
Escuchando soul, hecho una sopa, y preguntándome por qué tienen que existir el otoño y el invierno. El ordenador me hace cosas muy raras y es extremadamente lento a la hora de cargarse cuando lo abro. Y todo, desde que instalé el antivirus que me ayudó a limpiarlo de mierda hace unos días. Y sigo sin poder solventar lo del emule y los putos puertos, lo cual me deja cojo culturalmente en el paradisiaco oasis de internet. Pero bueno, peores problemas hay en el mundo.
Anoche, nuevo festival desordenado. No tenía intención de salir, claro. Sobretodo, al llegar a la una de la madrugada a casa, cansado y acabado de aterrizar de la isla que hace décadas vio llegar al turista 1.999.999. Pero la inevitable llamada, las tentaciones, el gusanillo nocturno que le corre a uno por dentro... total, que cerramos el Karma. Y como tenía que pasar, cuando vas sin afeitar, con el careto de haber viajado y currado todo el día de tus 'particulares' vacaciones, habiendo cenado un mísero bocata de jamón, con el cansancio agarrándole el cuello a tus ganas (hasta el punto que tras el primer cubata tuve el pensamiento de abandonar)... aparecen extrañas fuerzas desordenadas nocturnas de no sé donde que te hacen remontar el vuelo, y te ponen a tiro a dos mozas con las que no buscabas nada.
La primera, por el simple reto que te lanza un amigo. Y cómo a mí no me gusta jugar... "Tiempo atrás fui incapaz de sacarle más de 3 o 4 monosílabos a esta chica, así que a ver si lo logras". Tras 20 minutos de agradable conversación con la morena cuyo nombre no recuerdo (lo siento, soy un desastre), doy por superado el reto, pensando para mí que si la chica es capaz de dar un pasito y devolverme la iniciativa, incluso soy capaz de lanzarme a pasar una noche de diversión con esos labios tan... uf!. Es noche de Reyes Magos pero no de milagros imposibles, así que eso no va a pasar, claro, a pesar de sus constantes miradas buscándome, ante mi pasotismo. Vuelvo a preguntarme si la falta de iniciativa femenina tan habitual en estas tierras es orgullo, incapacidad, o pura cobardía. Me da igual, la verdad, porqué ya hace tiempo que me cansa y me aburre este tema. Con la segunda, hablamos durante un rato, aparece y desparece, y cuando el grupo se va disgregando y quedamos los buenos, se me pone al lado a bailar y a echar miraditas que no sé cómo interpretar. Como estoy en huelga de cañas caídas, dejo que haga. Si se atreve, bien. Si no, también. Y no se atreve, si es que realmente estaba pasando lo que a mí me parecía. Que bien podría ser que el alcohol y el desorden distorsionen la realidad.
Y a todo esto, hoy he recibido un mail de una de las organizadoras de la fiesta de fin de año. La chica que se llama y responde al perfil de la C sacerdotisa de los Triángulos Negros ya tiene mi mail. Ahora, pueden pasar varias cosas (se admiten apuestas):
1) Que sea ella, y picada por la curiosidad o por lo que sea, me escriba.
2) Que sea ella, piense que soy un freak o un psychokiller, y no me escriba.
3) Que no sea ella, y pase de todo.
4) Que no sea ella, pero picada por la curiosidad o por lo que sea, me bacile y se haga pasar por ella.
5) Otras opciones que ahora no se me ocurren.
Pase lo que pase, me encanta cómo ha empezado el 2008...