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He empezado el día cruzado, porqué el cabrón del tranvía no me ha querido abrir las puertas tras un sprint mío digno de Usaín Bolt, y me ha dejado medio asfixiado y aporreando inútilmente el botón de apertura. Pedazo cabrón! Encima, me han ametrallado a llamadas desde el curro con constantes cambios de planes con el viajecito de marras del miércoles. Cuando ya me habían quitado completamente la ilusión, el sentido común ha hecho una aparición divina. Pero no por evitarnos fatiga o riesgo en nuestra integridad física, sino por evitarse ellos un pedazo marrón legal por saltarse el convenio colectivo con pértiga y trampolín. En fin, no hay mal que por bien no venga.

Luego me han llamado de un servicio de mensajería, porqué tienen un paquete para mí llegado de los Estados Unidos. Concretamente, de San Francisco. Más concretamente, el regalo de cumpleaños que me hace Canadian J. Me ha hecho gracia, y me pica la curiosidad. Mañana me lo traerán...

Y por la tarde, becaria Scarlett ha buscado la excusa para darme bola. Y yo me he dejado hacer, y también se la he dado a ella. A la hora de salir, ha vuelto a utilizar la típica táctica de esperar a que yo me fuera para irnos juntos. Me pone una barbaridad: la encuentro preciosa y dulce, y con ese encanto de la ingenuidad juvenil que me da un morbazo increíble. Uf!! Se va a finales de mes, así que tendré que decidir rápido si piso el freno o le doy gas a fondo a esta historia. No tengo ni idea de su situación personal, así que igual me estampo contra un muro de hormigón Pero casi me da igual, porqué ya llevo la carrocería bastante abollada...

...a todo esto, llevo más de media hora peleándome con la web de Live Nation para intentar comprar entrada para el concierto de PJ Harvey en Los Angeles del 20 de junio, y no hay manera. Me estoy poniendo de los nervios! Le he pedido ayuda a Canadian J, porqué me parece que sólo se puede comprar desde USA o Canadá... grrrrr!!!