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Qué poder tiene la música, joder!! Mira que no me cansaré nunca de repetirlo. Una y otra vez. Como un loro. Estaba yo aquí ante la pantalla, con la desidia y la astenia de estos últimos días, y 'New Generation' me ha provocado un chutazo de energía juvenil que estoy por tocarme todo. "And I'm looooosiiiing myself...!!!". Siempre quise tener el peinado de Brett Anderson, y me compré mi primera chupa de cuero por imitarle a él. Cosas de la primera adolescencia. Ahora ya debo ir por la tercera o la cuarta, y sigo llevando chupas cuando hace frío, y escuchando rock'n'roll haga el tiempo que haga. Esas guitarras descarnadas me lo remueven todo ahí adentro, de manera inversamente proporcional a lo que lo hace la realidad. Si no fuera por esos universos paralelos que nos creamos en la cabeza y en el alma para protegernos de la realidad, la muy cabrona nos acabaría matando. Porqué nadie en su sano juicio podría soportar esta mierda de existencia en este planeta putrefacto. Suerte tenemos de la bendita locura que nos permite hacernos los suecos y sobrevivir. Por eso cuando estoy llegando al trabajo, en vez de plantearme qué coño hago dedicándole mi precioso tiempo a gente a la que no le importa si vivo o muero (Mozz dixit), me pongo a pensar en cuántas de las lolitas que hay en el patio del instituto de al lado conservarán su hímen. Estoy seguro que el porcentaje es infinítamente inferior al de los años que yo iba al instituto. Todo acaba derivando siempre en lo mismo, lo que demuestra que ésta es una sociedad que sigue dándole demasiada transcendencia al sexo. Y en vez de hacerlo algo cotidiano y trivial, se le convierte en algo de una transcendencia casi mística. Y acaba generando obsesiones, traumas, insatisfacciones... en fin, nada que no hayamos experimentado en una u otra ocasión. Pero no pasará nada mientras nos queden maravillas como 'Still Life'...