dimarts, 16 de juliol del 2013

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Mi momento preferido del día es la noche. O incluso diría la madrugada. Está calma no tiene precio. Salir al fresco, el silencio, caminar por la ciudad, la sensación de que la noche es tuya... adoro la noche, y todo lo que contiene. Aunque haya noches que encuentre a faltar complicidades con quien compartir estos momentos de hiperactividad interna, de ojos y sentidos bien abiertos, de letras que quieren juntarse y construir mundos mejores que los de la mediocre realidad diurna. Estamos rodeados de mediocres: empezando por los Hombres Grises que nos toman el pelo tras sus hipócritas uniformes de americana y corbata, y niegan lo innegable en pantomimas que quieren hacernos creer que son ruedas de prensa. Vergüenza ajena. La mediocridad también está a pie de calle: desde los mongos que se te ponen enganchados a tu toalla en una playa kilométrica, hasta la subnormal que se queda en mitad de la puerta del metro sin dejar entrar ni salir y todavía se queja cuando la empujas para poder meterte en el vagón. Este tipo de gentuza me hace revivir un profundo sentimiento de rabia que sentía de pequeño hacia una niña muy repelente y que era hija de una profesora. Es mi primer recuerdo de instintos violentos internos. Hay gente que consigue ponerme muy muy violento, por pura impotencia e incomprensión ante tanta gilipollez y egoísmo. No puedo evitarlo. Estoy todo el día juzgando comportamientos: sean los míos, o los de los demás. Y a veces es agotador, ante tanta exhuberancia de cretinismo. Me gustaría poderme controlar más, pero no puedo, me sale así.  Y aunque le encuentro un punto de lucidez y espíritu crítico a todo esto, cansa. Ya tengo mi carnet de tarifa plana en unos cines al lado de casa, y lo he estrenado esta noche con una peli bastante cutrilla, la verdad. Entre eso, la playa, leer un rato, acabar la 1ª temporada de 'True Blood'... tengo sensación de estar medio de vacaciones, aunque todavía me falte un mes. Y es curioso como, a veces, y por mucho que lo intentes con la gente que te rodea, quien parece estar más cerca es quien vive más lejos...





5 comentaris:

NaoBerlin ha dit...

Yo ahora mismo me voy a dar un voltio, aunque sea sólo después de tanto tiempo pegado al ordenador y aun libro... La noche es más curiosa, más interesante, pero en fin, la tarde tampoco está nada mal. Joooooder qué sofoco, la playa no??? La madre que lo parió y yo aquí cociéndome en el asfalto madrileño :P

Pio ha dit...

Soy más diurna, pero la noche siempre tiene algo especial, aunque sea un plan tranquilo como leer.Nos miramos mucho el ombligo, la empatía por el otro se perdió hace muchos tiempo. Y si, muy de acuerdo en tu última frase.

dEsoRdeN ha dit...

Sí, la tarde también mola, NaoBerlin, pero no hay momento del día en que esté tan despierto como la noche. Yo en su día fui vampiro fijo. Yo también me cocí en ese asfalto la semana pasada, pero os lo cambio por el asqueroso y pegajoso calor húmedo mediterráneo... :S

Para mi la noche es la magia, Pio, aunque el día también tiene sus cosas buenas. La empatía es como los dinosaurios, en vías de extinción. Y la última frase es triste, pero lamentablemente real... :S

hiro ha dit...

M'encanta passejar per Bcn les nits d'estiu! encara que alguns barris no són gaire recomanables...
Fa unes setmanes, caminant amb l'Id pel passeig marítim, vam tenir que soportar que una colla de guiris borratxos ens diguessin coses perquè anavem agafades de les mans. Això sí que em fa ràbia i em posa violenta! però lo fotut és que ens van fer passar por i això ho odio! Com odio la gent egoista, estúpida i incívica que fan d'aquest món un lloc mediocre i mesquí.
Jo també tinc aquesta tendència a jutjar comportaments aliens i propis i sí, és esgotador. A vegades m'agradaria ser capaç de passar de tot, però una no pot evitar ser com és.

Canviant de tema, tenia aquesta peli pendent però ara no sé si la miraré.
Ànims, ja queda menys per les vacances! ;)

dEsoRdeN ha dit...

Uy, pues alguna vez que me ha dado un arreón violento, me pongo to' fiero, eh Cé? XD (una vez, de pequeño, hice sangrar a un niño que hacía 3 como yo porqué no paraba de llamarme 'canijo'... :P). A ver si las pelis que van poniendo son decentes...

Jo ho adoro, hiro! Sento como si la ciutat fos meva quan els carrers estan solitaris. El món es ple de mongos. Moltes vegades celebro que aquí no es puguin tenir armes, perquè més d'un es mereixeiria acabar fet un gruyere. A què cansa? :S A veure, la peli és entretinguda i té moments divertits, però no t'esperis humor massa intel·ligent ni girs imprevisibles de guió... :)

remuà!