Finalmente he recuperado mi disco duro, pero ni aún así ha sido una buena semana. ¿Sabéis cuando el mal karma parece instalarse en vuestra vida, y todo se vuelve gris y tedioso? Pues así han sido estos últimos días. La mente sigue intentando imaginar que lo de ayer fue una pesadilla, pero lamentablemente no es así. Es horrible aceptar que uno no puede cambiar lo irreversible. Porqué lo irreversible suele ser malo. En el curro no hay día que no tengamos una baja, y eso supone ir de culo día sí, día también. Encima, ya tenemos nuevo jefe supremo, y es del Opus. Un ultraateo como yo, y todavía tendré que rezarle a sus personajes de ficción y a sus putas virgencitas para que me quede como estoy. Ver las noticias de este país de pandereta me pone ultraviolento, y empiezo a creer que la única justicia que vale es la de tomarse la justicia por tu mano. De verdad que no me provocaría ninguna tristeza si algún descerebrado le pega un tiro en el cerebro a personajes de la calaña de Camps, Botella, los directivos de Spanair... y así hasta proseguir una larga lista de ladrones que se aprovechan de esta sociedad idiotizada, domesticada y cobarde. Tenemos lo que nos merecemos. Cada vez soporto menos a la gente. Quizás sea porqué la gente es cada vez más insoportable. Empezando por los miles de zombies que entorpecen mi camino por las mañanas. Y estoy en fase antisocial. Y perezoso, por el maldito frío que empieza a asomar en los cromas de los espacios del Tiempo en la TV. Quizás sea también una reacción para equilibrar el diciembre alocado. Algo que, como beneficios colaterales, me está permitiendo ahorrar este mes, a pesar de la reducción de sueldo. El que no se conforma es porqué no quiere.
Quedan 2 días para acabar la semana, y E-Platónica sigue sin llamarme. Estoy convencido de que no lo hará, y yo no pienso insistirle. Problema suyo. Conozco perfectamente su peor cara, y ya casi ni me molesto por ello. Supongo que yo soy el primero que a veces actúa igual, cuando la dejadez me invade el alma. Y si no, que se lo digan a La Chavala De La Peca. No nos hemos vuelto a ver desde Fin de Año, y aunque cada semana me propongo llamarla, cuando llega el fin de semana me da pereza. Soy humano, qué queréis que le haga. Y ni tan siquiera el sexo con ella me motiva lo suficiente. Por esa misma razón tampoco he vuelto a llamar a I Gafapasta. Quizás la vea la próxima semana, en un reencuentro de gente de la universidad, y no tendré ningún problema en hacerlo. Si algo creo que tengo es que sé aceptar las cosas con la naturalidad que se merecen en cada momento. Y a quién no le pase lo mismo, es su problema. Con La Chica del Piercing me haría gracia volver a salir, pero tras un par de negativas que me sonaron a excusa (bueno, de hecho, sólo fue una; la otra sé que era cierta), yo no pienso volver a llamarla. Si ella quiere hacerlo, cojonudo; y si no, a otra cosa, mariposa. Siempre he pasado de quien pasa de mí. Soy demasiado orgulloso como para no hacerlo. Y a todo esto, la que sigue revoloteando cerca es L de Lesbiana. Y sigue provocándome esa incerteza. Hay algo de ella que me gusta (especialmente, nuestras afinidades), pero su carácter me continúa provocando ambigüedades. Me gusta su visión de la vida, su sensibilidad, y su aparente serenidad; pero a la vez, esa serenidad me resulta un freno. Siempre he necesitado intensidad, pasión y locura a mi alrededor para sacarme lo que tengo dentro (sea bueno o malo), y esa calma la siento como un lastre. Algo que me frena, me condiciona y me reprime. Y yo no quiero reprimirme por nada ni nadie. Así que no tengo muy claro si la curiosidad que me provoca L de Lesbiana son más las ganas por que me atraiga que una atracción real. Seguiremos explorando...
Y esta noche debería haber ido a Nacho Vegas, pero la maldición sigue viva. Siempre que he querido ir a verlo, ha habido algún imprevisto de última hora que me lo ha impedido. Quizás es lo que tengan los artistas malditos...
3 comentaris:
cancion tan linda desorden, no la conocia...
Ven aquí antisocial mio que te doy un achuchón que te espabilo!
Jajaja.
Te recomiendo muy mucho a Nacho Vegas, Gabbi. Es asturiano, y hace discos exquisitos
No me resistiré, chose. Cn tu achuchón, cierta parte de mi anatomía parece despertar del letargo asocial... XD
mordiscos
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