Cuando escucho a Sonic Youth, tengo la impresión de que el 99% de bandas actuales son una puta mierda. Es una percepción falsa, pero aunque me encantan muchísimas bandas actuales y mi percepción instintiva de la música hace que me exciten de manera inmediata muchos y variopintos artistas, también tengo claro que son artistas menores. En comparación a... sí, ya sé que las comparaciones son injustas, pero también humanas. Hace un rato me he acabado 'Estragos de Una Juventud Sónica', la biografía de Ignacio Julià sobre la banda neoyorquina. Sí, ya sé que el 80-90% de libros que me leo son biografías musicales. Es un género que me encanta. Ponerle contexto a canciones y discos que has escuchado decenas, o centenares de veces, te puede cambiar la percepción que tengas de ellos, o completarla. En este caso, ya había leído meses atrás la biografía de Kim Gordon, y es interesante ver esa doble versión de una banda tan monumental como ellos. Presiden mi sala de estar, junto a PJ Harvey, y también otros pósters enmarcados de los Sonics, Suede o Mando Diao. La música es lo más parecido a un dogma de fe en mi vida. Ateo convencido, beligerantemente antireligioso, y misántropo ultraescéptico en todo lo referente al ser humano, yo sólo creo en el poder de la música. Suena tópico, pero es real. Realmente es un refugio ante la hostilidad exterior. Un escudo ante las decepciones diarias, y la insatisfacción general. Hoy pensaba en lo tremendamente aburrida e insatisfactoria que me resulta mi vida a veces, por muchos momentos de excitación que sienta de manera puntual. Quizás sólo sea un maldito miniburgués de vacío eterno, por mucha alma rebelde que sienta, y por muy a contracorriente que vaya en muchos aspectos y maneras de funcionar y de pensar. Al final acabamos siendo nuestra mayor mentira. Como para tener un salvoconducto que nos proteja de nuestras propias miserias y vulgaridades. Quizás no seamos tan únicos como pensamos. O quizás sí, y no sabemos manejarlo. Ha habido momentos de mi vida reciente en que he creído haber llegado a cierto equilibrio y paz interior, pero al final siempre acaba volviendo el conflicto interno. Sí que hay muchas cosas de mi mismo que me gustan. Mucho, incluso. Pero sigue habiendo tantas otras que no. Y sigo sin entenderme muchas veces. Con los demás, ya ni lo intento. Suficiente tengo con lo mío, y al fin y al cabo, el 95% de los demás me importa tres pitos. Así, como sentimiento de reciprocidad, vaya. Muchas veces tengo la sensación de que podría morirme hoy mismo y se darían cuenta bien pocos. Sí, estoy algo negativo. Quizás sea la vuelta de la rutina, y el haber perdido ilusión por lo que me mantenía excitado en el último año. O insatisfacciones en loop en el terreno emocional. O ese eterno sentimiento de soledad que acaba volviendo periódicamente. O la poca conexión con la realidad exterior. Tiene que ser la polla llegar a ser tan estúpido como para creer en la opción de una felicidad real y armoniosa. Tiene que ser la polla ser insensible e impermeable. En mi próxima vida quiero ser chubasquero...
dimecres, 19 d’abril del 2017
eN Mi pRóXimA VidA qUieRO SeR chUbASquErO
Cuando escucho a Sonic Youth, tengo la impresión de que el 99% de bandas actuales son una puta mierda. Es una percepción falsa, pero aunque me encantan muchísimas bandas actuales y mi percepción instintiva de la música hace que me exciten de manera inmediata muchos y variopintos artistas, también tengo claro que son artistas menores. En comparación a... sí, ya sé que las comparaciones son injustas, pero también humanas. Hace un rato me he acabado 'Estragos de Una Juventud Sónica', la biografía de Ignacio Julià sobre la banda neoyorquina. Sí, ya sé que el 80-90% de libros que me leo son biografías musicales. Es un género que me encanta. Ponerle contexto a canciones y discos que has escuchado decenas, o centenares de veces, te puede cambiar la percepción que tengas de ellos, o completarla. En este caso, ya había leído meses atrás la biografía de Kim Gordon, y es interesante ver esa doble versión de una banda tan monumental como ellos. Presiden mi sala de estar, junto a PJ Harvey, y también otros pósters enmarcados de los Sonics, Suede o Mando Diao. La música es lo más parecido a un dogma de fe en mi vida. Ateo convencido, beligerantemente antireligioso, y misántropo ultraescéptico en todo lo referente al ser humano, yo sólo creo en el poder de la música. Suena tópico, pero es real. Realmente es un refugio ante la hostilidad exterior. Un escudo ante las decepciones diarias, y la insatisfacción general. Hoy pensaba en lo tremendamente aburrida e insatisfactoria que me resulta mi vida a veces, por muchos momentos de excitación que sienta de manera puntual. Quizás sólo sea un maldito miniburgués de vacío eterno, por mucha alma rebelde que sienta, y por muy a contracorriente que vaya en muchos aspectos y maneras de funcionar y de pensar. Al final acabamos siendo nuestra mayor mentira. Como para tener un salvoconducto que nos proteja de nuestras propias miserias y vulgaridades. Quizás no seamos tan únicos como pensamos. O quizás sí, y no sabemos manejarlo. Ha habido momentos de mi vida reciente en que he creído haber llegado a cierto equilibrio y paz interior, pero al final siempre acaba volviendo el conflicto interno. Sí que hay muchas cosas de mi mismo que me gustan. Mucho, incluso. Pero sigue habiendo tantas otras que no. Y sigo sin entenderme muchas veces. Con los demás, ya ni lo intento. Suficiente tengo con lo mío, y al fin y al cabo, el 95% de los demás me importa tres pitos. Así, como sentimiento de reciprocidad, vaya. Muchas veces tengo la sensación de que podría morirme hoy mismo y se darían cuenta bien pocos. Sí, estoy algo negativo. Quizás sea la vuelta de la rutina, y el haber perdido ilusión por lo que me mantenía excitado en el último año. O insatisfacciones en loop en el terreno emocional. O ese eterno sentimiento de soledad que acaba volviendo periódicamente. O la poca conexión con la realidad exterior. Tiene que ser la polla llegar a ser tan estúpido como para creer en la opción de una felicidad real y armoniosa. Tiene que ser la polla ser insensible e impermeable. En mi próxima vida quiero ser chubasquero...
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4 comentaris:
Por qué no eres una chica? :P A veces coincido contigo en muchos pensamientos. Creo que es la gracia que tienen los blogs personales, leer a alguien y sentirse reflejada. A mí me encanta la música, pero a veces no consigo que sea un oasis como te sucede a ti. Pero sí me
pasa con el cine o con las series. Escuchaste lo nuevo de Feist? Yo fui muy fan de feist hace años y dio un conciertazo en el Apolo hace ya tiempo... El single del nuevo disco me recuerda a nuestra polly jean harvey de los inicios. Gracias por esta entrada tan acogedora. Recuperar ilusiones es uno de mis objetivos.
Muchas veces creo que lo soy; te gustaría que lo fuera...? ;D No sé, siempre he tenido el lado femenino bastante desarrollado, creo, en cuanto a sensibilidades y empatías. Aunque luego también tengo un lado masculino muy impetuoso. Soy dEsoRdeN, ya sabes... sí, estoy de acuerdo. Justo anoche pensaba con tristeza en la época en que había tantísimos blogs y tantos comentarios e interacciones, y tanta gente dejando ir cosas interesantes con las que empatizar, o debatir, o cuestionarte cosas. Me encanta cuestionarme cosas. Ya hace tiempo que esto de los blogs está bastante muerto. La reflexión o la pausa han sido derrotadas por la urgencia y el ruido de las redes sociales y las relaciones exprés. Es una pena...
...sí, a mi la música se me cala hasta las vísceras. A veces me calma, a veces me descontrola, pero nada me hace remover más cosas ahí adentro, aunque también me gusten el cine, o leer. Acabo de ponerme a Feist (una canción que cita a Jarvis Cocker, pero no le escucho por ningún lado... ¿?). No estoy nada puesto en ella, pero recuerdo que me dijiste lo de PJ. A ver si me toca algo ahí adentro... gracias por la recomendación! :) Las ilusiones son el motor. Yo funciono a impulsos de ilusiones y desilusiones
PD: Acaba de aparecer Jarvis en la parte final de la canción!
Tu lado femenino lo tienes muy desarrollado, eso podría seducirme, pero luego chocaríamos en lo de las relaciones sin compromiso y tendríamos un drama asegurado :P
Se me va la fe.
Sí, yo ya hace tiempo que sostengo esa teoría de que las redes mataron a los blogs personales, y que ya nadie reflexiona como un blog manda. Pero bueno, qué le vamos a hacer.
jaja! No te confundas: que defienda las relaciones sin compromiso no excluye que también pueda estar de acuerdo con algunas relaciones con compromiso. Todo depende del grado de interés que te despierte la otra persona, del momento vital que pases... no son opciones excluyentes. Son posibilidades para cada momento, simplemente... ;) Ha habido en mi vida alguna chica (pocas, cierto, suelo ser muy exigente) con las que me habría tirado de cabeza. Y otras (la mayoría) con las que simplemente, nos habríamos tirado mutuamente... :P
Totalmente. Quizás la gente se encuentra más cómoda con lo superficial. No hace falta pensar tanto. Ni dedicarle tanto tiempo. En fin...
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