dijous, 23 d’octubre del 2014

LeS hÒStiEs dE La iAiA



Medio cegato perdido, y estoy por mirarme una cadera nueva en eBay. Todo lo bonito que me lo habían pintado resulta que tendría un coste (de mi bolsillo, claro; sobre el riñón y medio, aproximadamente), y en la pública ya hace 9 meses que espero hora para el traumatólogo. Cuando he salido de allí con una decepción del tamaño del agujero de una Black Card, me han venido ganas de irme a la Conselleria de Sanitat a quemarla con el conseller en cap el primero y sus amiguitos de la privada después. Y más cuando he llegado a casa y el puto helicóptero de 5000 euros la hora sobrevolaba diSoRderLand para tortura de los vecinos, porqué para pegar mamporros y controlar a la gente no hay recortes. Tal y como nos decía ayer la yaya que ahostia las cocas, "cuando lo hago pienso en todos los que nos recortan". Y os aseguro que le pega con mala leche, la abuela. El sábado cierran el restaurante, y es una lástima que desaparezcan locales tan singulares y con tanta solera y tradición. Aprovechamos el viaje para comprar embutidos, que es zona porcina, y es una pasada volver a probar productos que saben realmente a lo que son, y no esos fakes que compramos cada semana en el súper.

Me ofrecen cosas interesantes pero creo que no quiero seguir regalando mi tiempo ni dejándome la vista en pantallas que me están friendo la retina. Y lo llaman progreso... veo en un programa de reportajes que hay quien quiere adaptar los horarios al sistema europeo y me indigno de tanto cretinismo. Que a mi no me vais a vender la moto de que descansaré más si tengo que levantarme antes, cenutrios! Todo lo contrario: haced que me levante más tarde, y estaré más activo, creativo y productivo en mis horas buenas de tarde-noche. Pero bueno, es lo que siempre he dicho: el trabajo envilece al hombre. Y es lo que permite a los poderosos tenernos controlados, ocupados y preocupados. Tener algo que perder nos convierte en seres conservadores y miedosos; y, por tanto, fácilmente domesticables y controlables. Tendríamos que volvernos todos locos y recuperar elementos históricos tradicionales europeos: como la guillotina. Ahora mismo lo veo como la única posibilidad real de regeneración democrática. Dicen que una vez, hace ya muchos años, en una galaxia lejana hicieron un telediario en que no salía ningun caso de corrupción; pero yo no me lo creo...



2 comentaris:

hiro ha dit...

Ostras, em sap greu això de l'operació! s'han carregat la sanitat pública i ens han venut la moto que això era necessari. Colla de lladres!! A vegades m'agafa tanta mala hòstia que també votaria per instaurar la guillotina.
Total la iaia aquesta! XD l'alte dia jo també vaig anar a veure una Iaia molt autèntica.

"hace ya muchos años, en una galaxia lejana hicieron un telediario en que no salía ningun caso de corrupción; pero yo no me lo creo... jajajajaja

dEsoRdeN ha dit...

Vaig sentir una decepció i una impotència enormes quan sortia d'allà, hiro :( Molt grans ambdues iaies!

Sí, lo del número de horas es la clave de todo, Cé, pero si la mayoría sigue esos horarios no es por voluntad propia, sino porqué así nos lo imponen. Estoy convencido que el 99% de la gente no madrugaría si no le obligaran a hacerlo