Una guitarra desafinada, y un oído de huelga. Esperas ansiosas y dudas de torpeza. La pereza máxima y una condena al hastío. Cambio de fondo de escritorio como esperanza. Rutinas en busca de la chispa perdida. Bucles con sabor a tónica. Una seria mala sustituye a una mala vida. Esta guarida es como gritar "casa!". Añorar lo que nunca tuviste. Picos de canciones extrañas que alivian como un buen viaje. Bailar con rumanas que parecen francesas. Encontrar tu zona de confort entre sombras y extraños. Ignorar mensajes por pereza o misterio. Resistir tentaciones, y jugar sin intención de remate. Negar lo común y aferrarte a la utopía de lo extraordinario. Creer en lo increíble por necesidad. Librar batallas internas y dejarlo todo perdido de sangre. Coleccionar tickets de trenes perdidos. Interesarte por nada y nadar por interés. Rebeldía como gabán. Misantropía como escudo. Terrorismo sonoro como venganza...
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2 comentaris:
"Bailar con rumanas que parecen francesas." :)
Nadar es la cara productiva de la nada. Ayer se "nadaba" bien en la playa del bogatell. Nada transparente y sin olas.
Literal, Paola; de hecho, una de ellas me dijo que vivía en Lyon :) Bien visto; uy, soy poco de nadar en las playas de la ciudad: agua no muy limpia, y mucho mangui por ahí. Prefiero escaparme en tren al Garraf o Maresme. A no ser que estuvieras hablando de ese 'nadar' que decías...
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