WaKe uP!!

Todavía con una erección en cada oreja. Con Arcade Fire me pasa lo mismo que me pasó en su día con Radiohead. Fueron mis niñas bonitas, que sólo conocíamos unos pocos, pero han crecido tanto que me provocan una mezcla de enorme orgullo y grandísima rabia. Ya nos son MIS niñas bonitas, sino que ahora me toca compartirlas con miles de personas, y eso es como si a uno le hubieran robado un pequeño tesoro secreto. Pero bueno, hemos disfrutado un montón con M-Pop, su también guapísima hermana (con la que he hecho buenas migas), su hermano al que ya conocía, y un vecino. Y la casualidad ha querido que hayamos ido a petar una fila por delante de dos compañeros de profesión. En un recinto para 18.000 personas, es como encontrar una aguja en un pajar...

Después del concierto se nos ha juntado M-ojazos, con la que he vuelto para casa. No sé si había hablado alguna vez de ella, pero es posiblemente una de las chicas más preciosas que he conocido en mi vida. Y, curiosamente, también una de las más inseguras. Siempre hemos comentado con amigos míos que una chica como ella podría comerse el mundo: inteligente, preparada, agradable, preciosa... pero hay algo misterioso detrás suyo que la hace un punto oscura. Como si le hubiera pasado algo traumático hace mucho tiempo, y eso no le dejara explotar todo su potencial individual. No sé, es una lástima, porqué ese punto de represión le resta atractivo. Algo que por fuera tiene de sobras. Recuerdo en los años de facultad que habíamos salido juntos algunas veces, pero ese deje retraído suyo me tiraba para atrás. Y mira que una noche, en el Karma, estuvimos a punto a punto de caramelo. Y sonaba 'Creep'. Pero no recuerdo quién, nos interrumpió... y quizás esa posible historia murió para siempre. Quién sabe.

Y el presente me lleva a pensar que, como me ha dicho ella misma esta noche, M-Pop y yo seremos como Pin y Pon esta semana: el martes, Divine Comedy; el viernes, Suede; y de miércoles a domingo, Primavera Club. No está mal el menú. Quizás sea el momento de forzar la máquina y buscarle las cosquillas, a ver cómo respira. Hoy me ha parecido que en algún momento había algo de celos cuando me ha visto hablando tanto rato con su hermana. Pero quizás sólo sean imaginaciones mías, provocadas por el deseo de que la realidad sea así. No sé, cuando no estoy con ella tampoco me agobio, pero cada vez que la veo, noto que se me despierta algo ahí adentro. Creo que no es más que deseo, que no es poco, pero tampoco descarto que pueda haber algo más...

Y a todo esto, esta tarde, antes de subir para el concierto, me he pillado los billetes para ir a ver a Canadian J a París. Del 8 al 11 de diciembre, si el curro no me obliga a avanzar la vuelta. Espero que no, porqué me gustaría que pasemos juntos su cumpleaños. No espero nada más de esta historia que ya acabó, pero me apetece un montón verla, tras un año y medio a 9000 kilómetros de distancia.

Me siento vivo, capaz de meterle 8 a la vida (como ayer el Barça al pobre Almería), y extrañamente activo para esta época. Quizás porqué el frío extremo todavía no ha llegado. Quizás por querer contrarrestar los cuchillazos de ese día a día que tanto me agobia últimamente. Quizás por pura voluntad de rebelión contra esta Gran Mentira que tan poco me gusta...