bANdeRa pOP!

Empecé el día confirmando que la S-When-I-Fall-In-Love (la misma de los últimos posts) tiene novio, y lo acabé besando a la Tica P (antes conocida como P costarricense, pero me gusta más este otro pseudónimo...). No la recordaba tan bella y sexy, pero también es verdad que cuando la conocí en el Sidecar el nivel de sangre en alcohol de mis venas era mínimo. Y mi percepción espacio-sensorial, subterránea. Efectivamente, mis sospechas eran ciertas, y el supuesto novio pasmarote belga no era tal, sino un simple amigo de su hermano tico. Con razón no reaccionó ante nuestros efusivos gestos cariñosos la noche primera. La noche segunda, ayer, fue más de un mes después, cuando nuestras agendas de ministros nos lo permitieron. Quedamos en el Zuric, tomamos unos cocktails de rica empatía en el Rita Blue, y nos fuimos al Salamandra. Años con la curiosidad de ir allí, y tiene que venir alguien desde miles de kms. para enseñártelo. Manda huevos. Hablo con la cumpleañera venezolana, con más compañeros de su master, o con Chica Alta Croata Busca, pero yo esta noche no busco, porqué ya he encontrado, y mi conversación no deja de ser un gesto puta para buscar un poquito de celos costarricenses que despierten lo que hay que despertar. Y supongo que funciona, porqué la Tica P y un servidor nos vamos invitando a rondas. Bailamos la música un tanto fulañera que pincha el dj, y el gusto de la Tica P por Portishead, Radiohead y otras bandas afines que no necesariamente acaban en -head acaba de desbordar el tapón de mi líbido. Rechaza mi primer ataque, como debe de ser, y tras un buen rato de hacerme el sueco, es ella quien viene a buscarme. Frente con frente, como dos ciervos en plena lucha, me hago el duro, aunque la supuesta sangre fría hierva por dentro a 3000 grados centígrados. Algo hierve, algo se derrite. Labios de plastilina, lenguas-anguila, ojos brillantes y mares de gozo. Manos fundidas, gente difuminada. Jornada de irreflexión y canciones con aliento rosa.