Tras el Azkena, este fin de semana, de jueves a domingo, toca Vida festival. Amenaza lluvia, y eso sería una gran putada para nuestro plan de apartamento playero, y para los conciertos, claro. Cruzaremos los dedos. Ya tengo billetes y pre-reservas de alojamientos para la escapada escandinava, y he quedado con una excompañera de trabajo que vive en Suecia para vernos por allí. Tengo muchas ganas. Mañana viene el arquitecto a comprobar las obras y dar el visto bueno final... pero los vecinos de delante han detectado cosas que no están bien acabadas, y me intuyo pollo. Odio estos marrones de la Gran Mentira que no me importan lo más mínimo. La semana que viene he invitado a mis padres al concierto de Maria Arnal i Marcel Bagès. Posiblemente también venga E-Platónica, pero habrá que dejarle claro a mi madre que sólo es amiga mía. Se muere de ganas de ser abuela, pobrecica mía, y no está entre mis planes, y mis percales amorosos siguen tan inciertos como siempre...
...hoy hemos ido con La Chica Con Pelo De Chico a la exposición de Bowie. Sí, es mi segunda vez, pero la primera fue por curro, y ya tenía entradas compradas hacía meses. Se la regalé para su cumpleaños, y aprovechando que esta semana no trabaja, nos hemos dejado caer por allí durante una exhaustiva visita de 3 horas. Todo sigue igual de indefinido. Besos, abrazos y complicidades por una banda, pero distancias y frialdades por otra. Sigo sin saber por donde cogerla, y noto que a veces me reprimo por no agobiarla. Le he regalado un libro de uno de sus artistas preferidos y ha flipado, pero le cuesta ser efusiva, y eso me descoloca. Besos y sonrisas, pero no me dice nada de la dedicatoria, o no quiere ir a tomar algo después porqué tiene cosas que hacer... parece que estemos con los roles de género tópicos y típicos cambiados. Que me da igual, porqué son roles estúpidos, pero parece obvio que vivimos momentos e intensidades distintas. No sé cuánta paciencia tendré. Me apetece un montón, y no hace tanto era ella la que me lanzaba indirectas pidiendo más, pero sigue con sus dudas e inseguridades. La semana que viene empieza el nuevo trabajo, que es ahora su tema central y principal causante de las fragilidades vigentes. Estoy haciendo un esfuerzo por tomármelo con calma (calma yo? Sí, parece utópico, lo sé...), con naturalidad, e incluso con buen humor, pero a veces me parece estar viviendo lo que una vez me dijo de su inconsciente costumbre de buscarse historias imposibles y autoboicotear las que podrían funcionar. En una realidad ideal, no debería sentir este regustillo amargo tras un día como el que hemos pasado hoy...
2 comentaris:
Qué ritmo llevamos jodío, primero Azkena y ahora Vida (quizás un primavera en diminuto, pero abarcable, aunque me intuyo un atraco a mano armado con los precios). Por otra en cuanto a Artal... no se le han cruzado un poco los cables?
...y ya veníamos de Primavera, claro... ;) En el Vida me estreno y tengo muchísimas ganas, porqué tod el mudo me habla maravillas del lugar. Ya contaré... :) Artal? Me pillas en fuera de juego
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