nO tENgO uN tíTuLo cLaRo, aSí quE No PoNgO niNguNo

Esta noche me ilumina la mágica voz de Eddie Vedder. Por cierto, el último disco con Pearl Jam también está bastante bien. Una grata sorpresa. Empezando mi particular fin de semana, y tras una magnífica velada con amigos a los que ya no veo tanto por circunstancias laborales. A ver si es verdad y conseguimos instaurar estas cenas al menos una vez al mes, porqué son reconstituyentes y ayudan a escapar del tedio cotidiano. Algo habrá ayudado también el volver a la universidad. No, ni como alumno ni como profe (ja! pobres alumnos si les cayera un maestro de tamaño desorden). Pero sólo entrar, me he impregnado de ese especial ambiente que se respira en las facultades, he tenido deja vus reconfortantes, y además me he atiborrado del enorme placer visual que supone bucear entre tanta belleza carnal. He ido a provocar al personaje al que visitaba con mi camiseta de Interpol, pero dudo mucho de que ese ignorante sepa quienes son. Es sólo otro personaje más de la Gran Mentira, a la que tanto deseo combatir. Se me acumulan los gastos, pero como decían hoy en una entrevista en el diario, en tiempo de crisis, vive de primera. No reprimas tus placeres, y serás más feliz. Sin duda. Los de hoy, la cena (con pastel de chocolate incluído, a pesar de los últimos estertores de guerrillas estomacales), y el abono combinado al Primavera Club y al Primavera Sound. Mucho más barato que de aquí a unas semanas. Y ya lo tengo, y me olvido. Dinero que ya no tengo, dinero por el que ya no sufro. ¿Y por qué sufrir por algo tan gilipollas, y que además es el símbolo por excelencia de la GM? Voy a mearme ahora mismito sobre un billete de 50