Acabé el 'annus horribilis' fundiendo la pantalla de mi móvil entre el bolsillo de mi chaqueta y la puerta de un coche (¿Para qué hacerlo sencillo cuando se puede hacer creativo?). Sin duda, el 31 de diciembre es un gran día para un eclipse de pantalla telefónica. Mi tarjeta SIM cambió de año viajando de teléfono en teléfono y de color en color (trilogía negro-rojo-azul), mientras compartíamos uvas con las únicas personas de la tierra por las que me quedaría desnudo en un frigorífico en Vladivostok. Tras unos cuantos flashbacks demostrativos de que cualquier tiempo pasado fue peor (además de anterior), encaré mi palmito hacia el 'Retruc'. Asiento en el metro, me encuentro 5 euros en la entrada... ¿será verdad que con el año nuevo también cambian las dinámicas? Reencuentros, sonrisas, conversaciones y cubatas de colonia con cola que empiezan su función de combustible del desenfreno anárquico. Más encuentros, y empiezan las presentaciones. Que si la S abogada, que si L, que si la E amiga de la amiga de no sé quién, que si la V dietista... fotos de un diablo con cuernos de diablo llaman a los espíritus diabólicos, y una simple hoja de pequeños adhesivos geométricos caída de no sé dónde a las manos es como una invitación a las autopresentaciones. Cientos de diablillos desordenados haciendo cosquillas al azar por todos los rincones de la sala son demasiado irresistibles en la noche del ritual del gozo máximo. Empiezo a convertir al hinduísmo hedonista del Cuadrado Rojo a decenas de fieles acólitas que escuchan mis enseñanzas entre sorprendidas, receptivas y dispuestas a la diversión. Da igual el idioma, el color de cabello o con qué combinan su vaso de colonia. Y una vez instruídas, ellas también difunden mi mensaje adhesivo, y aquello empieza a ser una caótica Sodoma y Gomorra de gente con pegatinas en la cara. Y en los brazos. Y en los escotes, más o menos prominentes. Más o menos pronunciados. Y en esto que me encuentro con la sacerdotisa de los Triángulos Negros que me dice que quiere enseñarme agujeros negros, y la conjunción astral cuadra el círculo. O incluso el triángulo. Y si Copérnico dijo que la tierra giraba en torno al sol y hubo quién le creyó, yo digo que las divinidades cursan órbitas las unas alrededor de las otras, y yo quiero girar entorno a C. Y giramos, y giramos, y encima no se deja llevar cuando bailamos danzas iniciáticas. Y voy y vengo. Y viene y va. Y me divierto como hacía tiempo que no pasaba, y por momentos incluso dejo la misoginia en el guardarropa y abro los sentidos a los placeres de la noche. Aunque la eterna lección de que nunca nada es perfecto volatice a la divina y me enseñe que, efectivamente, hay que evitar los agujeros negros que envían a años luz a lo que era placer sólo unos segundos antes. Sobretodo cuando todavía no habías descifrado la contraseña numérica de 9 cifras de acceso para futuros encuentros astrales. Perdido en órbitas sin sentido, buscando estrellas fugaces, y absorbido por amores volátiles de carnes ajenas, sólo he necesitado 9 horas para darme cuenta que en 2008 tampoco cumpliré los estúpidos propósitos de cambio que nos hacemos todos en estas épocas de absurda felicidad artificial...
dimarts, 1 de gener del 2008
cORrieNteS tRiaNgULarEs eN eL tiEmpO
Acabé el 'annus horribilis' fundiendo la pantalla de mi móvil entre el bolsillo de mi chaqueta y la puerta de un coche (¿Para qué hacerlo sencillo cuando se puede hacer creativo?). Sin duda, el 31 de diciembre es un gran día para un eclipse de pantalla telefónica. Mi tarjeta SIM cambió de año viajando de teléfono en teléfono y de color en color (trilogía negro-rojo-azul), mientras compartíamos uvas con las únicas personas de la tierra por las que me quedaría desnudo en un frigorífico en Vladivostok. Tras unos cuantos flashbacks demostrativos de que cualquier tiempo pasado fue peor (además de anterior), encaré mi palmito hacia el 'Retruc'. Asiento en el metro, me encuentro 5 euros en la entrada... ¿será verdad que con el año nuevo también cambian las dinámicas? Reencuentros, sonrisas, conversaciones y cubatas de colonia con cola que empiezan su función de combustible del desenfreno anárquico. Más encuentros, y empiezan las presentaciones. Que si la S abogada, que si L, que si la E amiga de la amiga de no sé quién, que si la V dietista... fotos de un diablo con cuernos de diablo llaman a los espíritus diabólicos, y una simple hoja de pequeños adhesivos geométricos caída de no sé dónde a las manos es como una invitación a las autopresentaciones. Cientos de diablillos desordenados haciendo cosquillas al azar por todos los rincones de la sala son demasiado irresistibles en la noche del ritual del gozo máximo. Empiezo a convertir al hinduísmo hedonista del Cuadrado Rojo a decenas de fieles acólitas que escuchan mis enseñanzas entre sorprendidas, receptivas y dispuestas a la diversión. Da igual el idioma, el color de cabello o con qué combinan su vaso de colonia. Y una vez instruídas, ellas también difunden mi mensaje adhesivo, y aquello empieza a ser una caótica Sodoma y Gomorra de gente con pegatinas en la cara. Y en los brazos. Y en los escotes, más o menos prominentes. Más o menos pronunciados. Y en esto que me encuentro con la sacerdotisa de los Triángulos Negros que me dice que quiere enseñarme agujeros negros, y la conjunción astral cuadra el círculo. O incluso el triángulo. Y si Copérnico dijo que la tierra giraba en torno al sol y hubo quién le creyó, yo digo que las divinidades cursan órbitas las unas alrededor de las otras, y yo quiero girar entorno a C. Y giramos, y giramos, y encima no se deja llevar cuando bailamos danzas iniciáticas. Y voy y vengo. Y viene y va. Y me divierto como hacía tiempo que no pasaba, y por momentos incluso dejo la misoginia en el guardarropa y abro los sentidos a los placeres de la noche. Aunque la eterna lección de que nunca nada es perfecto volatice a la divina y me enseñe que, efectivamente, hay que evitar los agujeros negros que envían a años luz a lo que era placer sólo unos segundos antes. Sobretodo cuando todavía no habías descifrado la contraseña numérica de 9 cifras de acceso para futuros encuentros astrales. Perdido en órbitas sin sentido, buscando estrellas fugaces, y absorbido por amores volátiles de carnes ajenas, sólo he necesitado 9 horas para darme cuenta que en 2008 tampoco cumpliré los estúpidos propósitos de cambio que nos hacemos todos en estas épocas de absurda felicidad artificial...
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7 comentaris:
tetas tetas tetas esas tiran mas que dos carretas! ;)
corrientes circulares...eso es lo que llevo teniendo todo el dia de hoy por la culpa del kalimotxo de ayer y de hoy por la mañana.
he llegado a las 9 y pico a casa.y a las 13h estaba en casa de mis abuelos para la comida familiar.Corderito.
qué frio.-1ºC!
yo me levanté sin corrientes circulares, eso está bien. Significa que ya aprendí a deglutir.
feliz año y buena onda psicodélica
es curioso, nosotros también hicimos un símil parecido en la fiesta de nochevieja, todos los amigos eramos satélites que girábamos y girábamos... pero en torno a nosotros mismos, (al menos en mi caso)Empecé el año sin nigún interés en el tema masculino, ¿cuál es el equivalente a misoginia? no lo intentes, no existe esa palabra. ;P
Feliz año!!!!!!
macooo! feliç any!! a veure que ens passa aquest any de merda!!! jejejejeeje jo avui he començat la feina i ja vull deixar-la!quina merda de lloc! parlem maco!
Que dos carretas? El poder de las tetas es infinitamente superior al de 200.000 millones de carretas, sister!! Deberíais poder ser hombre por un día para comprobar su terrible poder. Por otra banda, me ganaste por unos minutos, porqué yo llegué un poquito antes de las 9. Eso sí, yo renuncié hace años a las comidas familiares del 1 de enero. Deberían estar prohibidas! Así, me pude levantar casi a las 5 de la tarde. Cuando la temperatura en tu tierra supere los 20 grados, a ver si me invitas unos días, no? ;D
Si ya lo dice el refrán que me acabo de inventar, hoichi: 'una mala ingesta puede aguarte la fiesta'.
Pues dicen que las casualidades no existen, luz, o sea que habrá que buscar el significado a esta situación paralela. Por cierto, lo primero que he pensado es androginia, pero según Google Todopoderoso, la palabra es 'misandria' :P
Esperem que així sigui, didi!! Ja m'explicaràs de què va la teva nova feina!!
Bon any a tothom!!!!
quizás por eso yo ya no hago lista de propósitos, porque luego no se cumple ninguno, y encima nos ponemos de mal humor.
bueno bueno esa fiesta triangulera satelitera jejejeejee, qué bien os lo montáis.
Niñaaa qué haces tú llegando a esas horas tan tempranas, jejeje, no pregunto el estado, no, mejor no.
Un besazo
Cuantas más altas aspiraciones, más posibles frustraciones. Tómatelo todo como te venga, y creo que será más feliz. Y lo de la fiesta, como pasa siempre en estos casos, improvisación total, porqué el 30 por la noche no tenía plan alguno, y el 31 ya tenía donde escoger. Y creo que elegí azarosamente bien.
ptns
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