Resaca y agotamiento, físico y mental. Ser yo es muy exigente cerebral y emocionalmente. Extenuante, diría. Supongo que los que me sufren alrededor lo deben notar y sufrir también. Mi lado femenino también es muy acentuado en este sentido. Voy a bandazos, y a impulsos, y a reflexiones posteriores que me hacen ver todo lo que hago mal antes. Vivo una época bastante alterada en este sentido. Quizás me esté saliendo todo lo que no había gastado en mi larga etapa de ultraescepticismo amoroso. Sigo sin creer en el amor, porqué él nunca ha creído en mi. Pero a veces (pocas, todo sea dicho), hay quien consigue que te dejes ir. Como el crío que se aleja del borde de la piscina y se adentra temerario a la zona central, donde ni siquiera hace pie. Yo al final siempre me acabo ahogando, lastrado por las mismas rampas mentales y emocionales. Es un no aprendizaje constante y repetido hasta la extenuación. Porqué es realmente extenuante, y desgasta una barbaridad anímicamente. Justo anoche vi a E-Platónica, cenando en casa de Rubiaza Locuela. Luego nos fuimos ella y yo juntos, y ese breve paseo abrazados y cogidos de la mano me hizo sentir un deja vu de los días (meses/años) más intensos de mi vida. Nos besamos fuerte porqué vivimos fuerte. Te cambio la rutina por un salto al vacío, canta Marc en la nueva canción de Dorian. Se engancha bastante. Pero para enganche, el que tengo yo con el disco de Maria Arnal i Marcel Bagés. Una puta maravilla. De principio a fin. Intensidad emocional proporcional a mi estado dEsoRdeNado vigente...
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