A ver, cómo varias habéis expresado un lío con las letras dEsoRdeNadas, aquí va un esquema básico. Ante la duda, aparte de la más tetuda, éste sería un breve resumen de los últimos años (unos 7 u 8) de mi sopa de letras dEsoRdeNada (limitado a las historias mínimamente reseñables, eh?): me enamoré perdidamente de mi E-Platónica, pero como ella tenía novio y eso para mi era sagrado, no pasó nada, a pesar de que su novio vivía en otra ciudad, y ella y yo hacíamos casi vida de novios pero sin sexo (sí, lo sé, fui un auténtico pringao, pero fue bonico mientras duró); ahora vive en Edimburgo, tengo pendiente ir a verla, y me sigue pareciendo igual de adorable. Creo que es la chica con la que más me nos hemos reído juntos en toda mi vida.
Con esa historia todavía coleando, conocí a M, y conectamos y me permitió olvidar a E-Platónica; y empezamos a salir y a tener escarceos nocturnos, y me encantaba que fuera tan cañera, y que se metiera conmigo, y encajara con humor que yo me metiera con ella. Hasta que descubrimos incompatibilidades de carácter que nos devolvieron al simple rol de amigos sin más. Ella acabó con otro tipo de mi curro con el que no pega ni en pintura, y acaba de ser madre. La vida es francamente impredecible.
Unos meses después, en una de aquellas noches que parecía muerta, conocí por total casualidad a la A-lombarda, con la que hubo un feeling especial redondeada por el gusto común por Mando Diao. La primera noche, acabamos almorzando a las 9 de la mañana, y en la segunda ya tuvimos nuestros primeros encuentros horizontales. Era una chica súperinteresante, culta, con gran gusto por la música, y un look pop con melenilla a lo Uma en 'Pulp Fiction' que me ponía muy tonto. Vamos, que me gustaba un montón. Pero ella tenía un carácter difícil, llena de dudas y desequilibrios internos. Supongo que algo normal para alguien 6 años más joven que yo. Luché todo lo que pude para tirar aquello adelante, hasta que me cansé de sus idas y venidas, y lo envié todo a la mierda. Ella vive en Islandia y volverá a su Italia natal pronto, y conservamos contacto por mail. En el fondo no me importaría una segunda oportunidad para comprobar si ha madurado y superado sus complejos, pero el paso le tocaría darlo a ella, no a mi.
La A-lombarda me provocó una etapa de misoginia acentuada, sólo rota por noches de escapismo, necesidades fisiológicas y desahogos sexuales con letras minúsculas y con fecha de caducidad. Hasta que hace 2 navidades conocí por un amigo a Canadian J (sí, es verdad, siempre he conectado más fácil con las chicas extranjeras que con las estrechas de por aquí. Y cuando digo estrechas no hablo sólo en términos sexuales, sino también y especialmente mentales...). Al principio no pasó nada, ella se fue a Roma a pasar el fin de año, pero cuando volvió todo explotó, y pasamos una semana de noches fantásticas que nos permitió escapar de nuestras realidades. Tanto que, cuando la acompañé al aeropuerto de buena mañana el día que se iba, se equivocó al mirar la hora del vuelo, y pensó que su avión salía de diSoRderLand a la hora en que realmente tenía que coger su conexión en Amsterdam. Total, que se tuvo que quedar un día más, que nos pasamos enteros en mi casa (por no centrar mas la estancia en una sola habitación). Se fue y yo pensaba que había sido una gran semana de sexo y diversión, pero sorprendentemente estuvimos como 3 meses escribiéndonos cada día, llamándonos e incluso ella se planteó venirse a vivir aquí. Ante la magia, decidí irme a verla a San Francisco en verano, pero en los meses siguientes la cosa se enfrió un poco, y ella conoció a otro tipo. Me dolió, pero admito que soy el primero que nunca he creído en las relaciones a distancia y lo tuve que asumir aunque me jodiera. Además de mayor que yo, es una chica realmente madura y con las ideas claras, y creo que hubiera crecido mucho a su lado (a lo mejor incluso habría sentado la cabeza). Seguimos en contacto vía mail, y ahora acaba de aterrizar en Europa para vivir en París hasta febrero. Iré a verla en cuanto me pueda escapar.
Y en el último año y medio, he optado por volver a la vida de pendoneo nocturno, sin más preocupación que el aquí y ahora. Y he conocido chicas divertidas, y otras interesantes, y otras vacías, y quizás ellas tengan razones de sobras para pensar eso mismo de mi. Y en los últimos meses admito que he estado un poco perro del hortelano con M-Pop, y hasta que no me dijo que tenía una aventura con un tipo de su clase de baile, no me di cuenta de lo burro que fui por no apostar decididamente por ella. Punto que abriría el debate que me enciende como una moto respecto a los malditos roles preestablecidos que no me da la gana de segur porqué sí: me refiero a la mierda esa de que el chico es el que se tiene que mojar el culo, y la chica esperar a que sea él quien le tire la caña. En mi vida he pasado de unas cuantas chicas a las que gustaba por negarme en redondo a asumir ese estúpido papel aburguesado que adquieren muchas ante las relaciones sentimentales. No soporto a las que van de princesas en vez de plantear la relación como un algo de igual a igual, de veras. El otro debate abierto sería el de la gilipollez de la vida monógama, pero reconozco que soy el primero que caigo en los miedos de una sociedad inmadura e incapaz de asumir que tu pareja pudiera tener una relación sentimental y/o sexual con otras personas a la vez que contigo... quizás en otra vida, de aquí a unos cuantos siglos...