fiLoSofíA dEsoRdeNada

En días como hoy en que la estupidez humana de alrededor me sobrepasa, un buen ejercicio es ponerme a Marilyn Manson mientras leo frases lúcidas de Nietzsche. Como diría él mismo, "el individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo." Este fin de semana me ha tocado vivir alegrías colectivas de signo diverso, y a pesar de compartirlas parcialmente, he celebrado enormemente ser yo mismo para intentar coger la distancia necesaria que evite que te contagies demasiado y des ese pequeño paso que va de la euforia a la gilipollez integral. Sin nada de fibra, claro. Como me amo y me odio por igual, asumo mis odios hacia los demás como algo natural. Porqué las personas somos seres realmente despreciables que, de tanto en cuanto, nos hacemos querer. Solemos ser despreciables por el maldito miedo que nos corroe, pero esos otros momentos de amor y empatía son maravillosos y, en parte, compensan todo lo demás. Igual que la existencia de antihéroes como al que hoy le he tocado cariñosamente la cabeza. Aunque todo eso no quita que sobre mucha, muchísima cretinidad en el planeta. Por ello, la mejor rebelión que se me ocurre es ser todo lo amable y generoso posible con los demás; y si no te corresponden y se intentan aprovechar, barra libre de bilis. Si alguien lo necesita, en las mugrientas alcantarillas del dEsoRDeN tengo chupitos de sobras...