dijous, 2 de gener del 2014

...aNd tHe beAt gOeS oN





2014 empieza sereno y aparentemente equilibrado. La mayor alegría es celebrarlo con mis padres con total normalidad, después de unos últimos años algo convulsos por enfermedades varias y tormentas laborales. Fue bonito ver los fuegos artificiales desde la ventana, adelantándose ligeramente a la pantalla. En estos típicos días de mirar atrás, hacer balances y demás formalismos que podríamos hacer los 365 días del año, también es momento de desatascar reconciliaciones absurdamente enquistadas. No soporto conflictos ni enfados con personas a las que quiero/aprecio, pero seguramente he estado tan obsesionado por otros temas domésticos últimamente que he dejado en segundo plano cosas por resolver hace tiempo. Seguir en la resistencia anti-Sillyphones es una buena vara de medir amistades, porqué cada año son menos los que siguen felicitando el nuevo año por sms (lo cual también va bien para reducir el estrés pre-campanadas, porqué hace unos años era un momento de auténtica invasión de bip-bips y vibraciones). El no-plan de Fin de Año era salir con Amapola, prima y amigos, aunque E-Platónica me sorprendió diciéndome casi a medianoche que estaba en diSoRderLand y que si me apuntaba. Entre mensaje para aquí-mensaje para allá, me dieron casi las 2:30h y me acabé apalancando. Tenía ganas de salir por cuarta vez en una semana, pero tampoco me supo mal. Supongo que la perspectiva de esta noche ha cambiado con el paso de los años, y ha perdido magia conforme iban desapareciendo complicidades y apareciendo bebés. Fue divertido escuchar los gritos de los vecinos tumbado tranquilamente en la cama, reflexionando y escuchando música. Hoy he recordado tantas resacas de 1 de enero, tantos estados catatónicos, y algunos líos de faldas de inicio de año. Me sigue dando bastante pánico el paso del tiempo y todo lo que comporta, pero parece que llevo tal chubasquero emocional para tantas otras cosas que acaban resbalando y me hacen sentir relativamente protegido. Algo bastante necesario en tiempos de monzones interpersonales y conductores de emociones sin carnet. Quizás si centráramos nuestros esfuerzos en aprender y corregir nuestros propios y múltiples errores y defectos personales, quizá algún día consigamos solventar todas esas utopías colectivas que deseamos cada 1 de enero de forma bastante vacía...



7 comentaris:

Ses ha dit...

A mí también me parece un año que empieza sereno, pero lo achacaba a la edad, he, he.

V.M. ha dit...

Yo creo que eso pasa a cualquiera en algún momento de la vida. Aunque querramos, nos cuesta creer que algo va a cambiar por un simple comienzo de calendario, y así ahorramos expectativas y quizá eso nos sorprenda!
Feliz Año, guapo! Que todo te vaya muy bien! Besotes!

capaz ha dit...

¡Bonito blog!
Yo acabo de abrirme uno, ¿nos seguimos?

http://overfall.blogspot.com.es/

Un beso :)

Pio ha dit...

Pues ni con móvil moderno, he felicitado las fiestas, pasotismo vario.
Comenzar el año tranquilo y en armonía con uno mismo no esta mal, en el fondo siempre es lo mismo, y las resacas muy malas compañeras jejejje.
Te deseo todo lo mejor que queda por venir pequeño Des. Besos

hana ha dit...

felices dias venideros

dEsoRdeN ha dit...

Sí, ese achaque puede ser bastante realista, Ses... XD

Yo soy mucho de crearme expectativa, V.M.; pero eso es una mierda, porqué suele comportar decepciones. Aún así, no lo puedo evitar; en el fondo soy optimista compulsivo, aunque a veces no lo parezca...

Gracias, Leire. De momento, te chafardearé

Eso es la edad, Pio... XD Deseo recíproco! :)

Igualmente, hana. Venidero enero

hiro ha dit...

Tens raó, el no tenir sillyphone és el millor detector d'amistats, tot i que hi ha gent que enlloc de sms ara em felicita pel fb.
El meu Cap d'Any també ha sigut molt tranquil (a les 2 ja era a casa) però és que el vaig començar amb un megarefredat que encara arrossego ara.
Petons afònics :)