Hoy ha sido un día extraño. Me ha chocado la repentina muerte de Lemmy. Quizás sea un buen momento para empezar el libro sobre él que me regalaron para mi cumpleaños. Para rematarlo, por la noche me he enterado también de la muerte del batería de los Specials. Es curioso cómo te pueden afectar, ni que sea fugazmente, las muertes de gente a la que ni tan siquiera conoces, pero que no dejan de ser como parte de tu familia. De la familia REAL y no aleatoria, me refiero (al margen de tus padres biológicos, que sí son reales y adorables con todos sus virtudes y defectos; al menos, en mi caso); yo digo la familia que ha estado ahí toda tu vida, la que has ido eligiendo, y te ha acompañado en alegrías, tristezas, euforias y frustraciones, cantándote cosas que pusieran sonido a tus estados anímicos de cada momento. Me ha indignado que en las noticias le hayan dedicado 30 míseros segundos a Lemmy, y después hayan ocupado una pieza eterna a un concierto del mediamierda insoportable de Joan Dausá. No le soporto. Representa el niño bien sin alma y de clase media-alta que tanto detesto. Cada vez detesto más a la sociedad en general (sí, es posible detestarla todavía más de lo que ya lo hacía). En este caso, hablo de mi entorno social. El de diSoRdErLand. El que decía que estaba haciendo la revolución de las sonrisas,y ahora se comporta como una panda de mafiosos camorristas intolerantes demagogos. Siempre será más fácil descargar las frustraciones colectivas contra una pequeña minoría de gente que intenta creer y crear algo nuevo, a tener las narices de demostrar esa misma vehemencia contra los hijos de puta que nos asfixian poco a poco en el día a día. Muchos de los que denunciaban la catalanofobia y la propaganda mediática desde ciertos sectores del españolismo más rancio ahora están haciendo exactamente lo mismo contra la CUP, y eso me hace vomitar. Me repugna esa doble moral, y el conservadurismo que desprenden todos esos dispuestos a salvar a un cadáver político como Artur Mas, que lleva 3 años aprovechándose del famoso 'Procés' para salvar su culo corrupto y exterminador de derechos sociales. Nos reímos de que las elecciones en España las siga ganando la derecha, y aquí somos (son) igual o peor. Estoy sintiendo verdadero ASCO de mi tierra y de buena parte de su población estas últimas semanas. Llegué a creerme que todo esto iba de una gran masa de gente dispuesta a recuperar derechos perdidos y a enviar a tomar por culo a la antigua clase de políticos mangantes, pero ya me estoy dando cuenta de que todo era una puta farsa, y que la lucha de clases no interesa a demasiados. Quizás algún día se les caiga la venda de los ojos, pero conmigo que no cuenten para su falsa revuelta de salir de Guatemala para caer en Guatepeor. Si no hay cambio real, no me interesa...
Y a todo esto, la fiesta que estamos preparando sigue ocupando buena parte de mi creatividad y energías positivas. Al margen de la excitación en sí, montar algo así entre 4 personas no deja de ser un buen reto para alguien tan individualista como yo. Es una buena prueba de fuego para medir también mi grado de tolerancia, flexibilidad y generosidad hacia los demás. Admito que a veces me cuesta ceder ante cosas que yo haría muy diferentes, pero me esfuerzo en no ser vehemente a la hora de defender mis ideas. Sí que es cierto que en aspectos creativos he tirado millas a mi aire sin consultar más de una vez, pero como casi siempre acaban quedando contentos de los resultados, la cosa fluye con bastante armonía. Bueno, es cierto que una de las chicas es bastante negativa y suele poner 'peros' a casi todo, pero ya sólo por el hecho de compartir esa percepción el otro día con el otro chico y tejer una empatía más, ya vale la pena capear con esa situación. Casi sin darnos cuenta, hemos conectado bastante con A-Carismático en estos últimos meses, y los espacios comunes me han permitido abrir la puerta a nuevas caras con las que teñir la rutina de excitación. Una de ellas es J-de-las-Afueras, sí, que es amiga de la novieta que tiene ahora A-Carismático. Tengo la sensación que ella quiere liarnos, porqué le habla de mi y ayer me insinuó que le diría de venirse con nosotros en fin de año. Quizás sea la erótica del poder, o que la actividad y la creatividad pintan caras más atractivas de nosotros mismos ante los ojos ajenos. Sea como sea, me gusta también esta sensación de estar generando algo de la nada. Crear no deja de ser un acto mágico: das forma a algo que no existía previamente, sea más o menos original. Y en este caso, lo haces para que más gente lo disfrute, aún sabiendo que el día D será seguramente algo estresante, y no podrás disfrutar tan libremente como si fueras un mero asistente. Pero en el fondo siempre me ha encantado el papel de liante, y de generador de caos relacionales entre humanos de distintos ámbitos. Así que espero sentirme como pez en el agua. Estoy convencido que recordaremos esta fiesta durante mucho tiempo, y será el inicio de algo que ahora mismo no soy capaz de calcular ni prever.
Y, a todo esto, no suena nada mal la banda de la pequeña Coco Moore Gordon (o al revés; desconozco el orden de los apellidos...). De tales palos, tal astilla sónica-terrorista...