Por momentos me parece estar alcanzando cierta serenidad emocional. Si se me permite, y sé que es demasiado decir para mi dEsoRdeN, incluso algo de equilibrio. En los contrastes uno puede ver la virtud, y valorar los niveles de autoengaño anteriores. Se lo comentaba anoche a R-Ojos-Claros, aunque me dé miedo decirlo muy alto para no cagarla y atraer justo lo contrario: últimamente me siento feliz. Ni que sea más de lo habitual. Hay una gran cómplice en todo ello, y a partir de aquí viene todo lo demás. Y todas las demás. Y la doble pirueta del azar me parece bizarramente extraordinaria. Ese "gracias por existir" es recíproco. Tremendamente recíproco. Ese "no sé com t'ho has fet en tan poc temps, però t'estimo moltíssim" es real, y no sólo hipérbole eufórica por ausencias acumuladas. Por una vez parece que todo cuadre, aunque no todo cuadra. Porque nada es perfecto, y la imperfección es dolorosamente bella. Como bello es observarte mientras cantas al dedillo las canciones de los granadinos. Te brillan los ojos y me encanta como vuela tu pelo panocha a un lado y al otro cuando giras la cabeza al ritmo de la música. Me parece un regalo ese presente y las emociones de incierto futuro que genera. Y me parece casi increíble la sintonía, por muchos fantasmas que haya revoloteando, amenazadores. Algo acabará fallando, seguro, pero mientras tanto, que nos quiten lo bailado. Y lo reído. Y lo charlado. Y lo soñado. Y lo compartido. Me sigue resultando misterioso que pueda haber tanta conexión y complicidad con ciertas personas, y todo lo contrario con la mayoría. Químicas y actitudes, supongo. Ya estoy tachando títulos de la lista de películas que me has recomendado, y he empezado a hacerte la mía. Y casi ni me importa que ahora estés por ahí, con alguien del que percibo claramente que también querría más cosas de ti. Consigues casi arreglarme hasta eso. Y digo "casi", porque uno nunca puede cantar victoria ante sus propios monstruos internos. Yo podría hablar también de quien me ronda últimamente. O sería más exacto decir que nos rondamos mútuamente, no nos engañemos. Pero esta noche quiero palabras puras y monográficas, ni que sea como manera de decirte gracias por ayudarme a sacar mi YO preferido. Ojalá haya venido para quedarse, y también tú. Y que se hunda el Titanic mientras nos tengamos como bote salvavidas.
2 comentaris:
AY ! Mi desorden.... que se me enamora.... :) me gusta verte así, amigo.
Un besazo enorme.
Jeje, creo que es más euforia vitalista que optimismo, Cé. Pero sí, últimamente me he sentido bien :)
Espero que no, Laura, que me gustaría sentir sin perder la cabeza. Ni que sea por una vez...
lametones
Publica un comentari a l'entrada