Me debato entre las ganas de enviarte a la mierda y las de abrazarte fuerte y decirte lo mucho que te echo de menos. Tengo ganas de escribir crudo, porque crudo me siento. Paso casi cada día por delante de tu casa a 3 minutos de la mía deseando que nos encontremos y desbloquear esta situación absurda. Lucha de orgullos y de incapacidades, y la casa sin barrer. Irónico, con lo obsesa de la limpieza que eres tú. Como mínimo mi dEsoRdeN interno y externo parecen más coherentes. Aunque yo no lo sea de facto. Un día tengo ganas de vomitarte toda mi rabia, y al otro de escuchar tu versión de la historia, y entenderte, y perdonarte todo lo que me estás haciendo, que sigo sin saber qué es, pero lo siento a gritos. Aunque sigas callada e inexpresiva, como es habitual. Las incógnitas son la clave de esta historia que ha acabado siendo histeria. No hay nada más desesperante que esperar. Y yo sigo esperando que mañana sea el día en que al fin reacciones y me escribas, pero ya van unos cuantos mañanas sin noticias tuyas. Los cuento por decenas. O por decesos. Cada día muero un poco más por dentro aunque por fuera lo disimule bien. Pero soy ruinas romanas, y quizás de aquí a 1000 años vengan a visitarme en masa, y a hacerse selfies conmigo sin importarles una mierda el por qué acabé así. Confío que la humanidad se haya extinguido antes. No te entiendo. Y te detesto por ello. Detesto y deseo no son tan diferentes. Yo tengo de ambos para ti, pero no sé qué tienes tú para mi. Ni tan siquiera sé si tú lo sabes. Todo sería tan simple si no fueras tan compleja. Porque todo es facilísimo cuando ni tú ni yo lo complicamos. De tan contradictorio, acaba siendo cruel. Como un ángel escribiendo sobre sus demonios, que también son los míos y los tuyos...
dimecres, 29 de gener del 2020
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Me debato entre las ganas de enviarte a la mierda y las de abrazarte fuerte y decirte lo mucho que te echo de menos. Tengo ganas de escribir crudo, porque crudo me siento. Paso casi cada día por delante de tu casa a 3 minutos de la mía deseando que nos encontremos y desbloquear esta situación absurda. Lucha de orgullos y de incapacidades, y la casa sin barrer. Irónico, con lo obsesa de la limpieza que eres tú. Como mínimo mi dEsoRdeN interno y externo parecen más coherentes. Aunque yo no lo sea de facto. Un día tengo ganas de vomitarte toda mi rabia, y al otro de escuchar tu versión de la historia, y entenderte, y perdonarte todo lo que me estás haciendo, que sigo sin saber qué es, pero lo siento a gritos. Aunque sigas callada e inexpresiva, como es habitual. Las incógnitas son la clave de esta historia que ha acabado siendo histeria. No hay nada más desesperante que esperar. Y yo sigo esperando que mañana sea el día en que al fin reacciones y me escribas, pero ya van unos cuantos mañanas sin noticias tuyas. Los cuento por decenas. O por decesos. Cada día muero un poco más por dentro aunque por fuera lo disimule bien. Pero soy ruinas romanas, y quizás de aquí a 1000 años vengan a visitarme en masa, y a hacerse selfies conmigo sin importarles una mierda el por qué acabé así. Confío que la humanidad se haya extinguido antes. No te entiendo. Y te detesto por ello. Detesto y deseo no son tan diferentes. Yo tengo de ambos para ti, pero no sé qué tienes tú para mi. Ni tan siquiera sé si tú lo sabes. Todo sería tan simple si no fueras tan compleja. Porque todo es facilísimo cuando ni tú ni yo lo complicamos. De tan contradictorio, acaba siendo cruel. Como un ángel escribiendo sobre sus demonios, que también son los míos y los tuyos...
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6 comentaris:
El cuento de nunca acabar, veo...
No me gusta leerte así, te guardo un abrazo inmenso, en breve... Te lo doy. ❤️
Em sap greu que estiguis així, i que les coses siguin tan complicades poden ser tan senzilles.
Una abraçada!
Pd: quina meravella aquest tema de l'Angel Olsen!
Creo que has logrado transmitir parte de tu demonio.
Que difícil es todo a veces. No te hagas mala sangre, todo dolor cicatriza, tarda pero un día estarás en paz con ella.
Mucha fuerza.
Besets
Se trata de aquello que los freudianos llamaban ambivalencia de sentimientos. Pobres aquellos freudianos, ¿cómo navegarían hoy en estos tiempos líquidos?
Buen texto, felicidades.
Francesc Cornadó
la eterna contradicción , un sentimiento, una idea, cada minuto, cada segundo... al final casi es mejor tirar un dado y lo que salga, ¿verdad?
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