dijous, 27 de febrer del 2014

pSiCoANáLiSis A 4 eURoS





"We are only here briefly, and in this moment I want to allow myself joy"


Ver según qué películas en según qué momentos puede ser como escuchar según qué discos en según qué momentos: como una puñalada para que empiece a sangrar la autoreflexión. Como si viniera alguien, te pusiera un espejo delante, y te vieras en pelotas en mitad de la plaza más transitada de la ciudad. La putada de ser un sociable misántropo es que es fácil que te venga la vena sociable cuando tienes ganas de ser asocial, o viceversa. La putada de ser un obsesivo intenso es que cuando encuentras algo o alguien que te llena, te olvidas de todo(s) lo(s) demás. Sea un amor, sea una afición, sea un traslado. Y luego, volver a la normalidad no es fácil. Básicamente, porqué nada es normal, nadie es normal, y todo cambia constantemente, por mucho que puedas llegar a creerte que todo(s) va(n) a estar ahí donde lo(s) dejaste cuando lo necesites. Todos tenemos nuestros ritmos vitales y nuestras necesidades en cada momento, y eso son millones y millones de ritmos y necesidades chocando las unas con las otras en una caótica coreografía de vida anárquica. Y por si todo eso fuera poco, encima desde hace unos años nos han metido con un embudo y a la fuerza esos magníficos escaparates donde enseñarle a todo el mundo en un par de clicks lo fantásticas que son nuestras vidas y lo súper felices que nos sentimos siendo tan maravillosos. Aunque todo sea mentira. Coge una mierda de perro, la envuelves en papel de celofán, y tendrás una mierda de perro bonita; pero mierda de perro, anyway. Y de la misma manera que cada vez hay más diferencia entre ricos y pobres, también hay cada vez más distancia entre nuestras bucólicas vidas virtuales y nuestras mediocres realidades terrenales. Mucha gente se ha olvidado de esforzarse en ser feliz para centrarse sólo en parecerlo. Quizás por eso hace tiempo que dejé de colgar mi vida personal en el escaparate: no porqué no haga cosas interesantes, pero me parece más honesto quedármela para mi y para los que compartan esos momentos conmigo. O bien vomitarla bajo la máscara del dEsoRdeN, y que otros enmascarados digan o piensen lo que quieran sin prejuicios de realidad ni roles preconcebidos. No necesito que la gente crea que soy feliz; lo que necesito es serlo de veras. 

Creo que mi principal infelicidad es esta puta manía inevitable de ser tan crítico y juzgarlo todo. Me gustaría evitarlo, pero no puedo. Me gustaría no esperar nada de nadie, pero me sigo creyendo que hay gente de la que se puede esperar algo. Incluso sabiendo que nadie debería esperarse nada de mi, lo sigo creyendo. Incluso sabiendo que soy el primero que decepciona, sigo confiando que haya alguien que no me decepcione a mi. Y estos días de volver a la normalidad se me están haciendo cuesta arriba. Nos olvidamos fácil de nuestras rutinas cuando cogemos otras. Y es fácil que la gente se olvide de ti cuando te apartas un poco por las razones que sean. Estos días de querer volver a arrancar y no encontrar con quién se me están haciendo cuesta arriba. Me he vuelto a sentir solo. Ya no es algo deprimente. Llega un momento en que el ego asume que todo podría seguir igual sin ti. Pero aún así, sigue siendo algo triste no culminar una necesidad o un deseo. Y ya no se trata de sexo físico. Eso es algo que se puede suplir individualmente con tacto e imaginación. Pero ahora mismo desearía que me cayera alguien del cielo que se me follara el cerebro y lo dejara sudando y patas arriba. Al fin y al cabo, tampoco pido tanto...





dimecres, 26 de febrer del 2014

uN tíTuLo iNgEniOso, Un TítULO iNgeNioSo...





Muchos se sorprenden de que siga teniendo video. O de que no haya 'aprovechado' el traslado al mismo sitio para deshacerme de mis centenares de cintas VHS que me ocupan todo un mueble y parte de una librería. Ya, hay mucha gente sin alma, pero no es mi problema. Seguramente nunca conocerán el enorme placer de montarte un cine-forum en tu propio sofá. De buscar entre miles de horas de grabaciones y elegir esa peli que grabaste hace 13 años y no habías visto todavía. Es curioso ser tan hormiga y caos a la vez. Me encantan mis contradicciones, porqué patalean con rabia cualquier lógica. Y negar el ultraracionalismo es dogma inalienable del dEsoRdeN. En noches que te gustaría tener compañía, el cine siempre ayuda. Aunque luego te dé hambre y tengas aún más ganas de compañía. 

Todo va cogiendo forma. Y aunque todavía haya cosas por enmedio, y otras que ocupan espacio de alquiler, el souflé ordenador va bajando poco a poco. Incluso ya me puedo permitir momentos libres de perreo o actividades cotidianas sin mirar el reloj contra-reloj. Hoy he soñado que me entraban a robar, y aunque el tipo hacía 4 veces como yo, le inutilizaba mientras le decía a mi padre que llamara a la policía. Durante microsegundos de consciencia, me daba cuenta de que estaba soñando y de que estaba durmiendo solo en casa, y me preguntaba si no habría alguien robando mientras dormía. Que se llevaran la TV no me importaría; el drama sería quedarme sin mi colección de CD's; o de vinilos; o de libros; o de revistas; o de cassetes; o de DVD's; o de cintas VHS, claro...

Y hoy he ido a recoger mi nueva seña de identidad. Como son algo más anchas que las anteriores, no se me ha hecho tan raro como la última vez. Aunque al ser más cerradas, vuelvo a tener algún problemilla de empañamiento en según qué ambientes de exceso térmico. Hoy he recibido 2 mails en que me tocaba un montonazo de dinero. Hay que ver qué suerte tengo. Y mientras suenan nuevas melodías auriculares, diSoRderLand acoge el congreso mundial de Sillyphones tal que así...



...sí, ya hace tiempo que diSoRderLand es un poco bastante putilla con todo lo que huela a dinero venido de fuera. Y a nosotros, mientras, que nos den...



dilluns, 24 de febrer del 2014

vOLveR





Saco la cabeza de la espiral autista y respiro. Cambio trasteros por salas de conciertos, y paletas por buenos amigos o chicas a las que no me importaría cambiar de categoría o sub-rango. Ganas de recuperar tiempos perdidos y de llenar las nuevas paredes de historias que recordar. Los cambios nunca vienen solos, y nada como un suicidio involuntario de montura para decidir tirar adelante las ganas de renovar un poco la imagen; de hecho, hacía tiempo que venía dándole vueltas al tema y la rutina no me dejaba decidirme. Tapas de tocadiscos, muebles, cortinas... si no es una cosa, es la otra, pero el contador sigue bajando. Y la semana que viene me voy al carnaval de Cai. No he estado en mi vida, y admito que no acabo de estar demasiado motivado, pero supongo que un cambio de aires me vendrá bien. Me la suda que se caiga Whatsapp y no he visto el Salvados del 23-F. Hubiera preferido vivir la Guerra de los Mundos a ver cómo el mundo se rompe a pedacitos. Semana de mojarme por los míos y de luchar contra miedos e injusticias. Las noticias también andan llenas. No sé qué salvapantallas poner para encarrilarlo todo. A-Spaghetti está como un cencerro, y supongo que por eso me hace cierta gracia, al margen de que compartamos cumpleaños. No recuerdo haberme fijado nunca en una chica que estuviera bien de la azotea. Citas pendientes con la A-Lombarda y con E-Platónica. Y un concierto con L de Lesbiana para alegrarle un poco ese bajo momento anímico. Creo que por fin estoy haciéndole el boca a boca a mi líbido...



dimecres, 19 de febrer del 2014

i Am hERe





He vuelto a casa paseando de noche. Y con hambre. Como hacía tiempo que no me pasaba. La culpa es de Jehnny; y de Gemma; y de Ayse; y de Fay. No han parado de darme gasolina. De sacar a paseo al animal. De inyectarme violencia. Y nos (les) ha prohibido usar sus putos móviles durante una hora. Luces sombrías. Linea de bajo hasta el trance. Una guitarra que parece llorar en mitad de la noche. O una mirada de ida. Ian Curtis hecho mujer. Patti Smith 40 años después. Nick Cave con tetas pequeñas. Exfoliación de malas energías. Lavadora de obsesiones domésticas. Empujón a un armario empotrado 3 veces más grande que yo y con un cerebro 30 veces más pequeño. Headbanging. Soulbanging. Música oscura para tiempos oscuros. A la gente no sólo le falta follar más y mejor para ser feliz; a la gente también le falta rock. Actitud. Y valentía. Y cerebro, en muchos casos. La combinación rock + Hermano Ficticio R saca lo mejor de mi mismo. Necesitaba rescatarme. Sacarme de la espiral. dEsoRdeNarme. Volver a sentir la sangre hirviendo arriba y abajo. Volver a sentir el hambre. Abrir los ojos curiosos. Desatar el descaro y la inconsciencia. Mearme en la mediocridad de la rutina haciendo dibujitos de orín en su cara. Comerme con ansia y gula y cagarme en forma de caos...



dimecres, 12 de febrer del 2014

NeVeReNdiNg StOooOoOOoRyYYyyYyY, aAAh, AaAh, aaAh!!



La vida sigue a ritmo de hormiguita llevando migas de pan al hormiguero, en un cuento de nunca acabar. Cada semana me parece que será la última, pero acaba siendo la penúltima. O la antepenúltima. O la que viene antes, que no sé cómo se llama. Qué ganas tengo de poderme relajar y hacer mi vida, porqué como me decían ayer, es cansado y aburrido que se me haya caído el prefijo. Pero supongo que para dEsoRdeNar, primero es necesario un orden previo; y en eso ando, aunque pueda parecer contradictorio. ¿Acaso hay algo o alguien que no lo sea? Mi asociabilidad es tal que juraría que todavía no he salido en 2014, más allá de alguna cenita tranquila por el barrio. Es arriesgado pasar el día con uno mismo, porqué te puedes dar cuenta de que no hay compañía que lo pueda mejorar. Triunfo en la pequeña pantalla, aunque eso nunca te asegure a uno hacerlo también fuera. La inflamación del ego es una de las enfermedades más peligrosas del siglo XXI. El contraste de frío y agua caliente me abre la piel junto a la uña, y no por habituales, dejan de ser molestas las jodidas grietas cutáneas. Empiezo a recuperar el ritmo de irme a dormir tarde y levantarme ídem, y hace días que me ha dado por escuchar canciones aleatorias. Mañana mi leit-motiv serán los armarios, interiores y exteriores. Allí donde me gustaría encerrar a algunos: el PP recorta en un día la justicia universal y el derecho al aborto. Y lo que hubiera sido de justicia universal es que a todos esos parlamentarios rancios les hubieran abortado en su día...



dissabte, 8 de febrer del 2014

gOod TiMeS (wAnt yOu tO cOMe)



Ayer, o quizás fue antes de ayer, empecé a sentir ese cosquilleo en el cuerpo. A medida que las cajas, bolsas y maletas iban desapareciendo del paisaje doméstico, que aparecían nuevos espacios diáfanos, que entraban nuevos muebles y complementos por la remozada puerta, que recolocaba cuadros, muebles o plantas... las paredes se iban impregnando del espíritu dEsoRdeNado; los estantes empezaban a hablar de mi; las torres de CDs (ya son 6; tuve que comprarme otra, y veremos para cuánto me da...) cantaban mugrientas canciones añejas. Sentado en el nuevo sofá, los ojos se me iban a izquierda y derecha, y de arriba a abajo, preguntándose admirados si ése era el mismo espacio que habían visto durante casi una década. Cuestionándose cómo había vivido ignorando esas preciosas vigas escondidas bajo un falso techo, y la de cantidad de misterios similares que deben rodear nuestra cotidianidad sin que lo podamos, ni tan siquiera, sospechar. Las miradas y palabras de mis padres tras la primera comida delataban felicidad, porqué su 'niño' había ganado estatus espacial. Los 'aromas' a pintura o disolvente delataban la virginidad recién estrenada de un espacio ávido de nuevas experiencias. Y aunque todavía falten un par de cortinas, y ordenar los armarios, y limpiar el balcón, eso ya me parecen menudencias que superar con la puntita. ¿Qué deben de ser un par de kilómetros para el que ha atravesado todo un desierto y ya empieza a otear la playa y a sentir el fresco aroma del mar?

Revivo la excitación de los primeros días de independencia; aquellos en los que morías por enseñar tu palacio a quien fuera, para compartir tu alegría y orgullo por ese minúsculo rincón de mundo en el que tú, y sólo tú, eres único soberano. Donde tú, y sólo tú, marcas horarios, himnos, pautas y normas, sea para seguirlas o no. Y ahora recuperas también esa cierta disciplina voluntaria y espontánea para que todo se mantenga limpio y en su sitio, guardando un equilibrio en tu dEsoRdeNado mundo. Y esa dinámica detallista, y ese querer encontrar soluciones prácticas a tus problemas cotidianos domésticos, y esa gestión pragmática de tus propios espacios. O ese enorme placer que siempre me ha resultado visitar al gigante sueco, del que soy ferviente admirador. Y el orgullo de hacerlo justo a una hora en que no hay casi nadie (la hora de comer entre semana, básicamente) y sentir ese placer tan similar al que te produce pasear de noche por calles y avenidas solitarias, como si fueran casi única y exclusivamente tuyas.

Y tejiendo sueños leyendo a Patti, gozando de uno de los primeros momentos de relax real de los últimos 3 meses, me han entrado ganas de escribir. Porqué tenía que dejar constancia para la historia dEsoRdeNada de este momento en el que, por fin, tras múltiples sufrimientos, preocupaciones y dolores de cabeza, creo estar volviendo a encontrar mi espacio. Y no sólo hablo de estas 4 confortables paredes...



dimecres, 5 de febrer del 2014

pONieNdO eStANteS aL dEsoRdeN



Semana 2 en el New diSoRdEr's Palace. La selva es cada vez menos frondosa, y empiezo a ver la luz atravesando el caos. Sigo jugando al tetris, pero las piezas cada vez son más fáciles de encajar. Gano horas de sueño, y voy recuperando ritmos y hábitos, poco a poco. Ahora ésto aquí, ahora aquello allá, y cada vez más todo se va impregnando de tu espíritu. Es curioso, porqué me estoy dando cuenta de que me gusta ordenar el caos. Sí, soy todo dEsoRdeN, pero me gusta moldearlo a mi manera, y que sea MI dEsoRdeN, único e irrepetible. Es como cuando te vas de viaje y llegas a tu habitación de hotel, apartamento, casa o lo que sea; sacas las cosas de la maleta, y pones esto en el cajón, aquello en el baño, y eso otro en la silla. Y te organizas tu propio caos a tu manera. En este caso, ha sido un Máster en Organización de Desastres, que son justo las siglas de mi alfombrilla de pie de cama...