Ha pasado una semana de la revelación de las palabras punzantes, y nuestro habitual carrusel parece haberse quedado parado en un pequeño remanso de paz, reconciliaciones, y todo aquello que comporta echarse de menos. Mejor eso que echarse de más. Echarse unas risas cada vez que nos vemos también es una buena fórmula, y no deja de ser otro intento desesperado para que se te caigan la venda de los ojos y los miedos, y devolvamos esta historia a su curso natural. El encuentro casual de ayer tuvo un punto de magia mundana, en mitad de la calzada, tú con tu aire alterado de siempre, y yo con dos bolsas de basura en la mano. El antipríncipe y la antiprincesa. Menudo par de tarados. Tarados alterados. Yo no sé qué narices pasará contigo y conmigo. Sólo sé que el camino está siendo movido. Y aunque eso siempre está mejor que el aburrimiento de una vida plana, un mal final podría ser bastante catastrófico para nuestra salud mental y nuestros equilibrios internos. No me atrevo a decir que en los últimos días he logrado estabilizarlo un poco, porque eso normalmente acaba con un desequilibrio de grado 9 en la escala dEsoRdeNada. Y mañana tenemos que vernos y hablar de muchas cosas pendientes, y seguro que eso nos remueve muchas cosas, para bien o para mal...
dimecres, 4 de desembre del 2019
cAMí dE La cReU
Ha pasado una semana de la revelación de las palabras punzantes, y nuestro habitual carrusel parece haberse quedado parado en un pequeño remanso de paz, reconciliaciones, y todo aquello que comporta echarse de menos. Mejor eso que echarse de más. Echarse unas risas cada vez que nos vemos también es una buena fórmula, y no deja de ser otro intento desesperado para que se te caigan la venda de los ojos y los miedos, y devolvamos esta historia a su curso natural. El encuentro casual de ayer tuvo un punto de magia mundana, en mitad de la calzada, tú con tu aire alterado de siempre, y yo con dos bolsas de basura en la mano. El antipríncipe y la antiprincesa. Menudo par de tarados. Tarados alterados. Yo no sé qué narices pasará contigo y conmigo. Sólo sé que el camino está siendo movido. Y aunque eso siempre está mejor que el aburrimiento de una vida plana, un mal final podría ser bastante catastrófico para nuestra salud mental y nuestros equilibrios internos. No me atrevo a decir que en los últimos días he logrado estabilizarlo un poco, porque eso normalmente acaba con un desequilibrio de grado 9 en la escala dEsoRdeNada. Y mañana tenemos que vernos y hablar de muchas cosas pendientes, y seguro que eso nos remueve muchas cosas, para bien o para mal...
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4 comentaris:
El antiprincipe con dos bolsas de basura.
:)
A mi me pareces encantador.
Besos (y hasta mañana)
Mucha suerte Des!!!!
Ánimo. El mal trago hay que pasarlo, pero no es eterno. Volverá el equilibrio.
Un beso ordenado.
caminas, tropiezas o te empujan, crees que te caes, pero sigues, con menos equilibrio, pero sigues.. en eso consiste la vida, en estar siempre a punto de caerse y no terminar de hacerlo ;)
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