por dejar que cojan fuerzas, y me voy para la entrada para coger sitio. Y la experiencia de verla grabando el disco se me pasa volando. Pero es simplemente maravilloso tenerla a unos metros delante tuyo sentada en un sofá blanco y cantando una preciosa nueva balada llamada 'I'll Be Waiting', y sentir que eres uno de los primeros privilegiados de todo el planeta en escucharla. Y mirar muy fuerte aquí y allí, como queriendo dejar bien grabada en tu mente esa escena, con todos los detalles, con el póster con 18 canciones y anotaciones en todas ellas, o el escudo dibujado en la pared, o el embrollo de cables e instrumentos de esa pequeña sala con dos mesas de Ikea como las de mi comedor (pero de color blanco, y no crema como las mías) que es un homenaje al dEsoRdeN y al caos. Y darte cuenta de lo laborioso y elaborado que puede llegar a ser el proceso de grabación de un disco de una artista como ella, que se pasa casi una hora matizando y probando cosas con un pequeño fragmento de una sola canción. Y sentir que eso que está pasando ante tus morros no es más que la culminación de la cadena de sucesos casuales en efecto mariposa; y poder decir así, sin temor a equivocarte, que tras tu encuentro de morros (físico, verbal y espiritual) con ella, has participado e influído decisivamente en el nuevo disco de la musa, PJ Harvey...




6 comentaris:

hiro ha dit...

Que fort!!!! quina sort noi!!!!! i encara que vas poder articular paraula! m'arriba a passar a mi, i entre els nervis i el meu anglès macarrònic faig el pena jajajajaja
I el moment dEsoRdeN en plan stalker jajaja mira que si t'arriba a reconèixer et demana ordre d'allunyament XD
M'alegro molt per tu! deu ser una passada poder assistir a la gravació d'una cançó de la PJ Harvey!

NaoBerlin ha dit...

En serio, os disteis un pico sin querer? JAJAJAJAJA qué crack!!! No es moco de pavo, que es Polly Jean Harvey. Un día me pasó una cosa, salvando mucho las distancias una cosa algo parecida. Por cosas del azar intercambié un par de palabras con uno de los bombones del Intermedio (una de las colaboradoras que ya no está) sin empezar yo. Y yo me quedé pensando, joder es que me sale llamarle por su nombre y ella no tiene ni puñetera idea de quién soy yo. Muy maja a todo esto la chica por cierto. Las cosas de la mass media ya se sabe.

dEsoRdeN ha dit...

Molt heavy, hiro! Jo encara flipo! Atzar, adorat atzar! :D va ser una meravella! Se'm va fer curtíssim, però un moment inoblidable!

Tanto como un pico no diría yo, NaoBerlin, pero fue un encuentro de película, jaja! Supongo que determinados personajes públicos acaban convirtiéndose como de la familia en nuestro subconsciente, jeje

yo, la reina roja ha dit...

Wow! Has hablado con ella... Yo hablé con ella en un sueño y flipé (así que te entiendo). Pues, ¡sigue disfrutando del recuerdo!

dEsoRdeN ha dit...

Tengo el recuerdo encerrado a cal y canto, Reina Roja! :)

(ya no puedo acceder a tu blog... :S)

Paola Vaggio ha dit...

Yo le vi las bragas en un concierto en Salamanca, estábamos muy cerca. Las llevaba doradas. Luego fuimos en tren a Madrid con el bajista. En fin, yo me enteré tarde de lo de la grabación, habrá sido una experiencia imborrable.